Editorial / Empleicidio
Con un año de Milei en el Gobierno, la tasa de desocupación creció en relación a 2023, revirtiendo la tendencia a la baja que se reportaba desde la pospandemia.
La semana pasada, el INDEC publicó los datos del mercado del trabajo en el tercer trimestre del año. En medio de la “primavera” libertaria, que intenta transformar a algunos datos de la macroeconomía como el inicio de una etapa virtuosa, o a las encuestas que presuntamente indicarían un fuerte respaldo al presidente Javier Milei, la economía real es más difícil de disfrazar y muestra otro desempeño.
ElCentro de Economía Política Argentina (CEPA) hizo un descarnado análisis de los datos del desempleo y del subempleo que siembran dudas sobre el lecho de rosas que Milei, “Toto” Caputo” y Federico Sturzenegger aseguran estar generando para el resto de los argentinos.
En resumen, la tasa de desocupación se ubicó en 6,9% en el tercer trimestre de 2024, lo que marca un alza de 1,2 puntos porcentuales en relación con el mismo período de 2023, revirtiendo la tendencia a la baja que se reportaba en la pospandemia.
Pero hay más: la tasa de actividad en el tercer trimestre del año (48,3%) se mantuvo estable en relación al mismo trimestre de 2023 (último mes de gestión de Alberto Fernández y Sergio Massa), mientras que la tasa de empleo (45%), registró una leve reducción (-0,5 puntos porcentuales) en relación al mismo período.
Blanco y negro
Una aproximación al nivel de registración del empleo puede ser el análisis de la población ocupada dividida entre personas ocupadas con descuento jubilatorio, y población ocupada sin descuento jubilatorio (en “negro”). Así, en el tercer trimestre del 2024, el primer grupo representó 20,8% de la población total (mostrando una reducción de 1 punto porcentual con respecto al mismo trimestre del año anterior), mientras que el segundo grupo abarcó al 12,1% (0,1 puntos porcentuales por debajo del mismo trimestre de 2023).
“De esta manera -señala el informe del CEPA-, en relación al tercer trimestre del 2023, se verifica una reducción en la cantidad de personas ocupadas con descuento jubilatorio (-3,8% interanual), mientras que se mantuvo estable la cantidad de personas ocupadas sin descuento jubilatorio (+0.04% interanual).
En resumen, en el tercer trimestre de 2024, se verifica una reducción en la población ocupada “con descuento jubilatorio” (-3,8%), siendo la principal causa en la reducción del empleo, atento a que la población ocupada en “negro” registró un leve incremento (+0,04%).
A esto hay que sumarle la presión sobre el mercado de trabajo de la población ocupada demandante y subocupada. Los primeros son aquellas personas que tienen un empleo y buscan activamente otro porque no les alcanzan los ingresos, cuya tasa tuvo un incremento considerable (+2,4 puntos porcentuales) respecto a los niveles del mismo trimestre del año 2023.
Mientras que la población subocupada, es decir, aquella integrada por personas ocupadas que trabajan menos de 35 horas semanales, mostró un incremento respecto del tercer trimestre del 2023 (+1,1 puntos porcentuales interanual).
Concluye el CEPA: “Podemos lograr una aproximación a la presión sobre el mercado de trabajo considerando a la totalidad de las personas que se encuentran en la búsqueda de empleo, ya sea que se encuentren desocupadas, subocupadas, o bien ocupadas demandando un nuevo puesto. En este sentido, el número de personas que se encuentra en tal situación se incrementó sustancialmente respecto del tercer trimestre de 2023, trepando en un 15,4%”. El dato es lapidario.
Y más contundente aún es otro dato subyacente: “En relación al tercer trimestre de 2023, se destruyeron 28 mil puestos de trabajo; mientras que con relación al mismo período, la Población Económicamente Activa (los mayores de 18 años en condiciones de trabajar) incorporó a 152 mil nuevas personas. Esto da lugar a un aumento en la cantidad de desocupados absolutos en términos interanuales de unos 180 mil casos. En términos absolutos y considerando la población total, estamos hablando de 1.575.000 casos de desocupados”, sentencia el informe.
Y por casa cómo andamos
El informe del INDEC divulgó, además, datos sobre los dos mayores aglomerados urbanos de Chubut: Comodoro Rivadavia-Rada Tilly y Trelew-Rawson. En ambos casos marcó un descenso de la tasa de desempleo que tiene sus matices y genera dudas.
