Editorial / Pelucas para todos y todas
“Sí, pelotudo!!! Caes en el FMI porque se acabó el financiamiento voluntario. Forro subnormal.”
Javier Milei, 6 de febrero de 2019, en la red social Twitter.
“Idiota... en mi mundo no existe el FMI. Y si yo fuera gobierno no hubiera caído en el FMI. Así que, pedazo de pelotudo atómico subnormal, revisá lo que escribo antes de opinar de lo que digo.”
Javier Milei, 12 de febrero de 2022, en la red social Twitter.
Milei lo hizo de nuevo. Apremiado por la falta de dólares y desesperado por cerrar cuanto antes con el Fondo Monetario Internacional, mandó un DNU al Congreso y salió airoso al conseguir que 129 diputados se lo aprobaran, a pesar de que en el texto del decreto no hay una sola información sobre los detalles del acuerdo con el organismo internacional.
El “plan económico” de Milei, que no es otra cosa que un brutal ajuste fiscal sin ninguna red de contención, empezó a crujir porque al FMI y a los mercados no les basta con ver una motosierra humeante que destruye todo a su paso. Además de todo eso, le piden un ajuste del tipo de cambio que el presidente y su ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, se siguen resistiendo a implementar. La única duda es cuándo lo van a tener que hacer.
En el medio de ese dilema y sin peso propio en el Congreso, Milei igual consiguió los votos suficientes para imponer un DNU que es un cheque en blanco. Ya contaba con el apoyo casi incondicional del PRO y de los radicales con peluca, pero ahora sumó a los legisladores de la renacida Elisa Carrió, que un día reapareció para cuestionar a Milei y al otro día ya acomodó su osamenta en la vereda del sol.
Esta vez, además, se sintió más claro el apoyo parlamentario que le dieron varios gobernadores, entre ellos el chubutense Nacho Torres. En el Congreso ya empezaron a hablar de los “gobernadores con peluca”. Cuánta maldad.
Todas la manos, todas
Nadie tiene dudas que los diputados y senadores que responden a Torres han venido apoyando todas y cada una de las necesidades parlamentarias que ha tenido Milei. Con tono crítico, el chubutense y sus espadas en el Congreso, estratégicamente repartidas en varios bloques que siempre terminan confluyendo a favor de La Libertad Avanza, se han convertido en un aliado incondicional del Gobierno cuando las papas queman.
“El gobernador nos pidió levantar la mano porque la Provincia necesita plata”, dijo sin medias tintas el sindicalista petrolero Jorge “Loma” Ávila, que será recordado como uno de los representantes de los trabajadores que apoyó que un gobierno de ultraderecha se siga endeudando con el FMI para pagar la deuda que el gobierno de Mauricio Macri tomó, a costa de seguir ajustando a los que menos tienen. Una mochila pesada para el petrolero.
Ávila justificó su accionar con frases que parecieron salidas de la boca de un empresario: “Lo hicimos porque la provincia necesita plata y poder tomar deuda, porque después uno observa a todos los desocupados y hay que solucionar eso. Tenemos que poner la mano para ver como cerramos las cuenta”, intentó justificarse. En vano, por supuesto.
La calle de vuelta de ese acuerdo explícito del Gobierno de Chubut con la Nación no ha mostrado, al menos hasta ahora, ningún beneficio concreto para la Provincia. En Rawson se sigue echando mano al acuerdo de desendeudamiento con Nación como un gran avance y ahora, tal vez, empiecen a hablar más de la autorización que la Casa Rosada le dio a Chubut para endeudarse en 145 millones de dólares. Parece demasiado poco para todo el apoyo que se le ha venido dando al Gobierno nacional en el Congreso.
Ni hablar del famoso RIGI (Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones), que casi un año después de su aprobación no ha dado ni una señal en Chubut.
Juntos o liberados
La única condición que ha puesto Torres para convivir con Milei es no quedar atrapado en una alianza electoral para los comicios de medio término, que se desarrollarán el 26 de octubre próximo.
El gobernador tiene sus propios planes para reforzar su gestión y no incluye una convivencia electoral con los libertarios. A lo sumo, el reparto de algunos cargos entre dirigentes que apoyan a Milei de la boca para afuera pero que no están alineados con la línea libertaria oficial, que conduce el inefable diputado nacional César Treffinger.
El plan de Torres es apalancarse en los intendentes y construir un frente electoral heterogéneo que le permita ganar las elecciones. Si no hay sorpresas, las dos bancas que estarán en juego se repartirán entre el armado oficial y el libertario, dejando afuera al devastado peronismo.
