Editorial / Entre la transición y el balotaje

Mariano Ezequiel Arcioni e Ignacio “Nacho” Torres se reunirán en el trnscurso de esta semana en Rawson.
26 AGO 2023 - 20:19 | Actualizado 26 AGO 2023 - 21:39

Casi un mes después de las elecciones que ganó Juntos por el Cambio y que catapultaron a Ignacio Torres a la gobernación de Chubut, el futuro mandatario y el actual, Mariano Arcioni, se verán las caras esta semana para intentar darle un poco de orden a la transición de tres meses y medio que quedan hasta el intercambio de bastón.

El encuentro podría darse este mismo lunes pero nadie quiere dar nada por sentado. El clima entre ambos se tensó durante la campaña, cuando el senador luego de las elecciones del 30 de julio, sobre todo cuando el gobernador electo advirtió en diversas entrevistas que no iba a convalidar después del 10 de diciembre muchos de los actos de gobierno de Arcioni, principalmente algunos nombramientos y varias de las adjudicaciones de obras públicas. Arcioni no respondió públicamente lo que tenía para decir en privado y eligió quedarse con otra declaración de Torres en la que dijo: “Nosotros no vamos a co-gobernar, nuestro mandato empieza el 10 de diciembre”.

Cara a cara

Según trascendió, el encuentro cumbre sería en Rawson y a solas, al menos al principio. Desde ambos lados dicen que tienen muchas cosas para decirse antes de meterse en lo importante. La mayor preocupación de Torres es la situación económica y financiera de la Provincia. Aunque la información es pública –pero difícil de conseguir-, igualmente el futuro gobernador tiene datos de primera mano porque viene hablando desde hace tiempo con el actual ministro de Economía, Oscar Antonena. Su objetivo –lo ha dicho varias veces- es volver a renegociar la deuda en dólares para poder aflojarse la soga del cuello que significará tener que pagar alrededor de 137 millones de dólares en 2024; otros 120 millones de dólares en 2025; 100 millones de dólares más en 2026; y unos 90 millones para 2027, el último año de su gestión.

Sin embargo, un nuevo reperfilamiento de la deuda no es algo que se pueda realizar sólo con audacia política. Lo más importante será conseguir la aceptación del 75% de los bonistas, que ya renegociaron en 2020 y para acceder a un nuevo estiramiento de pagos van a querer sacar nuevas ventajas; además de alcanzar los dos tercios de la Legislatura, que obligaría a Torres a negociar al menos dos votos de la oposición para conseguir los 18 necesarios para aprobar un nuevo plan de pagos con los acreedores en dólares.

Arcioni, en cambio, le asegurará a Torres que le dejará una Provincia ordenada, con equilibrio institucional, con proveedores al día, obras en ejecución y una deuda que ronda los 520 millones de dólares, contra los 1.000 millones de la misma moneda que había cuando él tomó las riendas de Chubut tras el fallecimiento de Mario Das Neves.

Arcioni y Torres hablaron por teléfono una vez desde el 30 de julio, pero fue antes de que el gobernador electo dijera públicamente que varios ministros del actual gobierno le decían en privado que no podían pasarle información por orden del gobernador. Arcioni respondió con un dejo de ironía: “Estaré encantado de reunirme con Torres porque quiero mostrarle todo, porque se están diciendo muchas mentiras”.

Escenarios

Para el futuro gobierno de Chubut, las elecciones generales de octubre marcarán el futuro a fuego. Si Patricia Bullrich entra al balotaje con Javier Milei (una escena que se asemejaría al meme del Hombre Araña que se enfrenta y señala a sí mismo), Torres jugará a fondo y tendrá expectativas de asumir en diciembre junto con su referente nacional. En ese hipotético escenario –hoy, menos probable, según muchos encuestadores-, gestionar y hacer política desde Chubut sería bastante más sencillo.
En cambio, si el que ingresa al balotaje es Sergio Massa, la estrategia de Torres deberá necesariamente cambiar porque a partir de diciembre el escenario será sin dudas menos amigable: deberá negociar con un gobierno nacional libertario que ya viene advirtiendo que eliminará la Coparticipación para que cada provincia viva de lo que produce; o con un gobierno filoperonista que seguramente no se pegará tiros en el pie como el de Alberto Fernández, pero que es posible que le pase algunas facturas a las provincias que cambiaron de color político a expensas de profundizar la grieta.

Este último escenario parece un poco más improbable aún que una batalla final entre derechistas y ultraderechistas, pero nunca hay que dar por muerto al peronismo, que si de algo sabe es de resucitaciones políticas.

