Cipayo, traidor y funcional a los ingleses. Así se podría definir el discurso del presidente Javier Milei para conmemorar la Gesta de Malvinas. No es la primera vez que lo hace, pero reafirmarlo en su segundo año de mandato es una declaración de principios que debería costarle algo más que críticas.
Fue el comienzo de la peor semana desde su asunción como Presidente de la Nación, que continuó con el duro golpe que significó el rechazo de los dos pliegos de los candidatos para la Corte Suprema y siguió con el patético viaje a Estados Unidos para recibir un premio ignoto rodeado de banderas de Estados Unidos y de anfitriones de calaña dudosa.
Encima, no pudo sacarse una foto con su amado Donald Trump -la entrega del premio era en Mar-a-Lago, la lujosa residencia de verano del presidente norteamericano ubicada en Palm Beach, Florida-, que llegó al lugar 15 minutos después de que el libertario argentino se fuera raudamente del lugar.
Dicen algunos, en medio de un ataque de ira que le podría costar el puesto al canciller Gerardo Werthein, al que la prensa que practica genuflexión presidencial señala como responsable de semejante papelón.
Mister President
Milei quería la foto con Trump porque el cholulismo lo puede pero, además, porque las suelas de sus zapatillas empiezan a sentir el calor que viene de abajo y necesita como el agua su apoyo para que el Directorio del Fondo Monetario Internacional le apruebe el salvataje de 20.000 millones de dólares que pidió Argentina.
No son pocos los que creen que el FMI demorará la aprobación y, peor aún, que le pedirá a cambio más ajustes de los que Milei ya ha hecho. Aunque sea “el mejor alumno”, igual le van a pedir más. Porque, se sabe, “business ar business”.
Es que no “Todo Marcha Acorde al Plan”, cuya sigla “TMAP” es utilizada por los libertarios de paladar negro como código interno para decir que las cosas van bien y según lo previsto. Las cosas van mal y cada vez peor. La guerra de aranceles que lanzó Trump y que puso a la economía mundial en serio riesgo, profundizará los problemas de Argentina. Sin dólares necesarios para seguir sosteniendo el tipo de cambio actual y con las industrias metalúrgica, petroquímica y energética local en riesgo por los aranceles de Trump, el camino hasta las elecciones de octubre puede ser tortuoso para Milei y La Libertad Avanza.
Un párrafo aparte para el efecto local que podría tener la guerra arancelaria de Trump si el Gobierno nacional no logra amortiguar el golpe: el principal comprador de los productos que salen de Chubut es Estados Unidos y una de las industrias más castigadas podría ser la del aluminio, cuya producción se realiza en la planta de Aluar en Puerto Madryn. No parece haber mucha preocupación de las autoridades locales por las consecuencias que podría tener este impacto. La excomisaria Laura Mirantes, ministra de Producción de Chubut, por ahora no dijo nada sobre la política arancelaria de Trump.
Empresarios desilusionados
Los que sí salieron a expresarse, muy preocupados por la falta de proyectos de RIGI a casi un año de su aprobación, son los representantes de la Federación Empresaria Chubutense (FECh), que lidera el empresario, dirigente radical, asesor del gobernador Nacho Torres y exjefe de Ceremonial de la Provincia del Chubut, Carlos Lorenzo.
“Hoy hay más incertezas y obstáculos, que anuncios de inversión concretos para la región”, se quejan los empresarios chubutenses, que hace un año hacían lobby para que los legisladores nacionales le aprueben todo -incluido el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI)- al gobierno libertario.
“No parece haber reglas de juego iguales para todos. Con sólo mirar los cerca de 11 proyectos que se han presentado o aprobado mediante el RIGI, tan sólo uno de ellos pertenece a la Patagonia y está directamente relacionado con una actividad que ya estaba en pleno auge como con Vaca Muerta, con el oleoducto que se llevará adelante en Puntas Coloradas, Río Negro”, sollozan los empresarios locales.
La fila de los engañados por Milei crece todos los días y ahora sumó al empresariado chubutense.
Papelón supremo
El deseo de Milei de emular a Carlos Menem y construir una Corte Suprema a su medida, volcó en la primera curva. Sin la ductilidad de otras negociaciones que lo llevaron a tratar de “patriotas” a los diputados y senadores que apoyaron algunos de sus proyectos de destrucción masiva de la Nación, esta vez a la Casa Rosada le quedó grande la cuestión o chica la caja de fondos a los que echaba manos para comprar voluntades.
Era tan impresentable la idea de aprobar de prepo los pliegos de Ariel Lijo y Manuel José García-Mansilla como integrantes de la Corte, que hasta senadores que responden a Mauricio Macri tuvieron que votar en línea con el peronismo de Unión por la Patria y otros bloques que le pusieron un freno a la intentona libertaria.
Vale una aclaración: más allá de los discursos pretendidamente “republicanos” de algunos legisladores, no fue el avance sobre las instituciones lo que los movilizó sino los intereses electorales de sus patrones políticos, que juegan al ajedrez en el Congreso de cara a las elecciones parlamentarias de octubre.
Milei cree que puede llevarse todo por delante pero algunos de los que lo ayudan a sacar leyes que son el combustible de su motosierra, ahora le hicieron una pequeña zancadilla.
Inclusive los senadores de Chubut que responden a Nacho Torres, que le han votado otras tropelías parlamentarias al Presidente, esta vez levantaron el pie. Por ejemplo, la comodorense Andrea Cristina votó a favor el pliego de García-Mansilla, pero sumó su voto negativo al de Lijo.
Llamó la atención la actitud de la otra senadora que responde al Gobierno provincial, la radical Edith Terenzi, que fue la única de los 72 senadores nacionales que ausentó a la hora de votar los pliegos. Curioso.