El tema es quién sacará la mayor cantidad de votos. En este sentido, los libertarios de Chubut tienen algunas ventajas: no arriesgan una banca; tienen asegurada una de las dos que están juego; y casi no tienen nada para perder. Lo que se dice, un rival peligroso.
El riesgo que corre el Gobierno provincial lo encarnan los votantes de Milei, muchos de los cuales se inclinaron por Torres el 30 de julio de 2023 para que sea gobernador, pero dos semanas después, en las PASO presidenciales del 13 de agosto, llenaron las urnas de votos de Milei. Según algunas encuestas, muchos de ellos siguen apoyando a Torres pero también al Presidente.
Por ese lado se entiende que Torres no rompa lazos con la Casa Rosada, apoye todo lo que tenga que apoyar y se posiciones como un “opositor dialoguista”.
El camino de la convivencia, sobre todo por la incontinencia verbal de Milei, es para Torres y todos los que ofrecen “gobernabilidad” un desfiladero que puede ser tan tentador como peligroso.
Panorama sombrío
Esta semana se conoció un informe que contiene expectativas muy pesimistas: el 75% de los 36 sindicatos industriales que integran la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (CSIRA) anticipan que la situación económica de la actividad se agravará en el próximo trimestre.
Según estos gremios, el primer año de gobierno de Milei cerró con una fuerte caída en el sector industrial, tanto en la producción como en el empleo, y también en la cantidad de empresas.
En 2024, la caída de la producción industrial fue muy pronunciada: 9,4% con respecto al año 2023. Quince de las dieciséis grandes ramas que monitorea el INDEC cayeron el año pasado, a excepción de la refinación de petróleo, que subió 2%.
Las perspectivas, según lo gremios industriales, son inciertas: en enero, por ejemplo, se registró una nueva contracción de la actividad industrial, que agravó las cifras del año anterior: durante todo el año pasado cerraron 2.333 empresas, incluyendo los rubros de minería y construcción, de acuerdo con los datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT). En particular, también se redujo la cantidad de empresas industriales manufactureras, terminando con 1.130 empresas menos aportando a las ART (-2,3%).
Y para coronar el hundimiento, se perdieron en todo el año pasado 107.473 puestos de trabajo vinculados al sector industrial.
¿Viva la libertad, carajo?
“Sí, pelotudo!!! Caes en el FMI porque se acabó el financiamiento voluntario. Forro subnormal.”
Javier Milei, 6 de febrero de 2019, en la red social Twitter.
“Idiota... en mi mundo no existe el FMI. Y si yo fuera gobierno no hubiera caído en el FMI. Así que, pedazo de pelotudo atómico subnormal, revisá lo que escribo antes de opinar de lo que digo.”
Javier Milei, 12 de febrero de 2022, en la red social Twitter.
Milei lo hizo de nuevo. Apremiado por la falta de dólares y desesperado por cerrar cuanto antes con el Fondo Monetario Internacional, mandó un DNU al Congreso y salió airoso al conseguir que 129 diputados se lo aprobaran, a pesar de que en el texto del decreto no hay una sola información sobre los detalles del acuerdo con el organismo internacional.
El “plan económico” de Milei, que no es otra cosa que un brutal ajuste fiscal sin ninguna red de contención, empezó a crujir porque al FMI y a los mercados no les basta con ver una motosierra humeante que destruye todo a su paso. Además de todo eso, le piden un ajuste del tipo de cambio que el presidente y su ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, se siguen resistiendo a implementar. La única duda es cuándo lo van a tener que hacer.
En el medio de ese dilema y sin peso propio en el Congreso, Milei igual consiguió los votos suficientes para imponer un DNU que es un cheque en blanco. Ya contaba con el apoyo casi incondicional del PRO y de los radicales con peluca, pero ahora sumó a los legisladores de la renacida Elisa Carrió, que un día reapareció para cuestionar a Milei y al otro día ya acomodó su osamenta en la vereda del sol.
Esta vez, además, se sintió más claro el apoyo parlamentario que le dieron varios gobernadores, entre ellos el chubutense Nacho Torres. En el Congreso ya empezaron a hablar de los “gobernadores con peluca”. Cuánta maldad.
Todas la manos, todas
Nadie tiene dudas que los diputados y senadores que responden a Torres han venido apoyando todas y cada una de las necesidades parlamentarias que ha tenido Milei. Con tono crítico, el chubutense y sus espadas en el Congreso, estratégicamente repartidas en varios bloques que siempre terminan confluyendo a favor de La Libertad Avanza, se han convertido en un aliado incondicional del Gobierno cuando las papas queman.