En la zona sur de Chubut, por ejemplo, el organismo nacional que maneja Marco Lavagna (que fue puesto en el cargo por Alberto Fernández pero aceptó continuar y ser funcionario de Milei) reportó una tasa de desocupación de 2,7% para el tercer trimestre, contra 3,6% del trimestre anterior.
Según el INDEC, en la zona industrial más desarrollada de Chubut hay unos 3 mil desocupados, más 7 mil ocupados demandantes y otros 7 mil subocupados.
Pero el problema de Comodoro, que siempre expuso tasas más bajas de desempleo que la zona del Valle Inferior, es que el último informe del INDEC la ubica con una tasa de actividad en Comodoro 39,5%, el más bajo entre los 31 conglomerados urbanos del país que mide el organismo.
Para que se entienda, la “actividad” se mide como el porcentaje de la Población Económicamente Activa (compuesta por quienes trabajan y quienes están desocupados, pero están en busca de un empleo) sobre la población total de la ciudad. Es decir, en la zona sur de Chubut baja el desempleo pero también de manera fuerte la actividad, una señal muy negativa.
En Trelew-Rawson, la baja fue del desempleo fue mucho más importante pero difícil de explicar: de 9% que se registró en el segundo trimestre de este año se pasó a 4,9% en el tercero. El desagregado de datos es más confuso aún: según el INDEC, en la zona del Valle Inferior había unos 6 mil desocupados a finales de junio y apenas 3 mil a finales de septiembre. Raro.
Con el nivel de actividad pasa más o menos lo mismo: en Trelew-Rawson bajó a 43% y sigue estando muy por debajo del promedio nacional, que se ubicó en el 48,3%.
Cualquier especialista o persona medianamente informada sobre cuestiones económicas puede entender que cuanto más baja es la tasa de actividad, menos son las personas que se vuelcan al mercado de trabajo, haciendo aumentar el índice de inactivos. Es decir, personas que no tienen trabajo, o tienen uno pero no consiguen otro, y dejan de buscar. Una combinación preocupante.
Sólo para comparar, se pueden mencionar que el INDEC informó un desempleo de 5,8% para Neuquén-Plottier (con Vaca Muerta a la cabeza), una tasa mayor a la de Trelew-Rawson o Comodoro-Rada Tilly, pero con un nivel de actividad del 46,8%.
En resumen, el problema de Chubut es el desempleo pero, más aún, que la actividad económica no se recupere y siga cayendo a límites históricos.
La semana pasada, el INDEC publicó los datos del mercado del trabajo en el tercer trimestre del año. En medio de la “primavera” libertaria, que intenta transformar a algunos datos de la macroeconomía como el inicio de una etapa virtuosa, o a las encuestas que presuntamente indicarían un fuerte respaldo al presidente Javier Milei, la economía real es más difícil de disfrazar y muestra otro desempeño.
ElCentro de Economía Política Argentina (CEPA) hizo un descarnado análisis de los datos del desempleo y del subempleo que siembran dudas sobre el lecho de rosas que Milei, “Toto” Caputo” y Federico Sturzenegger aseguran estar generando para el resto de los argentinos.
En resumen, la tasa de desocupación se ubicó en 6,9% en el tercer trimestre de 2024, lo que marca un alza de 1,2 puntos porcentuales en relación con el mismo período de 2023, revirtiendo la tendencia a la baja que se reportaba en la pospandemia.
Pero hay más: la tasa de actividad en el tercer trimestre del año (48,3%) se mantuvo estable en relación al mismo trimestre de 2023 (último mes de gestión de Alberto Fernández y Sergio Massa), mientras que la tasa de empleo (45%), registró una leve reducción (-0,5 puntos porcentuales) en relación al mismo período.
Blanco y negro
Una aproximación al nivel de registración del empleo puede ser el análisis de la población ocupada dividida entre personas ocupadas con descuento jubilatorio, y población ocupada sin descuento jubilatorio (en “negro”). Así, en el tercer trimestre del 2024, el primer grupo representó 20,8% de la población total (mostrando una reducción de 1 punto porcentual con respecto al mismo trimestre del año anterior), mientras que el segundo grupo abarcó al 12,1% (0,1 puntos porcentuales por debajo del mismo trimestre de 2023).
“De esta manera -señala el informe del CEPA-, en relación al tercer trimestre del 2023, se verifica una reducción en la cantidad de personas ocupadas con descuento jubilatorio (-3,8% interanual), mientras que se mantuvo estable la cantidad de personas ocupadas sin descuento jubilatorio (+0.04% interanual).
