La apoderada y gerenta de la empresa de transporte Richter, María Collio, acusó al delegado del Sindicato de Camioneros de Trelew, Adrián Lazarte, de presionar “para cerrar y echar a los empleados de la firma”.
La aseveración de la mujer vino luego que se hiciera público que desde el viernes la empresa de transportes con sede en Trelew clausuró sus puertas y generara un acampe de los trabajadores en el sitio y cuestionamientos por parte del Sindicato de Camioneros.
“No me lo dijo nadie. Yo misma lo escuché cuando Carlos Ekmekdijan -propietario de Richter- recibió la llamada de Lazarte pidiéndole eso”, espetó la gerenta en diálogo con Jornada. Collio dijo que “con la merma de la actividad en diciembre y la mejora que se evidenciaba en los últimos meses hicimos un sistema de pago de salarios -incluso hasta de manera quincenal- que en principio tanto los trabajadores como el Sindicato de Camioneros aceptaron”, aunque reconoció que aquellos “venían atrasados”.
Sin embargo, “en el último tiempo comenzamos a recibir de parte del gremio, en particular de la figura del delegado de la delegación Trelew, presiones para que cerremos la empresa y echemos a los cinco trabajadores que tenemos aquí. A ello se sumaron siete paros en un plazo no mayor a los tres meses”.
Agregó que “esta presión la comenzó a recibir el propietario de la firma, Carlos Ekmekdijan, por parte del propio delegado Lazarte, que literalmente le expresó cerrá la empresa y echá a los cinco (trabajadores)”.
“Esto no me lo dijo nadie”, ya que “yo misma lo escuche de boca del mismo Lazarte que en el momento de la comunicación con Ekmedjan, yo me encontraba con él a raíz que había tenido que viajar a Buenos Aires por cuestiones de salud. Fue el 8 de abril pasado”, precisó para añadir que “efectivamente, la empresa, tras décadas de trabajo, cerró” y desconociendo "el objetivo que se perseguía con esa solicitud".
Negando enfáticamente que no se presentó a dialogar con el personal, Collio sostuvo que “el último viernes me acerqué a quienes estaban apostados afuera del edificio de la empresa y les indiqué que les iba a llegar el aviso de desvinculación a sus domicilios y también les dije sobre aquella conversación que aludo antes”.
No obstante ello “la gente se mantuvo en el lugar con sus reclamos”; aunque “ya fuimos a la Policía para informar sobre lo que está sucediendo en el lugar y mañana (por este miércoles) nos acercaremos con nuestro asesor legal y un escribano para hacer un acta y un inventario de lo que hay en el interior del edificio como por ejemplo televisores y productos alimenticios para ser entregados y que no se pudo hacer."
La apoderada y gerenta de la empresa de transporte Richter, María Collio, acusó al delegado del Sindicato de Camioneros de Trelew, Adrián Lazarte, de presionar “para cerrar y echar a los empleados de la firma”.
La aseveración de la mujer vino luego que se hiciera público que desde el viernes la empresa de transportes con sede en Trelew clausuró sus puertas y generara un acampe de los trabajadores en el sitio y cuestionamientos por parte del Sindicato de Camioneros.
“No me lo dijo nadie. Yo misma lo escuché cuando Carlos Ekmekdijan -propietario de Richter- recibió la llamada de Lazarte pidiéndole eso”, espetó la gerenta en diálogo con Jornada. Collio dijo que “con la merma de la actividad en diciembre y la mejora que se evidenciaba en los últimos meses hicimos un sistema de pago de salarios -incluso hasta de manera quincenal- que en principio tanto los trabajadores como el Sindicato de Camioneros aceptaron”, aunque reconoció que aquellos “venían atrasados”.
Sin embargo, “en el último tiempo comenzamos a recibir de parte del gremio, en particular de la figura del delegado de la delegación Trelew, presiones para que cerremos la empresa y echemos a los cinco trabajadores que tenemos aquí. A ello se sumaron siete paros en un plazo no mayor a los tres meses”.
Agregó que “esta presión la comenzó a recibir el propietario de la firma, Carlos Ekmekdijan, por parte del propio delegado Lazarte, que literalmente le expresó cerrá la empresa y echá a los cinco (trabajadores)”.
“Esto no me lo dijo nadie”, ya que “yo misma lo escuche de boca del mismo Lazarte que en el momento de la comunicación con Ekmedjan, yo me encontraba con él a raíz que había tenido que viajar a Buenos Aires por cuestiones de salud. Fue el 8 de abril pasado”, precisó para añadir que “efectivamente, la empresa, tras décadas de trabajo, cerró” y desconociendo "el objetivo que se perseguía con esa solicitud".
Negando enfáticamente que no se presentó a dialogar con el personal, Collio sostuvo que “el último viernes me acerqué a quienes estaban apostados afuera del edificio de la empresa y les indiqué que les iba a llegar el aviso de desvinculación a sus domicilios y también les dije sobre aquella conversación que aludo antes”.
No obstante ello “la gente se mantuvo en el lugar con sus reclamos”; aunque “ya fuimos a la Policía para informar sobre lo que está sucediendo en el lugar y mañana (por este miércoles) nos acercaremos con nuestro asesor legal y un escribano para hacer un acta y un inventario de lo que hay en el interior del edificio como por ejemplo televisores y productos alimenticios para ser entregados y que no se pudo hacer."