“El gobernador nos pidió levantar la mano porque la Provincia necesita plata”, dijo sin medias tintas el sindicalista petrolero Jorge “Loma” Ávila, que será recordado como uno de los representantes de los trabajadores que apoyó que un gobierno de ultraderecha se siga endeudando con el FMI para pagar la deuda que el gobierno de Mauricio Macri tomó, a costa de seguir ajustando a los que menos tienen. Una mochila pesada para el petrolero.
Ávila justificó su accionar con frases que parecieron salidas de la boca de un empresario: “Lo hicimos porque la provincia necesita plata y poder tomar deuda, porque después uno observa a todos los desocupados y hay que solucionar eso. Tenemos que poner la mano para ver como cerramos las cuenta”, intentó justificarse. En vano, por supuesto.
La calle de vuelta de ese acuerdo explícito del Gobierno de Chubut con la Nación no ha mostrado, al menos hasta ahora, ningún beneficio concreto para la Provincia. En Rawson se sigue echando mano al acuerdo de desendeudamiento con Nación como un gran avance y ahora, tal vez, empiecen a hablar más de la autorización que la Casa Rosada le dio a Chubut para endeudarse en 145 millones de dólares. Parece demasiado poco para todo el apoyo que se le ha venido dando al Gobierno nacional en el Congreso.
Ni hablar del famoso RIGI (Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones), que casi un año después de su aprobación no ha dado ni una señal en Chubut.
Juntos o liberados
La única condición que ha puesto Torres para convivir con Milei es no quedar atrapado en una alianza electoral para los comicios de medio término, que se desarrollarán el 26 de octubre próximo.
El gobernador tiene sus propios planes para reforzar su gestión y no incluye una convivencia electoral con los libertarios. A lo sumo, el reparto de algunos cargos entre dirigentes que apoyan a Milei de la boca para afuera pero que no están alineados con la línea libertaria oficial, que conduce el inefable diputado nacional César Treffinger.
El plan de Torres es apalancarse en los intendentes y construir un frente electoral heterogéneo que le permita ganar las elecciones. Si no hay sorpresas, las dos bancas que estarán en juego se repartirán entre el armado oficial y el libertario, dejando afuera al devastado peronismo.
El tema es quién sacará la mayor cantidad de votos. En este sentido, los libertarios de Chubut tienen algunas ventajas: no arriesgan una banca; tienen asegurada una de las dos que están juego; y casi no tienen nada para perder. Lo que se dice, un rival peligroso.
El riesgo que corre el Gobierno provincial lo encarnan los votantes de Milei, muchos de los cuales se inclinaron por Torres el 30 de julio de 2023 para que sea gobernador, pero dos semanas después, en las PASO presidenciales del 13 de agosto, llenaron las urnas de votos de Milei. Según algunas encuestas, muchos de ellos siguen apoyando a Torres pero también al Presidente.
Por ese lado se entiende que Torres no rompa lazos con la Casa Rosada, apoye todo lo que tenga que apoyar y se posiciones como un “opositor dialoguista”.
El camino de la convivencia, sobre todo por la incontinencia verbal de Milei, es para Torres y todos los que ofrecen “gobernabilidad” un desfiladero que puede ser tan tentador como peligroso.
Panorama sombrío
Esta semana se conoció un informe que contiene expectativas muy pesimistas: el 75% de los 36 sindicatos industriales que integran la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (CSIRA) anticipan que la situación económica de la actividad se agravará en el próximo trimestre.
Según estos gremios, el primer año de gobierno de Milei cerró con una fuerte caída en el sector industrial, tanto en la producción como en el empleo, y también en la cantidad de empresas.
En 2024, la caída de la producción industrial fue muy pronunciada: 9,4% con respecto al año 2023. Quince de las dieciséis grandes ramas que monitorea el INDEC cayeron el año pasado, a excepción de la refinación de petróleo, que subió 2%.
Las perspectivas, según lo gremios industriales, son inciertas: en enero, por ejemplo, se registró una nueva contracción de la actividad industrial, que agravó las cifras del año anterior: durante todo el año pasado cerraron 2.333 empresas, incluyendo los rubros de minería y construcción, de acuerdo con los datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT). En particular, también se redujo la cantidad de empresas industriales manufactureras, terminando con 1.130 empresas menos aportando a las ART (-2,3%).
Y para coronar el hundimiento, se perdieron en todo el año pasado 107.473 puestos de trabajo vinculados al sector industrial.
¿Viva la libertad, carajo?