Noruega admite que brindó información a la inteligencia de EE.UU.

El jefe de la inteligencia militar de Noruega admitió que sus espías escucharon millones de llamadas telefónicas en todas las zonas de conflicto del mundo y que los datos recogidos fueron compartieron con países aliados, entre ellos EEUU.

19 NOV 2013 - 14:26 | Actualizado

El teniente general Kjell Grandhagen, jefe de la agencia de inteligencia militar del país nórdico, dijo que algunas de las llamadas investigadas fueron de ciudadanos noruegos, reportó la cadena televisiva CNN.

El militar señaló que las acciones de su agencia fueron legales amparadas en la ley noruega, que contempla que cuando hay sospechas de actividad relacionada con el "terrorismo", no representan un delito.

Grandhagen reveló a los periodistas que las acciones de la agencia de inteligencia exterior de Noruega fueron compartidos "con varios socios", entre ellos la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (NSA).

El militar hizo hincapié en que los datos se relacionan con "la lucha contra el terrorismo" y se utiliza para apoyar las operaciones militares noruegas en el extranjero.

Grandhagen negó un reporte de prensa que afirmó que la NSA había interceptado unas 33 millones de llamadas telefónicas en Noruega.

La NSA quedó en el ojo de un huracán mundial cuando su ex técnico Edward Snowden filtró a la prensa documentos secretos que revelaron prácticas masivas de espionaje del organismo contra ciudadanos norteamericanos y de países enemigos y aliados.

El escándalo incluyó acusaciones de complicidad de servicios de inteligencia europeos, muchos de cuyos jefes tuvieron que dar explicaciones públicas sin precedentes, a veces ante el Parlamento, como en España y el Reino Unido.

19 NOV 2013 - 14:26

El teniente general Kjell Grandhagen, jefe de la agencia de inteligencia militar del país nórdico, dijo que algunas de las llamadas investigadas fueron de ciudadanos noruegos, reportó la cadena televisiva CNN.

El militar señaló que las acciones de su agencia fueron legales amparadas en la ley noruega, que contempla que cuando hay sospechas de actividad relacionada con el "terrorismo", no representan un delito.

Grandhagen reveló a los periodistas que las acciones de la agencia de inteligencia exterior de Noruega fueron compartidos "con varios socios", entre ellos la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (NSA).

El militar hizo hincapié en que los datos se relacionan con "la lucha contra el terrorismo" y se utiliza para apoyar las operaciones militares noruegas en el extranjero.

Grandhagen negó un reporte de prensa que afirmó que la NSA había interceptado unas 33 millones de llamadas telefónicas en Noruega.

La NSA quedó en el ojo de un huracán mundial cuando su ex técnico Edward Snowden filtró a la prensa documentos secretos que revelaron prácticas masivas de espionaje del organismo contra ciudadanos norteamericanos y de países enemigos y aliados.

El escándalo incluyó acusaciones de complicidad de servicios de inteligencia europeos, muchos de cuyos jefes tuvieron que dar explicaciones públicas sin precedentes, a veces ante el Parlamento, como en España y el Reino Unido.