Los gobernadores querían hablar de las obras para sus provincias que debería incluir el Presupuesto 2025, de destrabar cuanto antes el tema de las cajas previsionales provinciales y del reparto de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) que la Casa Rosada tiene pisados como señal de disciplinamiento; pero él les habló de lo bien que va la “macro”, de las nuevas inversiones que (siempre) están por llegar y de su nuevo fetiche: China. “Yo estoy muy bien con Xi Jinping”, les dijo con una sonrisa tipo “Joker” ante la mirada atónita de los presentes.
Palabras más, palabras menos, ese fue el resumen de la reunión que cuatro gobernadores de Juntos por el Cambio -entre ellos el chubutense Nacho Torres- mantuvieron el jueves con Javier Milei en la Casa Rosada. Gusto a poco, como las empanadas que se sirvieron en la reunión y que, obviamente, generó por lo bajo el comentario que inmortalizó Luis Brandoni en “Esperando la Carroza”.
Obviamente, hubo comentarios de ocasión: “Fue una reunión positiva”, “seguiremos conversando” y frases por el estilo se escucharon cuando Torres, Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Claudio Poggi (San Luis) y el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, dejaron Balcarce 50 tras el encuentro con el presidente, su hermana Karina, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el vicejefe de Interior, Lisandro Catalán.
Milei necesita el apoyo de los gobernadores para asegurarse la aprobación del Presupuesto 2025, que posiblemente se trate en diciembre en extraordinarias. Pero no sólo de los de JxC sino también de lo que algunos llaman con áspera ironía como “peronismo reptante”, que incluye a los gobernadores de Salta, Gustavo Sáenz; de Catamarca, Raúl Jalil; de Tucumán, Osvaldo Jaldo, y de Misiones, Hugo Passalacqua, que a esta altura son mucho más permeables a los pedidos de la Casa Rosada.
Esta movida inquieta, inclusive, al principal aliado político y económico de Milei, el expresidente Mauricio Macri, que como suele sentirse un poco dueño de todo, desconfía de los movimientos de Milei con gobernadores que no le responden.
Después del encuentro con Milei, los gobernadores de JxC fueron a reportarse con Macri. Torres habló con el exmandatario del encuentro en la Rosada pero no estuvo para la foto que se sacaron después. El vocero fue Frigerio, quien admitió que los cinco puntos que habían llevado a la reunión con Milei no habían tenido definiciones claras. “Si no contemplan nuestros pedidos, no votaremos el presupuesto”, habría dicho Mauricio. Los gobernadores escucharon pero no dijeron nada. Estar entre la realidad paralela de Milei y el juego personal de Macri no es para nada sencillo.
Y dale con las cajas
La demanda central de Chubut y otra docena de provincias que están en la misma circunstancia es una modificación en la “ley de leyes” en el artículo referido al financiamiento de las cajas previsionales no transferidas. Estos 13 distritos no transfirieron nunca sus cajas a la Nación y entonces deben hacer frente a compromisos muy onerosos. Esa situación se salvaba históricamente con transferencias que ningún gobierno eliminó, salvo el de Milei.
En el caso de Chubut, según lo ha repetido varias veces el propio Torres, la Nación le adeuda a la Provincia unos 60.000 millones de pesos que están frenados por las auditorías que lanzó el Gobierno libertario apenas asumió.
Los gobernadores exigen que se establezca una fecha límite para el proceso de auditorías de las cajas y en la Rosada dicen que no van a pagar nada hasta que no se terminen esos controles de la Anses a las cajas jubilatorias provinciales (el ISSyS, en el caso de Chubut). Es más, ninguna recibió un peso en lo que va del 2024.
Otro punto en el que no se avanzó fue el impuesto a los combustibles líquidos (ICL): las provincias reclaman que se eliminen todas las afectaciones específicas de ese gravamen, como los subsidios para los planes de viviendas FONAVI, el transporte público de pasajeros o Vialidad Nacional. El Gobierno nacional siguió recaudando el impuesto todo este año pero nunca bajó un peso a las provincias, además de abandonar el arreglo de rutas nacionales, eliminar la obra pública y no construir ni una sola vivienda. Los libertarios más locos del mundo.
