“Era importante hacer el ajuste durante vacaciones, para que la gente no se enterara tanto de lo que estaba ocurriendo”. La frase que pronunció Javier Milei el viernes en el Coloquio de IDEA en Mar del Plata, fue celebrada por los poderosos empresarios presentes con sonrisas cómplices y algunas caras de sorpresa ante semejante sincericidio. Ni un coro de focas obsecuentes lo hubieran hecho tan bien.
Leído con el habitual tono monocorde y con cara de estar pronunciando frases brillantes, Milei se regodeó con la crema del mundo empresario y hasta leyó los chistes con un espacio al final para las risas y los aplausos. Todo muy patético, arriba y abajo del escenario.
El Presidente aprovechó la cumbre empresarial para volver a machacar con logros falsos que se contrastan fácilmente con estadísticas oficiales: sin ponerse colorado, dijo que el desempleo bajó al 6% desde que asumió, cuando según el último dato disponible del INDEC, la tasa de desempleo fue de 7,6%.
Miente, que algo quedará
En el país de Milei, que no es la Argentina, el fiscalismo extremo es la única herramienta y todo marcha viento en popa. Pero en la Argentina real, no hay ni una variable que muestre algún atisbo de luz al final del túnel.
Inclusive, los datos que se dan como “positivos” encubren una realidad que duele. Milei celebró que los salarios aumentaron 7,5% en julio y volvieron a ganarle a la inflación mensual (4%), y hasta se animó a decir que los indicadores salariales hilvanaron un crecimiento real por cuatro meses seguidos.
Sin embargo, desde el desembarco de Javier Milei en la Casa Rosada, las remuneraciones perdieron entre 11,2% y 23,5% en términos reales. Según el INDEC, el Índice de Salarios experimentó una suba interanual de 206,2% y quedó por debajo de la dinámica inflacionaria del mismo período de 263,4%. Esta diferencia indica que las percepciones de los trabajadores argentinos perdieron capacidad de compra en el último año. ¿Qué película está viendo Milei?
El salario de los trabajadores argentinos no sólo volvió a caer sino que sigue estando muy por debajo de los máximos históricos. Pasaron casi dos décadas pero el salario ni se entera: hoy se volvió al salario real de 2005 después de una caída que ya dura 7 años, según indica una investigación firmada por Leopoldo Tornarolli, Leonardo Gasparini y Daniel Schteingart, de Argendata/Fundar.
Así y todo, Argentina ha mantenido un nivel medio-alto de ingreso per cápita familiar en América Latina. En algunos períodos, inclusive, registró el mayor nivel de ingreso per cápita familiar de la región y, en la actualidad, está entre los cinco países latinoamericanos de mayor ingreso.
Según Argendata/Fundar, en las últimas décadas el desempeño argentino ha sido peor al promedio de la región y la brecha con el resto de los países se ha achicado notoriamente. Los números son contundentes: en 2023, el salario real fue 31% menor al del pico histórico de 1974. Y la situación empeoró con Milei en la Casa Rosada y Toto Caputo en el Ministerio de Economía.
Por ejemplo, el empleo asalariado registrado cayó en 187.725 puestos en los últimos ocho meses de gestión libertaria, afectando tanto al sector público como privado. La caída en el sector privado es aún más pronunciada, con una contracción del 2,3%, comparado con el 1,2% en el sector público.
Según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el desplome del empleo va de la mano con la caída en la actividad económica, que se contrajo un 3,1% interanual en julio.
Y mientras el empleo asalariado cae, el monotributo sigue en aumento. En julio pasado, por ejemplo, más de 2.144.809 personas estaban registradas como monotributistas, reflejando un aumento de 11.612 puestos en comparación con el mes anterior. Esta tendencia a la precarización laboral es preocupante, ya que el monotributo no ofrece los mismos beneficios y protecciones que el empleo formal.
La IDEA de Nacho
Un par de días antes que Milei, el gobernador de Chubut, Nacho Torres, también pasó por el Coloquio de IDEA y participó de un panel con otros gobernadores: “Es necesaria una Argentina federal, que salga del actual sistema centralista y regresivo”, cuestionó el chubutense.
Nacho planteó la necesidad de políticas de alivio fiscal como las que -dijo- está implementando en Chubut: “Hay que trabajar codo a codo con todos los gobernadores para salir de una matriz fiscal regresiva, si queremos ser por fin un país verdaderamente federal”.
