Editorial / Una herramienta, no la solución

El Gobierno de Chubut consiguió votos hasta del peronismo para poder endeudarse en 650 millones de dólares. Un paso arriesgado y necesario porque los tiempos que vienen no serán sencillos para la Provincia.

Torres aplaude, Taboada saluda. Buena semana para el Gobierno en la Legislatura.
26 ABR 2025 - 14:04 | Actualizado 26 ABR 2025 - 21:32

El gobernador Nacho Torres y su ministro de Economía, Miguel Arnaudo, no se cansan de repetirlo en las reuniones de Gabinete: la situación económica y financiera de Chubut sigue siendo crítica, con un equilibrio fiscal “fino” que no permite hacer locuras.

Sólo a modo de ejemplo, cuentan que hacer frente a los vencimientos de deuda (ya refinanciada por el actual gobierno, que asegura haber desactivado una “bomba financiera” dejada por la gestión anterior) le insume unos 20.000 millones de pesos por mes, el 20% de lo que representa la masa salarial de todos los empleados públicos.

Con caída de ingresos por regalías y coparticipación, sin fondos de Nación para obra pública, el Gobierno no tuvo más remedio que salir a decirle a los gremios de trabajadores estatales que no reabrirá las paritarias hasta julio y festejó como un gol, con hinchada de Camioneros incluido, haber logrado un endeudamiento de 650 millones de dólares.

Por cierto, una cifra muy similar a la que hace casi una década logró el gobierno de Mario Das Neves con el ya famoso Bono de Cancelación de Deuda (BOCADE), que marcó el inicio de la “bomba financiera” que recibió como herencia y de la que tanto ha hablado el actual gobernador.

Números más, números menos, esos 650 millones de dólares emitidos durante la gestión de Das Neves terminaron significando pagos por capital e intereses por casi el doble de ese monto, y todavía quedan servicios por pagar hasta 2030.

Ni hablar de las obras que se iban a financiar que casi ninguna se terminó; ni del 15% que les dieron a los municipios (unos 100 millones de dólares) para realizar obra pública y que, finalmente, se fueron por la canaleta de los gastos corrientes.

El filtro de Nación

Tomar deuda es una herramienta, nunca una solución por sí misma. Si la herramienta se maneja con pericia, puede ayudar a crear un contexto económico y financiero que siente las bases de una solución de largo plazo.

Nada de eso ha ocurrido en la Argentina cada vez que el gobierno de turno fue a pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional. Y a la luz de los acontecimientos de la última década, tampoco hay ejemplos en Chubut que permitan ser optimistas.

La aprobación de la Legislatura conseguida el jueves pasado fue solo el primer paso para la ejecución formal del endeudamiento. Ahora deberá recibir un aval técnico del Ministerio de Economía de la Nación que, aseguran en los alrededores del gobernador, no sufrirá ningún tipo de obstáculo.

La relación de Torres con Luis “Toto” Caputo y su equipo es muy buena y el acuerdo de palabra para avanzar con el endeudamiento de 650 millones de dólares se consiguió hace diez días, en una visita que el gobernador de Chubut le hizo al secretario de Finanzas de la Nación, Pablo Quirno, en un encuentro al que también asistieron el ministro Arnaudo y el presidente del Banco del Chubut, Paulino Caballero.

Durante el encuentro, “Quirno destacó la mejora en la calificación crediticia de Chubut, otorgada por la agencia Moody's, a la vez que se abordaron temas vinculados al financiamiento de obras consideradas fundamentales para el desarrollo de la provincia, en el marco del ordenamiento financiero y fiscal que se vio reflejado en la mejora de la calificación crediticia de Chubut”, informó el Gobierno chubutense a través de su aparato de prensa.

Quirno es una pieza fundamental del equipo de “Toto”, llegó a la función pública junto a él durante el “invierno” macrista que se inició en 2015 y ahora muchos lo bautizaron con un apelativo que inspira más temor que respeto: “El Monje Negro de Caputo”.

Auditor. Quirno, Torres y Arnaudo, hace diez días en el Ministerio de Economía..

Una ayudita de los amigos

En un contexto político distinto al de otras épocas, con un río revuelto, Torres logra surfear las dificultades políticas y económicas con cierta holgura.

Aunque las tensiones con el Gobierno nacional parecen haber cedido, el gobernador deberá seguir dando gestos de apoyo en el Congreso para que, por ejemplo, el endeudamiento camine sin trabas.

