- Por Esteban Gallo
Pareciera que fue hace un siglo atrás cuando el ex gobernador Martín Bussi y su inefable ministra Gabriela Dufour anunciaron el 12 de noviembre de 2014, con lágrimas de celestinos, que habían encontrado “la novia” para la ex Alpesca.
“Le estamos alquilando todo el funcionamiento, la planta y demás a la empresa Red Chamber, y ellos se comprometen a un proceso de inversión para la recuperación de Alpesca” dijo el mandatario y agregó con emoción que el proceso empieza con una inversión de 10 millones de dólares para recuperar lo que está caído, empezando por los barcos que serán enviados a dique seco, para ponerlos nuevamente en funcionamiento”.
En realidad, la novia resultó ser un novio chino, con carita de buenudo pero muy infiel. Un ventajero serial, como lo indica la interminable lista de incumplimientos cometidos en la última década.
Algunas de sus pillerías se conocieron en la última semana, cuando el Secretario de Pesca de la provincia le puso los puntos y anunció la caída del contrato de arrendamiento que el Estado provincial y la empresa Red Chamber Argentina firmaron hace una década atrás.
Para que tengan una idea. La provincia estableció un pago de 200 mil dólares mensuales por el alquiler de los bienes productivos que eran de Alpesca pero el chino que se hace llamar Marcelo solo paga 15 mil dólares mensuales. Entrega unas pocas chirolas y la junta en pala.
El empresario chino prometió llevar adelante un plan de negocios que incluía inversiones millonarias, barcos en el mar, un millar de trabajadores procesando en planta, más una ambiciosa reconversión de la matriz productiva de la empresa para generar empleo y riqueza. El novio chamuyero nunca cumplió con sus promesas.
Con su poder de encantamiento oriental, Yu Shon Mo, logró que el Estado chubutense le diera 5 permisos de pesca de la flota amarilla. Hay empresarios que darían lo que no tienen por un permiso de pesca. A Red Chamber le dieron 5, algunos de los cuales ni siquiera utiliza y los otros los cedió a terceros sin establecer ninguna obligación de contratar a personal de la ex Alpesca.
Lo que se dice un gauchito total.
Es tan gauchito que por esa violación flagrante al contrato de alquiler, el Consejo Federal Pesquero podría quitarle la cuota de pesca a los chubutenses. Además del perjuicio que ocasiona al sector productivo de la pesca que los barcos no estén donde tienen que estar.
Un dato más para graficar la conducta del novio incorregible.
Cuando se hizo cargo de la empresa y todo era color de rosas, se comprometió a reparar los buques Cabo Buena Esperanza, Cabo Dos Bahías y los Promarsa I y II. Algunos de ellos, todavía están tirados en el puerto de Mar del Plata.
El novio también está flojito de papeles.
Jornada reveló días atrás, que inicialmente, quien firmó el plan de negocios con la provincia fue Red Chamber Company, pero según la Inspección General de Justicia de Rawson, esta multinacional no tiene relación jurídica con Red Chamber Argentina SA: no es filial, sucursal ni accionista. Es decir que Chubut celebró un contrato con quien aducía una solvencia económica, financiera y técnica que en realidad no tiene.
Por fin alguien le puso los puntos. Andres Arbeletche hizo lo que no hicieron quienes lo precedieron en la Secretaría de Pesca.
Deberían dar explicaciones aquellos funcionarios cómplices que hicieron la vista gorda, permitiendo que Yo Shon Mou se riera de la novia, los suegros, los padrinos y los invitados de la boda.
Por supuesto, el novio se hace el zonzo. Es de piratas consumados, poner cara de boludo y negarlo todo.
El problema es que ya no engaña a nadie. Ya no le creen ni que se llama Marcelo.
- Por Esteban Gallo
Pareciera que fue hace un siglo atrás cuando el ex gobernador Martín Bussi y su inefable ministra Gabriela Dufour anunciaron el 12 de noviembre de 2014, con lágrimas de celestinos, que habían encontrado “la novia” para la ex Alpesca.
“Le estamos alquilando todo el funcionamiento, la planta y demás a la empresa Red Chamber, y ellos se comprometen a un proceso de inversión para la recuperación de Alpesca” dijo el mandatario y agregó con emoción que el proceso empieza con una inversión de 10 millones de dólares para recuperar lo que está caído, empezando por los barcos que serán enviados a dique seco, para ponerlos nuevamente en funcionamiento”.
En realidad, la novia resultó ser un novio chino, con carita de buenudo pero muy infiel. Un ventajero serial, como lo indica la interminable lista de incumplimientos cometidos en la última década.
Algunas de sus pillerías se conocieron en la última semana, cuando el Secretario de Pesca de la provincia le puso los puntos y anunció la caída del contrato de arrendamiento que el Estado provincial y la empresa Red Chamber Argentina firmaron hace una década atrás.
Para que tengan una idea. La provincia estableció un pago de 200 mil dólares mensuales por el alquiler de los bienes productivos que eran de Alpesca pero el chino que se hace llamar Marcelo solo paga 15 mil dólares mensuales. Entrega unas pocas chirolas y la junta en pala.
El empresario chino prometió llevar adelante un plan de negocios que incluía inversiones millonarias, barcos en el mar, un millar de trabajadores procesando en planta, más una ambiciosa reconversión de la matriz productiva de la empresa para generar empleo y riqueza. El novio chamuyero nunca cumplió con sus promesas.
Con su poder de encantamiento oriental, Yu Shon Mo, logró que el Estado chubutense le diera 5 permisos de pesca de la flota amarilla. Hay empresarios que darían lo que no tienen por un permiso de pesca. A Red Chamber le dieron 5, algunos de los cuales ni siquiera utiliza y los otros los cedió a terceros sin establecer ninguna obligación de contratar a personal de la ex Alpesca.
Lo que se dice un gauchito total.
Es tan gauchito que por esa violación flagrante al contrato de alquiler, el Consejo Federal Pesquero podría quitarle la cuota de pesca a los chubutenses. Además del perjuicio que ocasiona al sector productivo de la pesca que los barcos no estén donde tienen que estar.
Un dato más para graficar la conducta del novio incorregible.
Cuando se hizo cargo de la empresa y todo era color de rosas, se comprometió a reparar los buques Cabo Buena Esperanza, Cabo Dos Bahías y los Promarsa I y II. Algunos de ellos, todavía están tirados en el puerto de Mar del Plata.
El novio también está flojito de papeles.
Jornada reveló días atrás, que inicialmente, quien firmó el plan de negocios con la provincia fue Red Chamber Company, pero según la Inspección General de Justicia de Rawson, esta multinacional no tiene relación jurídica con Red Chamber Argentina SA: no es filial, sucursal ni accionista. Es decir que Chubut celebró un contrato con quien aducía una solvencia económica, financiera y técnica que en realidad no tiene.
Por fin alguien le puso los puntos. Andres Arbeletche hizo lo que no hicieron quienes lo precedieron en la Secretaría de Pesca.
Deberían dar explicaciones aquellos funcionarios cómplices que hicieron la vista gorda, permitiendo que Yo Shon Mou se riera de la novia, los suegros, los padrinos y los invitados de la boda.
Por supuesto, el novio se hace el zonzo. Es de piratas consumados, poner cara de boludo y negarlo todo.
El problema es que ya no engaña a nadie. Ya no le creen ni que se llama Marcelo.