A María José San Martín sus familiares la describen como una mujer “valiente y decidida” capaz de afrontar situaciones extremas. Y sus colegas de la Policía como “doblemente formada”: primero como agente y después en la Escuela de Oficiales.

Ninguno de estos procesos frenó el ímpetu de esta joven servidora rescatada en una trampa de arena, donde existió un lago. Alguna vez, en ese mismo lugar, fue noticia un avión que había sido “tragado por la tierra”, una referencia que permite plantear el escenario.

La sequía es absoluta y el nido de arena de lo que alguna vez fue el lecho del Colhué Huapi, un gigante de agua en otros tiempos, desapareció al punto de convertirse en una “trampa” para quienes transitan por la zona, aún para baqueanos expertos y conocedores del lugar.

Las condiciones cambiantes del clima y la rara influencia de los vientos hacen que los lugares “conocidos” se conviertan en lo opuesto en cuestión de minutos. Como si se tratara de una postal futurista se observa que la tierra se convierte en un gigantesco telón que envuelve y arrasa con cualquier previsión.
Los vientos y corrientes de arena que se producen en la zona, limitan la visibilidad y adquieren el efecto “movedizo” que impide el avance, convirtiéndolo en un riesgo. Apenas se veía a más de un kilómetro y aunque existen espejos de agua aislados, se requiere de un conocimiento extremo para transitar o encontrar un rumbo.

La oficial María José comenzó a ser buscada luego de que transcurrieran dos días de su desaparición. El hecho se produjo en el marco de una obligación laboral, mientras se aprestaba a tomar guardia en una locación petrolera situada en los alrededores de Sarmiento.
Muchos expertos consideran un milagro que la mujer haya sobrevivido en un ambiente tan hostil, sin alimentos y sin agua. Y sin elementos necesarios para actuar en una emergencia. En principio, San Martín habría caminado en círculos, situándose no muy lejos del lugar en el que se encajó el auto que la trasladaba.

Destacan que su fortaleza mental y la instrucción que recibió oportunamente para desempeñarse en la Policía primero como subalterna y después como oficial, habrían moldeado en ella, una fortaleza fuera de lo común.
Trabajó en la Seccional Tercera de Comodoro Rivadavia y tiene experiencia en la Brigada de Investigaciones lo que le significó el traslado a la misma unidad pero en Sarmiento junto a su pareja, también integrante de la fuerza.

Resguardada del clima, sus familiares indicaron que la mujer policía se hidrató consumiendo su propia orina y que también utilizaba manteca de cacao. No consumió alimentos en este lapso y caminó largas horas en busca de ayuda. Esta vez, a diferencia de casos recientes que permanecen sumidos en el misterio, su hallazgo representó un hecho que compartieron sus camaradas como los propios vecinos de Sarmiento que aportaron medios y recursos. Permanecerá internada en el hospital Rural de Sarmiento y podría ser dada de alta en las próximas horas considerando su estado general y su rápida recuperación.

A María José San Martín sus familiares la describen como una mujer “valiente y decidida” capaz de afrontar situaciones extremas. Y sus colegas de la Policía como “doblemente formada”: primero como agente y después en la Escuela de Oficiales.

Ninguno de estos procesos frenó el ímpetu de esta joven servidora rescatada en una trampa de arena, donde existió un lago. Alguna vez, en ese mismo lugar, fue noticia un avión que había sido “tragado por la tierra”, una referencia que permite plantear el escenario.

La sequía es absoluta y el nido de arena de lo que alguna vez fue el lecho del Colhué Huapi, un gigante de agua en otros tiempos, desapareció al punto de convertirse en una “trampa” para quienes transitan por la zona, aún para baqueanos expertos y conocedores del lugar.

Las condiciones cambiantes del clima y la rara influencia de los vientos hacen que los lugares “conocidos” se conviertan en lo opuesto en cuestión de minutos. Como si se tratara de una postal futurista se observa que la tierra se convierte en un gigantesco telón que envuelve y arrasa con cualquier previsión.
Los vientos y corrientes de arena que se producen en la zona, limitan la visibilidad y adquieren el efecto “movedizo” que impide el avance, convirtiéndolo en un riesgo. Apenas se veía a más de un kilómetro y aunque existen espejos de agua aislados, se requiere de un conocimiento extremo para transitar o encontrar un rumbo.

La oficial María José comenzó a ser buscada luego de que transcurrieran dos días de su desaparición. El hecho se produjo en el marco de una obligación laboral, mientras se aprestaba a tomar guardia en una locación petrolera situada en los alrededores de Sarmiento.
Muchos expertos consideran un milagro que la mujer haya sobrevivido en un ambiente tan hostil, sin alimentos y sin agua. Y sin elementos necesarios para actuar en una emergencia. En principio, San Martín habría caminado en círculos, situándose no muy lejos del lugar en el que se encajó el auto que la trasladaba.

Destacan que su fortaleza mental y la instrucción que recibió oportunamente para desempeñarse en la Policía primero como subalterna y después como oficial, habrían moldeado en ella, una fortaleza fuera de lo común.
Trabajó en la Seccional Tercera de Comodoro Rivadavia y tiene experiencia en la Brigada de Investigaciones lo que le significó el traslado a la misma unidad pero en Sarmiento junto a su pareja, también integrante de la fuerza.

Resguardada del clima, sus familiares indicaron que la mujer policía se hidrató consumiendo su propia orina y que también utilizaba manteca de cacao. No consumió alimentos en este lapso y caminó largas horas en busca de ayuda. Esta vez, a diferencia de casos recientes que permanecen sumidos en el misterio, su hallazgo representó un hecho que compartieron sus camaradas como los propios vecinos de Sarmiento que aportaron medios y recursos. Permanecerá internada en el hospital Rural de Sarmiento y podría ser dada de alta en las próximas horas considerando su estado general y su rápida recuperación.