El planeta, de un tamaño similar al de Mercurio, orbita una estrella anfitriona a una distancia extremadamente reducida: cerca de 20 veces más cerca de lo que Mercurio está del Sol, y completa una órbita cada 30,5 horas.
Los investigadores consideran que debido a esta gran proximidad, el planeta podría estar cubierto de magma fundido que se está vaporizando y siendo arrojado al espacio.
Mientas el planeta orbita esta estrella también desprende enormes cantidades de material de su superficie que después de hecho se evapora en el espacio.
El descubrimiento fue hecho utilizando el Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito (TESS), una misión encabezada por el MIT concebida para detectar exoplanetas a través de monitorear descensos periódicos en la luz estelar causados por cuerpos en órbita.
Al ritmo actual de desintegración y dada su masa relativamente baja, los investigadores predicen que el planeta podría desintegrarse por completo en un lapso de entre uno y dos millones de años.
El planeta, de un tamaño similar al de Mercurio, orbita una estrella anfitriona a una distancia extremadamente reducida: cerca de 20 veces más cerca de lo que Mercurio está del Sol, y completa una órbita cada 30,5 horas.
Los investigadores consideran que debido a esta gran proximidad, el planeta podría estar cubierto de magma fundido que se está vaporizando y siendo arrojado al espacio.
Mientas el planeta orbita esta estrella también desprende enormes cantidades de material de su superficie que después de hecho se evapora en el espacio.
El descubrimiento fue hecho utilizando el Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito (TESS), una misión encabezada por el MIT concebida para detectar exoplanetas a través de monitorear descensos periódicos en la luz estelar causados por cuerpos en órbita.
Al ritmo actual de desintegración y dada su masa relativamente baja, los investigadores predicen que el planeta podría desintegrarse por completo en un lapso de entre uno y dos millones de años.