Torres, que arrancó de punta con Milei y luego se alineó con algunos apoyos en el Congreso que le permitieron negociar algunos beneficios para Chubut, no tuvo esta vez ante los empresarios la cautela de los últimos meses: “Nosotros, cada 100 que aportamos recibimos apenas 40, y para muchas de esas asignaciones específicas que deberían estar en puertos y en rutas, ahora que discutimos el rol del Estado, lo cierto es que no es una idea brillante lograr superávit fiscal subejecutando dinero que existe y está, cuando justamente tenemos que generar divisas”, disparó el gobernador.
“¿Cómo vamos a exportar más si los puertos se caen a pedazos y las rutas son un desastre”, cuestionó Torres. “Que hay que bajar la inflación estamos todos de acuerdo, pero ahora hay que definir si queremos ser un país verdaderamente federal”, señaló antes de meterse en un tema álgido que a Milei y su comparsa libertaria les da urticaria: una nueva ley de Coparticipación.
“La discusión hay que darla porque hay un mandato constitucional incumplido. Si el rol del Estado para este gobierno son pura y exclusivamente la seguridad nacional, las relaciones exteriores y la macroeconomía, está perfecto; pero no sigamos cobrando impuestos por cosas que no vamos a hacer”.
Claro como el agua.
Obras paralizadas
La paralización de más de 30.000 obras necesarias para proveer servicios básicos a barrios populares de todo el país fue el centro de un informe publicado por el portal El Destape. Tras seis años de vigencia, el Gobierno nacional frenó el programa que garantizaba el acceso a agua, gas y electricidad en más de 6 mil barrios populares, conocido como Fondo de Integración Socio Urbana (FISU).
Los datos de relevamientos de organizaciones muestran que6,5 millones de personas viven en barrios populares del país, de las cuales el 66% no accede a un suministro formal de energía eléctrica, el 92% no cuenta con agua potable, el 97% no está conectado a la red cloacal, y el 99% no tiene suministro de gas domiciliario. Además, por el freno de las obras, se perdieron más de 25.000 puestos de trabajo de las cooperativas de obras de construcción.
Según el trabajo de El Destape, el desfinanciamiento del FISU afecta en mayor medida a algunas provincias, entre las que está Chubut.
La pasividad con la que la mayoría de los argentinos se sigue tomando los datos de la cruda realidad es un síntoma de la época. Pero Milei debería saber que nada es para siempre.
“Era importante hacer el ajuste durante vacaciones, para que la gente no se enterara tanto de lo que estaba ocurriendo”. La frase que pronunció Javier Milei el viernes en el Coloquio de IDEA en Mar del Plata, fue celebrada por los poderosos empresarios presentes con sonrisas cómplices y algunas caras de sorpresa ante semejante sincericidio. Ni un coro de focas obsecuentes lo hubieran hecho tan bien.
Leído con el habitual tono monocorde y con cara de estar pronunciando frases brillantes, Milei se regodeó con la crema del mundo empresario y hasta leyó los chistes con un espacio al final para las risas y los aplausos. Todo muy patético, arriba y abajo del escenario.
El Presidente aprovechó la cumbre empresarial para volver a machacar con logros falsos que se contrastan fácilmente con estadísticas oficiales: sin ponerse colorado, dijo que el desempleo bajó al 6% desde que asumió, cuando según el último dato disponible del INDEC, la tasa de desempleo fue de 7,6%.
Miente, que algo quedará
En el país de Milei, que no es la Argentina, el fiscalismo extremo es la única herramienta y todo marcha viento en popa. Pero en la Argentina real, no hay ni una variable que muestre algún atisbo de luz al final del túnel.
Inclusive, los datos que se dan como “positivos” encubren una realidad que duele. Milei celebró que los salarios aumentaron 7,5% en julio y volvieron a ganarle a la inflación mensual (4%), y hasta se animó a decir que los indicadores salariales hilvanaron un crecimiento real por cuatro meses seguidos.
Sin embargo, desde el desembarco de Javier Milei en la Casa Rosada, las remuneraciones perdieron entre 11,2% y 23,5% en términos reales. Según el INDEC, el Índice de Salarios experimentó una suba interanual de 206,2% y quedó por debajo de la dinámica inflacionaria del mismo período de 263,4%. Esta diferencia indica que las percepciones de los trabajadores argentinos perdieron capacidad de compra en el último año. ¿Qué película está viendo Milei?
El salario de los trabajadores argentinos no sólo volvió a caer sino que sigue estando muy por debajo de los máximos históricos. Pasaron casi dos décadas pero el salario ni se entera: hoy se volvió al salario real de 2005 después de una caída que ya dura 7 años, según indica una investigación firmada por Leopoldo Tornarolli, Leonardo Gasparini y Daniel Schteingart, de Argendata/Fundar.