El uranio y China
Los detalles del encuentro del jueves entre el Presidente y los gobernadores no tuvo voceros precisos, más allá de las frases de ocasión. Pero siempre hay filtraciones que nadie desmiente. Entre ellas -y publicada por tres medios porteños- se habló de un ida y vuelta entre Milei y Torres con el tema minero de por medio. “Los chinos son amigos”, aseguró el Presidente, lejos de aquellas definiciones de principios de su mandato cuando sentenciaba que no iba a hacer negocios con “comunistas”.
Nacho habría aprovechado la ocasión para mencionar que en Chubut existe un proyecto de uranio, un mineral que a los chinos les interesa sobremanera, y Milei habría prometido su apoyo para avanzar con el tema en su próxima visita al gigante asiático.
El peronismo en su laberinto
En esta Argentina esquizofrénica y difícil de explicar, el peronismo se encamina a dar un nuevo paso al frente, pero hacia el abismo. La confirmación de que habrá internas el 17 de noviembre entre Cristina Kirchner y Ricardo Quintela (aunque algunos todavía esperan algún tipo de renunciamiento o alguna traba logística que impida cometer semejante despropósito) no hace más que acolchonar el escenario para que los libertarios sigan cometiendo sus tropelías mientras el peronismo se debate entre egos, banderas y canciones que atrasan.
Nadie puede quitarle mérito a Cristina de querer ser una de las patas de la mesa sobre la que el PJ intente su reconstrucción. Pero no así, sobre una interna innecesaria en un momento inadecuado, y mandando a La Cámpora a limar a Axel Kicillof. Los violinistas del Titanic tenían más argumentos que Máximo Kirchner, que no para de abrir la boca contra el gobernador bonaerense mientras todo se hunde alrededor.
Siempre es buen momento para parafrasear a Juan Carlos Mazzón, “El Chueco”, un viejo operador peronista, que estuvo con casi todos y alguna vez sentenció con fina ironía: “En el peronismo hay algo peor que la traición: el llano.”
Los gobernadores querían hablar de las obras para sus provincias que debería incluir el Presupuesto 2025, de destrabar cuanto antes el tema de las cajas previsionales provinciales y del reparto de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) que la Casa Rosada tiene pisados como señal de disciplinamiento; pero él les habló de lo bien que va la “macro”, de las nuevas inversiones que (siempre) están por llegar y de su nuevo fetiche: China. “Yo estoy muy bien con Xi Jinping”, les dijo con una sonrisa tipo “Joker” ante la mirada atónita de los presentes.
Palabras más, palabras menos, ese fue el resumen de la reunión que cuatro gobernadores de Juntos por el Cambio -entre ellos el chubutense Nacho Torres- mantuvieron el jueves con Javier Milei en la Casa Rosada. Gusto a poco, como las empanadas que se sirvieron en la reunión y que, obviamente, generó por lo bajo el comentario que inmortalizó Luis Brandoni en “Esperando la Carroza”.
Obviamente, hubo comentarios de ocasión: “Fue una reunión positiva”, “seguiremos conversando” y frases por el estilo se escucharon cuando Torres, Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Claudio Poggi (San Luis) y el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, dejaron Balcarce 50 tras el encuentro con el presidente, su hermana Karina, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el vicejefe de Interior, Lisandro Catalán.
Milei necesita el apoyo de los gobernadores para asegurarse la aprobación del Presupuesto 2025, que posiblemente se trate en diciembre en extraordinarias. Pero no sólo de los de JxC sino también de lo que algunos llaman con áspera ironía como “peronismo reptante”, que incluye a los gobernadores de Salta, Gustavo Sáenz; de Catamarca, Raúl Jalil; de Tucumán, Osvaldo Jaldo, y de Misiones, Hugo Passalacqua, que a esta altura son mucho más permeables a los pedidos de la Casa Rosada.
Esta movida inquieta, inclusive, al principal aliado político y económico de Milei, el expresidente Mauricio Macri, que como suele sentirse un poco dueño de todo, desconfía de los movimientos de Milei con gobernadores que no le responden.
