Un informe del Consejo Federal de Inversiones (CFI), el organismo fundado por todas las provincias argentinas hace casi 70 años, estima una caída promedio de la recaudación de un 4% para todo 2025. Fue una señal de alarma más que generó una nueva reunión de gobernadores, que se encontrarán este lunes en CABA para analizar el impacto que causará esa baja sobre las cuentas provinciales.
La preocupación es atendible: las cuentas provinciales -Chubut no es la excepción- están al límite y algunas, ya en rojo. Lo que sigue pareciendo una contradicción es que muchos de esos gobernadores que se preocupan en privado mandan a sus legisladores a votar casi todo lo que pide la Casa Rosada. En ese lote se ubica el chubutense Nacho Torres, que sigue depositando esperanzas en un Gobierno con el que hay algunos puntos de contacto pero que, por ahora, no le ha devuelto casi ninguna pelota redonda desde que comenzó el partido hace diecisiete meses.
Algo parecido ocurrió con el rionegrino Alberto Weretilneck, que después de acercarse a la Rosada y aportar votos claves para los intereses libertarios, vio caer a pedazos el proyecto de planta de GNL que el presidente Javier Milei le había birlado a la Provincia de Buenos Aires. En los últimos días empezó a marcar distancia: “Es el peor momento del vínculo entre Nación y las provincias. Tenemos un Gobierno central que ni entiende, ni conoce, ni se preocupa por los temas de quienes vivimos en el interior del país”, disparó el rionegrino.
Weretilneck está enojado porque el Gobierno nacional no le ha pagado con obras sus apoyos en el Congreso. Nadie sabe cuánto le va a durar el enojo, pero al menos levanta la voz mientras el resto de sus colegas “dialoguistas” hacen críticas en privado y un estruendoso silencio en público.
La “Copa”, en caída libre
El informe del CFI es lapidario: las transferencias automáticas a las provincias en 2023 y 2024 promedian una caída del 4%, pero hay provincias como Santa Fe y La Pampa donde la caída de la coparticipación llega a los seis puntos.
En la reunión de este lunes, los gobernadores le darán vuelta a estos números preocupantes pero también incluyeron en la agenda el estado de las rutas nacionales, que en el caso de Chubut están en un abandono casi completo.
El año pasado, cuando el reparto empezó a caer, el ministro de Economía Luis Caputo les prometió a los gobernadores que en 2025 las cosas iban a mejorar considerablemente por la suba de la recaudación y el crecimiento económico que se avecinaba. Pero a las puertas de junio, no ocurrió ninguna de las dos cosas y las proyecciones para el segundo semestre tampoco son buenas.
Hace pocos días, los gobernadores recibieron una nueva presión del ministro Caputo para aceptar el plan de Milei para fomentar el uso de los dólares “del colchón”. Fue durante una reunión virtual en el que los funcionarios nacionales les explicaron en detalle el “Plan de Reparación Histórica de los Ahorros de los Argentinos”, la pomposa definición que eligió el Presidente para su propuesta. No se trató de una “masterclass” sino de una clara presión para que los gobernadores adhieran al nuevo régimen.
El catamarqueño Raúl Jalil y el tucumano Osvaldo Jaldo fueron los primeros en someterse a Milei y Caputo, y la semana pasada fueron los primeros en firmar la adhesión.
Torres estuvo en un segundo grupo de gobernadores que, de manera virtual, recibió la sugerencia de sumarse cuanto antes, a riesgo de quedar excluidas del acceso a la información de facturación de personas y empresas, así como de los datos relacionados con consumos superiores a los $ 50 millones. Esta disposición, detalló ARCA, busca incentivar la participación de las provincias en el nuevo esquema y asegurar la transparencia en el manejo de la información fiscal.
Esta semana habría novedades.
Números rojos
Para que cualquier ciudadano de a pie entienda de qué se trata, la masa coparticipable bruta se conforma con el 100% de la recaudación del Impuesto a las Ganancias, el 89% del IVA, el 100% de los Impuestos Internos Coparticipables, además de otros impuestos menores.
Pero tomando en cuenta las transferencias de 2023, por ejemplo, el 95% de las transferencias por Coparticipación de Nación a las Provincias se nutrieron del Impuesto a las Ganancias y el IVA.
¿Qué pasó desde entonces? Según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), considerando las transferencias de Coparticipación, la recaudación por IVA se redujo 1,4% interanual en términos reales en abril de 2025 y viene cayendo desde hace varios meses. Sólo para comparar, en 2023 prácticamente todos los meses habían exhibido subas en términos reales mientras que en 2024 la recaudación cayó en ocho de los doce meses, señala el CEPA.
En definitiva, si la Nación no mejora la recaudación y cada vez reparte menos, no se termina de entender la sumisión de muchos gobernadores. Ni siquiera las expectativas son buenas hacia adelante, por lo cual sólo se explica semejante tibieza en el temor que tienen de no dar la talla en las próximas elecciones parlamentarias.
La dura derrota de Jorge Macri en CABA encendió las preocupaciones del resto. Pelearse con la Rosada, dice la mayoría, no es un buen negocio. Pero ser extremadamente cauto, al parecer, tampoco. Y perder las elecciones de medio término en sus distritos a manos de la ola violeta” podría ser una mancha difícil de sacar.