Así y todo, Argentina ha mantenido un nivel medio-alto de ingreso per cápita familiar en América Latina. En algunos períodos, inclusive, registró el mayor nivel de ingreso per cápita familiar de la región y, en la actualidad, está entre los cinco países latinoamericanos de mayor ingreso.
Según Argendata/Fundar, en las últimas décadas el desempeño argentino ha sido peor al promedio de la región y la brecha con el resto de los países se ha achicado notoriamente. Los números son contundentes: en 2023, el salario real fue 31% menor al del pico histórico de 1974. Y la situación empeoró con Milei en la Casa Rosada y Toto Caputo en el Ministerio de Economía.
Por ejemplo, el empleo asalariado registrado cayó en 187.725 puestos en los últimos ocho meses de gestión libertaria, afectando tanto al sector público como privado. La caída en el sector privado es aún más pronunciada, con una contracción del 2,3%, comparado con el 1,2% en el sector público.
Según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el desplome del empleo va de la mano con la caída en la actividad económica, que se contrajo un 3,1% interanual en julio.
Y mientras el empleo asalariado cae, el monotributo sigue en aumento. En julio pasado, por ejemplo, más de 2.144.809 personas estaban registradas como monotributistas, reflejando un aumento de 11.612 puestos en comparación con el mes anterior. Esta tendencia a la precarización laboral es preocupante, ya que el monotributo no ofrece los mismos beneficios y protecciones que el empleo formal.
La IDEA de Nacho
Un par de días antes que Milei, el gobernador de Chubut, Nacho Torres, también pasó por el Coloquio de IDEA y participó de un panel con otros gobernadores: “Es necesaria una Argentina federal, que salga del actual sistema centralista y regresivo”, cuestionó el chubutense.
Nacho planteó la necesidad de políticas de alivio fiscal como las que -dijo- está implementando en Chubut: “Hay que trabajar codo a codo con todos los gobernadores para salir de una matriz fiscal regresiva, si queremos ser por fin un país verdaderamente federal”.
Torres, que arrancó de punta con Milei y luego se alineó con algunos apoyos en el Congreso que le permitieron negociar algunos beneficios para Chubut, no tuvo esta vez ante los empresarios la cautela de los últimos meses: “Nosotros, cada 100 que aportamos recibimos apenas 40, y para muchas de esas asignaciones específicas que deberían estar en puertos y en rutas, ahora que discutimos el rol del Estado, lo cierto es que no es una idea brillante lograr superávit fiscal subejecutando dinero que existe y está, cuando justamente tenemos que generar divisas”, disparó el gobernador.
“¿Cómo vamos a exportar más si los puertos se caen a pedazos y las rutas son un desastre”, cuestionó Torres. “Que hay que bajar la inflación estamos todos de acuerdo, pero ahora hay que definir si queremos ser un país verdaderamente federal”, señaló antes de meterse en un tema álgido que a Milei y su comparsa libertaria les da urticaria: una nueva ley de Coparticipación.
“La discusión hay que darla porque hay un mandato constitucional incumplido. Si el rol del Estado para este gobierno son pura y exclusivamente la seguridad nacional, las relaciones exteriores y la macroeconomía, está perfecto; pero no sigamos cobrando impuestos por cosas que no vamos a hacer”.
Claro como el agua.
Obras paralizadas
La paralización de más de 30.000 obras necesarias para proveer servicios básicos a barrios populares de todo el país fue el centro de un informe publicado por el portal El Destape. Tras seis años de vigencia, el Gobierno nacional frenó el programa que garantizaba el acceso a agua, gas y electricidad en más de 6 mil barrios populares, conocido como Fondo de Integración Socio Urbana (FISU).
Los datos de relevamientos de organizaciones muestran que6,5 millones de personas viven en barrios populares del país, de las cuales el 66% no accede a un suministro formal de energía eléctrica, el 92% no cuenta con agua potable, el 97% no está conectado a la red cloacal, y el 99% no tiene suministro de gas domiciliario. Además, por el freno de las obras, se perdieron más de 25.000 puestos de trabajo de las cooperativas de obras de construcción.
Según el trabajo de El Destape, el desfinanciamiento del FISU afecta en mayor medida a algunas provincias, entre las que está Chubut.
La pasividad con la que la mayoría de los argentinos se sigue tomando los datos de la cruda realidad es un síntoma de la época. Pero Milei debería saber que nada es para siempre.