En el frente interno, el gobernador sigue desojando la margarita electoral y, mientras tanto, cierra acuerdos temporales. Por ejemplo, logró domar (una vez más) a la heterogénea oposición que se autopercibe peronista (¿peronista?) de la Legislatura; se sentó en las barras a tomar mate junto al ecléctico líder de los Camioneros de Chubut, Jorge Taboada; y su paquete de proyectos (salvo la Empresa de Energía, que pasó para más adelante porque persisten las dudas sobre su viabilidad) se aprobó sin sobresaltos, salvo por la oposición de dos solitarios: la diputada Andrea Toro (exlibertaria) y el diputado Santiago Vasconcelos, del Frente de Izquierda.

Esta vez, los pirotécnicos ¿peronistas? Gustavo Fita, Juan Pais y Emanuel Coliñir eligieron pasar inadvertidos. Sólo estallaron con discursos encendidos casi al final de la maratónica sesión del jueves, para objetar una baja de regalías a la empresa Pecom (se quedó con las áreas de YPF), que a la luz de los números es apenas un “vuelto” para las economías de los municipios.

Sin embargo, hicieron un sonoro silencio a la hora de aprobar el endeudamiento de 650 millones de dólares, la Agencia de Recaudación, la Reconversión de Cerro Dragón y la confusa Ley de Bosques, que inclusive fue impulsada por otra legisladora del bloque peronista, la esquelense Norma Arbilla, que aseguran sigue respondiendo al excandidato a gobernador, Juan Pablo Luque.

Pais, Arbilla y atrás, Coliñir y Fita. El bloque ¿peronista? apoyó sin fisuras.

Ni hablar de otra ¿peronista?, la camionera Tatiana Goic, que hasta hace poco le contaba todas las costillas al Gobierno provincial y el jueves pasado se convirtió súbitamente al “nachismo”. Inclusive, reclamando minería, como si supiera algo que el resto de los chubutenses no sabe.

El respaldo que Torres consiguió de propios y extraños en la Legislatura puede ayudarlo a ordenar el frente económico y financiero de corto plazo pero no será suficiente para hacer despegar a su gestión. La caída del empleo, la ausencia de inversiones con el RIGI y en menor medida un incipiente malhumor de algunos sectores, deberán ser atendidos con respuestas concretas, no con anuncios ni cosmética discursiva.

En su genial “Aforismos de Ernesto Esteban Etchenique”, el no menos genial Roberto “Negro” Fontanarrosa le hizo decir a su sensible personaje una máxima plena de ironía: “Se puede hacer una armadura con papel. Pero no te pelees.”

Genio y figura. El 19 de julio se cumplirán 18 años de la partida del Negro Fontanarrosa.

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Torres aplaude, Taboada saluda. Buena semana para el Gobierno en la Legislatura.
26 ABR 2025 - 14:04

El gobernador Nacho Torres y su ministro de Economía, Miguel Arnaudo, no se cansan de repetirlo en las reuniones de Gabinete: la situación económica y financiera de Chubut sigue siendo crítica, con un equilibrio fiscal “fino” que no permite hacer locuras.

Sólo a modo de ejemplo, cuentan que hacer frente a los vencimientos de deuda (ya refinanciada por el actual gobierno, que asegura haber desactivado una “bomba financiera” dejada por la gestión anterior) le insume unos 20.000 millones de pesos por mes, el 20% de lo que representa la masa salarial de todos los empleados públicos.

Con caída de ingresos por regalías y coparticipación, sin fondos de Nación para obra pública, el Gobierno no tuvo más remedio que salir a decirle a los gremios de trabajadores estatales que no reabrirá las paritarias hasta julio y festejó como un gol, con hinchada de Camioneros incluido, haber logrado un endeudamiento de 650 millones de dólares.

Por cierto, una cifra muy similar a la que hace casi una década logró el gobierno de Mario Das Neves con el ya famoso Bono de Cancelación de Deuda (BOCADE), que marcó el inicio de la “bomba financiera” que recibió como herencia y de la que tanto ha hablado el actual gobernador.

Números más, números menos, esos 650 millones de dólares emitidos durante la gestión de Das Neves terminaron significando pagos por capital e intereses por casi el doble de ese monto, y todavía quedan servicios por pagar hasta 2030.

Ni hablar de las obras que se iban a financiar que casi ninguna se terminó; ni del 15% que les dieron a los municipios (unos 100 millones de dólares) para realizar obra pública y que, finalmente, se fueron por la canaleta de los gastos corrientes.

El filtro de Nación

Tomar deuda es una herramienta, nunca una solución por sí misma. Si la herramienta se maneja con pericia, puede ayudar a crear un contexto económico y financiero que siente las bases de una solución de largo plazo.

Nada de eso ha ocurrido en la Argentina cada vez que el gobierno de turno fue a pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional. Y a la luz de los acontecimientos de la última década, tampoco hay ejemplos en Chubut que permitan ser optimistas.