Cipayo, traidor y funcional a los ingleses. Así se podría definir el discurso del presidente Javier Milei para conmemorar la Gesta de Malvinas. No es la primera vez que lo hace, pero reafirmarlo en su segundo año de mandato es una declaración de principios que debería costarle algo más que críticas.
Fue el comienzo de la peor semana desde su asunción como Presidente de la Nación, que continuó con el duro golpe que significó el rechazo de los dos pliegos de los candidatos para la Corte Suprema y siguió con el patético viaje a Estados Unidos para recibir un premio ignoto rodeado de banderas de Estados Unidos y de anfitriones de calaña dudosa.
Encima, no pudo sacarse una foto con su amado Donald Trump -la entrega del premio era en Mar-a-Lago, la lujosa residencia de verano del presidente norteamericano ubicada en Palm Beach, Florida-, que llegó al lugar 15 minutos después de que el libertario argentino se fuera raudamente del lugar.
Dicen algunos, en medio de un ataque de ira que le podría costar el puesto al canciller Gerardo Werthein, al que la prensa que practica genuflexión presidencial señala como responsable de semejante papelón.
Mister President
Milei quería la foto con Trump porque el cholulismo lo puede pero, además, porque las suelas de sus zapatillas empiezan a sentir el calor que viene de abajo y necesita como el agua su apoyo para que el Directorio del Fondo Monetario Internacional le apruebe el salvataje de 20.000 millones de dólares que pidió Argentina.
No son pocos los que creen que el FMI demorará la aprobación y, peor aún, que le pedirá a cambio más ajustes de los que Milei ya ha hecho. Aunque sea “el mejor alumno”, igual le van a pedir más. Porque, se sabe, “business ar business”.
Es que no “Todo Marcha Acorde al Plan”, cuya sigla “TMAP” es utilizada por los libertarios de paladar negro como código interno para decir que las cosas van bien y según lo previsto. Las cosas van mal y cada vez peor. La guerra de aranceles que lanzó Trump y que puso a la economía mundial en serio riesgo, profundizará los problemas de Argentina. Sin dólares necesarios para seguir sosteniendo el tipo de cambio actual y con las industrias metalúrgica, petroquímica y energética local en riesgo por los aranceles de Trump, el camino hasta las elecciones de octubre puede ser tortuoso para Milei y La Libertad Avanza.
Un párrafo aparte para el efecto local que podría tener la guerra arancelaria de Trump si el Gobierno nacional no logra amortiguar el golpe: el principal comprador de los productos que salen de Chubut es Estados Unidos y una de las industrias más castigadas podría ser la del aluminio, cuya producción se realiza en la planta de Aluar en Puerto Madryn. No parece haber mucha preocupación de las autoridades locales por las consecuencias que podría tener este impacto. La excomisaria Laura Mirantes, ministra de Producción de Chubut, por ahora no dijo nada sobre la política arancelaria de Trump.
Empresarios desilusionados
Los que sí salieron a expresarse, muy preocupados por la falta de proyectos de RIGI a casi un año de su aprobación, son los representantes de la Federación Empresaria Chubutense (FECh), que lidera el empresario, dirigente radical, asesor del gobernador Nacho Torres y exjefe de Ceremonial de la Provincia del Chubut, Carlos Lorenzo.
“Hoy hay más incertezas y obstáculos, que anuncios de inversión concretos para la región”, se quejan los empresarios chubutenses, que hace un año hacían lobby para que los legisladores nacionales le aprueben todo -incluido el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI)- al gobierno libertario.
“No parece haber reglas de juego iguales para todos. Con sólo mirar los cerca de 11 proyectos que se han presentado o aprobado mediante el RIGI, tan sólo uno de ellos pertenece a la Patagonia y está directamente relacionado con una actividad que ya estaba en pleno auge como con Vaca Muerta, con el oleoducto que se llevará adelante en Puntas Coloradas, Río Negro”, sollozan los empresarios locales.
La fila de los engañados por Milei crece todos los días y ahora sumó al empresariado chubutense.
Papelón supremo
El deseo de Milei de emular a Carlos Menem y construir una Corte Suprema a su medida, volcó en la primera curva. Sin la ductilidad de otras negociaciones que lo llevaron a tratar de “patriotas” a los diputados y senadores que apoyaron algunos de sus proyectos de destrucción masiva de la Nación, esta vez a la Casa Rosada le quedó grande la cuestión o chica la caja de fondos a los que echaba manos para comprar voluntades.
Era tan impresentable la idea de aprobar de prepo los pliegos de Ariel Lijo y Manuel José García-Mansilla como integrantes de la Corte, que hasta senadores que responden a Mauricio Macri tuvieron que votar en línea con el peronismo de Unión por la Patria y otros bloques que le pusieron un freno a la intentona libertaria.
Vale una aclaración: más allá de los discursos pretendidamente “republicanos” de algunos legisladores, no fue el avance sobre las instituciones lo que los movilizó sino los intereses electorales de sus patrones políticos, que juegan al ajedrez en el Congreso de cara a las elecciones parlamentarias de octubre.
Milei cree que puede llevarse todo por delante pero algunos de los que lo ayudan a sacar leyes que son el combustible de su motosierra, ahora le hicieron una pequeña zancadilla.
Inclusive los senadores de Chubut que responden a Nacho Torres, que le han votado otras tropelías parlamentarias al Presidente, esta vez levantaron el pie. Por ejemplo, la comodorense Andrea Cristina votó a favor el pliego de García-Mansilla, pero sumó su voto negativo al de Lijo.
Llamó la atención la actitud de la otra senadora que responde al Gobierno provincial, la radical Edith Terenzi, que fue la única de los 72 senadores nacionales que ausentó a la hora de votar los pliegos. Curioso.