Cerró la histórica empresa Richter
Tras casi un siglo de actividad, la firma de transporte cerró sus puertas sin previo aviso. Los trabajadores denuncian el abandono por parte de la gerencia, la deuda de dos sueldos y el impedimento para ingresar a retirar sus pertenencias. Mantienen un paro con presencia permanente en las afueras de los galpones.
La empresa de transporte Richter, fundada en 1930 y considerada una de las más emblemáticas de la Patagonia, cerró sus puertas de manera repentina, dejando a todos sus trabajadores despedidos y con dos meses de salario adeudado.
La noticia tomó por sorpresa a empleados y vecinos de la ciudad, ya que no hubo comunicación oficial previa ni aviso formal del cese de actividades.
Los trabajadores, que se presentaron el viernes por la mañana en los galpones ubicados en la zona industrial de Trelew, se encontraron con las puertas cerradas y la prohibición de ingresar a retirar sus pertenencias personales.
Frente a esta situación, los empleados se declararon en paro y mantienen una presencia permanente las 24 horas en las puertas de los galpones, en señal de protesta y para resguardar sus derechos. “No nos vamos a mover de acá hasta que nos den una respuesta. Estamos en la calle, sin plata, y encima nos niegan nuestras cosas”, expresó uno de los trabajadores.
El enojo también apunta contra la actual gerenta, María Collio, quien nunca se presentó a dialogar con el personal ni dio explicaciones sobre el cierre. El dueño de la firma, Carlos Ekmekdijan, tampoco emitió declaraciones públicas ni atendió los reiterados pedidos de audiencia por parte del personal afectado.
Richter, con casi un siglo de trayectoria en el transporte patagónico, había encarado en los últimos años un ambicioso plan de expansión hacia otras provincias. Sin embargo, la crisis económica y la falta de inversión habrían acelerado un final tan inesperado como doloroso.
La empresa de transporte Richter, fundada en 1930 y considerada una de las más emblemáticas de la Patagonia, cerró sus puertas de manera repentina, dejando a todos sus trabajadores despedidos y con dos meses de salario adeudado.
La noticia tomó por sorpresa a empleados y vecinos de la ciudad, ya que no hubo comunicación oficial previa ni aviso formal del cese de actividades.
Los trabajadores, que se presentaron el viernes por la mañana en los galpones ubicados en la zona industrial de Trelew, se encontraron con las puertas cerradas y la prohibición de ingresar a retirar sus pertenencias personales.
Frente a esta situación, los empleados se declararon en paro y mantienen una presencia permanente las 24 horas en las puertas de los galpones, en señal de protesta y para resguardar sus derechos. “No nos vamos a mover de acá hasta que nos den una respuesta. Estamos en la calle, sin plata, y encima nos niegan nuestras cosas”, expresó uno de los trabajadores.
El enojo también apunta contra la actual gerenta, María Collio, quien nunca se presentó a dialogar con el personal ni dio explicaciones sobre el cierre. El dueño de la firma, Carlos Ekmekdijan, tampoco emitió declaraciones públicas ni atendió los reiterados pedidos de audiencia por parte del personal afectado.
Richter, con casi un siglo de trayectoria en el transporte patagónico, había encarado en los últimos años un ambicioso plan de expansión hacia otras provincias. Sin embargo, la crisis económica y la falta de inversión habrían acelerado un final tan inesperado como doloroso.