En resumen, en el tercer trimestre de 2024, se verifica una reducción en la población ocupada “con descuento jubilatorio” (-3,8%), siendo la principal causa en la reducción del empleo, atento a que la población ocupada en “negro” registró un leve incremento (+0,04%).
A esto hay que sumarle la presión sobre el mercado de trabajo de la población ocupada demandante y subocupada. Los primeros son aquellas personas que tienen un empleo y buscan activamente otro porque no les alcanzan los ingresos, cuya tasa tuvo un incremento considerable (+2,4 puntos porcentuales) respecto a los niveles del mismo trimestre del año 2023.
Mientras que la población subocupada, es decir, aquella integrada por personas ocupadas que trabajan menos de 35 horas semanales, mostró un incremento respecto del tercer trimestre del 2023 (+1,1 puntos porcentuales interanual).
Concluye el CEPA: “Podemos lograr una aproximación a la presión sobre el mercado de trabajo considerando a la totalidad de las personas que se encuentran en la búsqueda de empleo, ya sea que se encuentren desocupadas, subocupadas, o bien ocupadas demandando un nuevo puesto. En este sentido, el número de personas que se encuentra en tal situación se incrementó sustancialmente respecto del tercer trimestre de 2023, trepando en un 15,4%”. El dato es lapidario.
Y más contundente aún es otro dato subyacente: “En relación al tercer trimestre de 2023, se destruyeron 28 mil puestos de trabajo; mientras que con relación al mismo período, la Población Económicamente Activa (los mayores de 18 años en condiciones de trabajar) incorporó a 152 mil nuevas personas. Esto da lugar a un aumento en la cantidad de desocupados absolutos en términos interanuales de unos 180 mil casos. En términos absolutos y considerando la población total, estamos hablando de 1.575.000 casos de desocupados”, sentencia el informe.
Y por casa cómo andamos
El informe del INDEC divulgó, además, datos sobre los dos mayores aglomerados urbanos de Chubut: Comodoro Rivadavia-Rada Tilly y Trelew-Rawson. En ambos casos marcó un descenso de la tasa de desempleo que tiene sus matices y genera dudas.
En la zona sur de Chubut, por ejemplo, el organismo nacional que maneja Marco Lavagna (que fue puesto en el cargo por Alberto Fernández pero aceptó continuar y ser funcionario de Milei) reportó una tasa de desocupación de 2,7% para el tercer trimestre, contra 3,6% del trimestre anterior.
Según el INDEC, en la zona industrial más desarrollada de Chubut hay unos 3 mil desocupados, más 7 mil ocupados demandantes y otros 7 mil subocupados.
Pero el problema de Comodoro, que siempre expuso tasas más bajas de desempleo que la zona del Valle Inferior, es que el último informe del INDEC la ubica con una tasa de actividad en Comodoro 39,5%, el más bajo entre los 31 conglomerados urbanos del país que mide el organismo.
Para que se entienda, la “actividad” se mide como el porcentaje de la Población Económicamente Activa (compuesta por quienes trabajan y quienes están desocupados, pero están en busca de un empleo) sobre la población total de la ciudad. Es decir, en la zona sur de Chubut baja el desempleo pero también de manera fuerte la actividad, una señal muy negativa.
En Trelew-Rawson, la baja fue del desempleo fue mucho más importante pero difícil de explicar: de 9% que se registró en el segundo trimestre de este año se pasó a 4,9% en el tercero. El desagregado de datos es más confuso aún: según el INDEC, en la zona del Valle Inferior había unos 6 mil desocupados a finales de junio y apenas 3 mil a finales de septiembre. Raro.
Con el nivel de actividad pasa más o menos lo mismo: en Trelew-Rawson bajó a 43% y sigue estando muy por debajo del promedio nacional, que se ubicó en el 48,3%.
Cualquier especialista o persona medianamente informada sobre cuestiones económicas puede entender que cuanto más baja es la tasa de actividad, menos son las personas que se vuelcan al mercado de trabajo, haciendo aumentar el índice de inactivos. Es decir, personas que no tienen trabajo, o tienen uno pero no consiguen otro, y dejan de buscar. Una combinación preocupante.
Sólo para comparar, se pueden mencionar que el INDEC informó un desempleo de 5,8% para Neuquén-Plottier (con Vaca Muerta a la cabeza), una tasa mayor a la de Trelew-Rawson o Comodoro-Rada Tilly, pero con un nivel de actividad del 46,8%.
En resumen, el problema de Chubut es el desempleo pero, más aún, que la actividad económica no se recupere y siga cayendo a límites históricos.