Un informe del Consejo Federal de Inversiones (CFI), el organismo fundado por todas las provincias argentinas hace casi 70 años, estima una caída promedio de la recaudación de un 4% para todo 2025. Fue una señal de alarma más que generó una nueva reunión de gobernadores, que se encontrarán este lunes en CABA para analizar el impacto que causará esa baja sobre las cuentas provinciales.
La preocupación es atendible: las cuentas provinciales -Chubut no es la excepción- están al límite y algunas, ya en rojo. Lo que sigue pareciendo una contradicción es que muchos de esos gobernadores que se preocupan en privado mandan a sus legisladores a votar casi todo lo que pide la Casa Rosada. En ese lote se ubica el chubutense Nacho Torres, que sigue depositando esperanzas en un Gobierno con el que hay algunos puntos de contacto pero que, por ahora, no le ha devuelto casi ninguna pelota redonda desde que comenzó el partido hace diecisiete meses.
Algo parecido ocurrió con el rionegrino Alberto Weretilneck, que después de acercarse a la Rosada y aportar votos claves para los intereses libertarios, vio caer a pedazos el proyecto de planta de GNL que el presidente Javier Milei le había birlado a la Provincia de Buenos Aires. En los últimos días empezó a marcar distancia: “Es el peor momento del vínculo entre Nación y las provincias. Tenemos un Gobierno central que ni entiende, ni conoce, ni se preocupa por los temas de quienes vivimos en el interior del país”, disparó el rionegrino.
Weretilneck está enojado porque el Gobierno nacional no le ha pagado con obras sus apoyos en el Congreso. Nadie sabe cuánto le va a durar el enojo, pero al menos levanta la voz mientras el resto de sus colegas “dialoguistas” hacen críticas en privado y un estruendoso silencio en público.
La “Copa”, en caída libre
El informe del CFI es lapidario: las transferencias automáticas a las provincias en 2023 y 2024 promedian una caída del 4%, pero hay provincias como Santa Fe y La Pampa donde la caída de la coparticipación llega a los seis puntos.
En la reunión de este lunes, los gobernadores le darán vuelta a estos números preocupantes pero también incluyeron en la agenda el estado de las rutas nacionales, que en el caso de Chubut están en un abandono casi completo.
El año pasado, cuando el reparto empezó a caer, el ministro de Economía Luis Caputo les prometió a los gobernadores que en 2025 las cosas iban a mejorar considerablemente por la suba de la recaudación y el crecimiento económico que se avecinaba. Pero a las puertas de junio, no ocurrió ninguna de las dos cosas y las proyecciones para el segundo semestre tampoco son buenas.
Hace pocos días, los gobernadores recibieron una nueva presión del ministro Caputo para aceptar el plan de Milei para fomentar el uso de los dólares “del colchón”. Fue durante una reunión virtual en el que los funcionarios nacionales les explicaron en detalle el “Plan de Reparación Histórica de los Ahorros de los Argentinos”, la pomposa definición que eligió el Presidente para su propuesta. No se trató de una “masterclass” sino de una clara presión para que los gobernadores adhieran al nuevo régimen.
El catamarqueño Raúl Jalil y el tucumano Osvaldo Jaldo fueron los primeros en someterse a Milei y Caputo, y la semana pasada fueron los primeros en firmar la adhesión.
Torres estuvo en un segundo grupo de gobernadores que, de manera virtual, recibió la sugerencia de sumarse cuanto antes, a riesgo de quedar excluidas del acceso a la información de facturación de personas y empresas, así como de los datos relacionados con consumos superiores a los $ 50 millones. Esta disposición, detalló ARCA, busca incentivar la participación de las provincias en el nuevo esquema y asegurar la transparencia en el manejo de la información fiscal.
Esta semana habría novedades.
Números rojos
Para que cualquier ciudadano de a pie entienda de qué se trata, la masa coparticipable bruta se conforma con el 100% de la recaudación del Impuesto a las Ganancias, el 89% del IVA, el 100% de los Impuestos Internos Coparticipables, además de otros impuestos menores.
Pero tomando en cuenta las transferencias de 2023, por ejemplo, el 95% de las transferencias por Coparticipación de Nación a las Provincias se nutrieron del Impuesto a las Ganancias y el IVA.
¿Qué pasó desde entonces? Según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), considerando las transferencias de Coparticipación, la recaudación por IVA se redujo 1,4% interanual en términos reales en abril de 2025 y viene cayendo desde hace varios meses. Sólo para comparar, en 2023 prácticamente todos los meses habían exhibido subas en términos reales mientras que en 2024 la recaudación cayó en ocho de los doce meses, señala el CEPA.
En definitiva, si la Nación no mejora la recaudación y cada vez reparte menos, no se termina de entender la sumisión de muchos gobernadores. Ni siquiera las expectativas son buenas hacia adelante, por lo cual sólo se explica semejante tibieza en el temor que tienen de no dar la talla en las próximas elecciones parlamentarias.
La dura derrota de Jorge Macri en CABA encendió las preocupaciones del resto. Pelearse con la Rosada, dice la mayoría, no es un buen negocio. Pero ser extremadamente cauto, al parecer, tampoco. Y perder las elecciones de medio término en sus distritos a manos de la ola violeta” podría ser una mancha difícil de sacar.