El camino hacia el cambio de gobierno en Chubut no será un lecho de rosas sino de espinas. Y lo que vendrá después de diciembre será una mochila tan pesada que requerirá de más destreza que fuerza.#

Enterate de las noticias de POLITICA a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
Mariano Ezequiel Arcioni e Ignacio “Nacho” Torres se reunirán en el trnscurso de esta semana en Rawson.
26 AGO 2023 - 20:19

Casi un mes después de las elecciones que ganó Juntos por el Cambio y que catapultaron a Ignacio Torres a la gobernación de Chubut, el futuro mandatario y el actual, Mariano Arcioni, se verán las caras esta semana para intentar darle un poco de orden a la transición de tres meses y medio que quedan hasta el intercambio de bastón.

El encuentro podría darse este mismo lunes pero nadie quiere dar nada por sentado. El clima entre ambos se tensó durante la campaña, cuando el senador luego de las elecciones del 30 de julio, sobre todo cuando el gobernador electo advirtió en diversas entrevistas que no iba a convalidar después del 10 de diciembre muchos de los actos de gobierno de Arcioni, principalmente algunos nombramientos y varias de las adjudicaciones de obras públicas. Arcioni no respondió públicamente lo que tenía para decir en privado y eligió quedarse con otra declaración de Torres en la que dijo: “Nosotros no vamos a co-gobernar, nuestro mandato empieza el 10 de diciembre”.

Cara a cara

Según trascendió, el encuentro cumbre sería en Rawson y a solas, al menos al principio. Desde ambos lados dicen que tienen muchas cosas para decirse antes de meterse en lo importante. La mayor preocupación de Torres es la situación económica y financiera de la Provincia. Aunque la información es pública –pero difícil de conseguir-, igualmente el futuro gobernador tiene datos de primera mano porque viene hablando desde hace tiempo con el actual ministro de Economía, Oscar Antonena. Su objetivo –lo ha dicho varias veces- es volver a renegociar la deuda en dólares para poder aflojarse la soga del cuello que significará tener que pagar alrededor de 137 millones de dólares en 2024; otros 120 millones de dólares en 2025; 100 millones de dólares más en 2026; y unos 90 millones para 2027, el último año de su gestión.

Sin embargo, un nuevo reperfilamiento de la deuda no es algo que se pueda realizar sólo con audacia política. Lo más importante será conseguir la aceptación del 75% de los bonistas, que ya renegociaron en 2020 y para acceder a un nuevo estiramiento de pagos van a querer sacar nuevas ventajas; además de alcanzar los dos tercios de la Legislatura, que obligaría a Torres a negociar al menos dos votos de la oposición para conseguir los 18 necesarios para aprobar un nuevo plan de pagos con los acreedores en dólares.

Arcioni, en cambio, le asegurará a Torres que le dejará una Provincia ordenada, con equilibrio institucional, con proveedores al día, obras en ejecución y una deuda que ronda los 520 millones de dólares, contra los 1.000 millones de la misma moneda que había cuando él tomó las riendas de Chubut tras el fallecimiento de Mario Das Neves.

Arcioni y Torres hablaron por teléfono una vez desde el 30 de julio, pero fue antes de que el gobernador electo dijera públicamente que varios ministros del actual gobierno le decían en privado que no podían pasarle información por orden del gobernador. Arcioni respondió con un dejo de ironía: “Estaré encantado de reunirme con Torres porque quiero mostrarle todo, porque se están diciendo muchas mentiras”.

Escenarios

Para el futuro gobierno de Chubut, las elecciones generales de octubre marcarán el futuro a fuego. Si Patricia Bullrich entra al balotaje con Javier Milei (una escena que se asemejaría al meme del Hombre Araña que se enfrenta y señala a sí mismo), Torres jugará a fondo y tendrá expectativas de asumir en diciembre junto con su referente nacional. En ese hipotético escenario –hoy, menos probable, según muchos encuestadores-, gestionar y hacer política desde Chubut sería bastante más sencillo.
En cambio, si el que ingresa al balotaje es Sergio Massa, la estrategia de Torres deberá necesariamente cambiar porque a partir de diciembre el escenario será sin dudas menos amigable: deberá negociar con un gobierno nacional libertario que ya viene advirtiendo que eliminará la Coparticipación para que cada provincia viva de lo que produce; o con un gobierno filoperonista que seguramente no se pegará tiros en el pie como el de Alberto Fernández, pero que es posible que le pase algunas facturas a las provincias que cambiaron de color político a expensas de profundizar la grieta.

Este último escenario parece un poco más improbable aún que una batalla final entre derechistas y ultraderechistas, pero nunca hay que dar por muerto al peronismo, que si de algo sabe es de resucitaciones políticas.

El camino hacia el cambio de gobierno en Chubut no será un lecho de rosas sino de espinas. Y lo que vendrá después de diciembre será una mochila tan pesada que requerirá de más destreza que fuerza.#


NOTICIAS RELACIONADAS