La aprobación de la Legislatura conseguida el jueves pasado fue solo el primer paso para la ejecución formal del endeudamiento. Ahora deberá recibir un aval técnico del Ministerio de Economía de la Nación que, aseguran en los alrededores del gobernador, no sufrirá ningún tipo de obstáculo.

La relación de Torres con Luis “Toto” Caputo y su equipo es muy buena y el acuerdo de palabra para avanzar con el endeudamiento de 650 millones de dólares se consiguió hace diez días, en una visita que el gobernador de Chubut le hizo al secretario de Finanzas de la Nación, Pablo Quirno, en un encuentro al que también asistieron el ministro Arnaudo y el presidente del Banco del Chubut, Paulino Caballero.

Durante el encuentro, “Quirno destacó la mejora en la calificación crediticia de Chubut, otorgada por la agencia Moody's, a la vez que se abordaron temas vinculados al financiamiento de obras consideradas fundamentales para el desarrollo de la provincia, en el marco del ordenamiento financiero y fiscal que se vio reflejado en la mejora de la calificación crediticia de Chubut”, informó el Gobierno chubutense a través de su aparato de prensa.

Quirno es una pieza fundamental del equipo de “Toto”, llegó a la función pública junto a él durante el “invierno” macrista que se inició en 2015 y ahora muchos lo bautizaron con un apelativo que inspira más temor que respeto: “El Monje Negro de Caputo”.

Auditor. Quirno, Torres y Arnaudo, hace diez días en el Ministerio de Economía..

Una ayudita de los amigos

En un contexto político distinto al de otras épocas, con un río revuelto, Torres logra surfear las dificultades políticas y económicas con cierta holgura.

Aunque las tensiones con el Gobierno nacional parecen haber cedido, el gobernador deberá seguir dando gestos de apoyo en el Congreso para que, por ejemplo, el endeudamiento camine sin trabas.

En el frente interno, el gobernador sigue desojando la margarita electoral y, mientras tanto, cierra acuerdos temporales. Por ejemplo, logró domar (una vez más) a la heterogénea oposición que se autopercibe peronista (¿peronista?) de la Legislatura; se sentó en las barras a tomar mate junto al ecléctico líder de los Camioneros de Chubut, Jorge Taboada; y su paquete de proyectos (salvo la Empresa de Energía, que pasó para más adelante porque persisten las dudas sobre su viabilidad) se aprobó sin sobresaltos, salvo por la oposición de dos solitarios: la diputada Andrea Toro (exlibertaria) y el diputado Santiago Vasconcelos, del Frente de Izquierda.

Esta vez, los pirotécnicos ¿peronistas? Gustavo Fita, Juan Pais y Emanuel Coliñir eligieron pasar inadvertidos. Sólo estallaron con discursos encendidos casi al final de la maratónica sesión del jueves, para objetar una baja de regalías a la empresa Pecom (se quedó con las áreas de YPF), que a la luz de los números es apenas un “vuelto” para las economías de los municipios.

Sin embargo, hicieron un sonoro silencio a la hora de aprobar el endeudamiento de 650 millones de dólares, la Agencia de Recaudación, la Reconversión de Cerro Dragón y la confusa Ley de Bosques, que inclusive fue impulsada por otra legisladora del bloque peronista, la esquelense Norma Arbilla, que aseguran sigue respondiendo al excandidato a gobernador, Juan Pablo Luque.

Pais, Arbilla y atrás, Coliñir y Fita. El bloque ¿peronista? apoyó sin fisuras.

Ni hablar de otra ¿peronista?, la camionera Tatiana Goic, que hasta hace poco le contaba todas las costillas al Gobierno provincial y el jueves pasado se convirtió súbitamente al “nachismo”. Inclusive, reclamando minería, como si supiera algo que el resto de los chubutenses no sabe.

El respaldo que Torres consiguió de propios y extraños en la Legislatura puede ayudarlo a ordenar el frente económico y financiero de corto plazo pero no será suficiente para hacer despegar a su gestión. La caída del empleo, la ausencia de inversiones con el RIGI y en menor medida un incipiente malhumor de algunos sectores, deberán ser atendidos con respuestas concretas, no con anuncios ni cosmética discursiva.

En su genial “Aforismos de Ernesto Esteban Etchenique”, el no menos genial Roberto “Negro” Fontanarrosa le hizo decir a su sensible personaje una máxima plena de ironía: “Se puede hacer una armadura con papel. Pero no te pelees.”

Genio y figura. El 19 de julio se cumplirán 18 años de la partida del Negro Fontanarrosa.


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