Después del encuentro con Milei, los gobernadores de JxC fueron a reportarse con Macri. Torres habló con el exmandatario del encuentro en la Rosada pero no estuvo para la foto que se sacaron después. El vocero fue Frigerio, quien admitió que los cinco puntos que habían llevado a la reunión con Milei no habían tenido definiciones claras. “Si no contemplan nuestros pedidos, no votaremos el presupuesto”, habría dicho Mauricio. Los gobernadores escucharon pero no dijeron nada. Estar entre la realidad paralela de Milei y el juego personal de Macri no es para nada sencillo.
Y dale con las cajas
La demanda central de Chubut y otra docena de provincias que están en la misma circunstancia es una modificación en la “ley de leyes” en el artículo referido al financiamiento de las cajas previsionales no transferidas. Estos 13 distritos no transfirieron nunca sus cajas a la Nación y entonces deben hacer frente a compromisos muy onerosos. Esa situación se salvaba históricamente con transferencias que ningún gobierno eliminó, salvo el de Milei.
En el caso de Chubut, según lo ha repetido varias veces el propio Torres, la Nación le adeuda a la Provincia unos 60.000 millones de pesos que están frenados por las auditorías que lanzó el Gobierno libertario apenas asumió.
Los gobernadores exigen que se establezca una fecha límite para el proceso de auditorías de las cajas y en la Rosada dicen que no van a pagar nada hasta que no se terminen esos controles de la Anses a las cajas jubilatorias provinciales (el ISSyS, en el caso de Chubut). Es más, ninguna recibió un peso en lo que va del 2024.
Otro punto en el que no se avanzó fue el impuesto a los combustibles líquidos (ICL): las provincias reclaman que se eliminen todas las afectaciones específicas de ese gravamen, como los subsidios para los planes de viviendas FONAVI, el transporte público de pasajeros o Vialidad Nacional. El Gobierno nacional siguió recaudando el impuesto todo este año pero nunca bajó un peso a las provincias, además de abandonar el arreglo de rutas nacionales, eliminar la obra pública y no construir ni una sola vivienda. Los libertarios más locos del mundo.
El uranio y China
Los detalles del encuentro del jueves entre el Presidente y los gobernadores no tuvo voceros precisos, más allá de las frases de ocasión. Pero siempre hay filtraciones que nadie desmiente. Entre ellas -y publicada por tres medios porteños- se habló de un ida y vuelta entre Milei y Torres con el tema minero de por medio. “Los chinos son amigos”, aseguró el Presidente, lejos de aquellas definiciones de principios de su mandato cuando sentenciaba que no iba a hacer negocios con “comunistas”.
Nacho habría aprovechado la ocasión para mencionar que en Chubut existe un proyecto de uranio, un mineral que a los chinos les interesa sobremanera, y Milei habría prometido su apoyo para avanzar con el tema en su próxima visita al gigante asiático.
El peronismo en su laberinto
En esta Argentina esquizofrénica y difícil de explicar, el peronismo se encamina a dar un nuevo paso al frente, pero hacia el abismo. La confirmación de que habrá internas el 17 de noviembre entre Cristina Kirchner y Ricardo Quintela (aunque algunos todavía esperan algún tipo de renunciamiento o alguna traba logística que impida cometer semejante despropósito) no hace más que acolchonar el escenario para que los libertarios sigan cometiendo sus tropelías mientras el peronismo se debate entre egos, banderas y canciones que atrasan.
Nadie puede quitarle mérito a Cristina de querer ser una de las patas de la mesa sobre la que el PJ intente su reconstrucción. Pero no así, sobre una interna innecesaria en un momento inadecuado, y mandando a La Cámpora a limar a Axel Kicillof. Los violinistas del Titanic tenían más argumentos que Máximo Kirchner, que no para de abrir la boca contra el gobernador bonaerense mientras todo se hunde alrededor.
Siempre es buen momento para parafrasear a Juan Carlos Mazzón, “El Chueco”, un viejo operador peronista, que estuvo con casi todos y alguna vez sentenció con fina ironía: “En el peronismo hay algo peor que la traición: el llano.”