Rutas destruidas: que las fuerzas del cielo nos ayuden
- Por Esteban Gallo
Dos videos se viralizaron en las últimas jornadas en Chubut y pusieron en el tapete la situación de abandono que presentan las rutas nacionales de nuestra provincia.
Primero, se hizo público el documento fílmico de Eloy Parra, un usuario de la red social Facebook, que muestra el lamentable estado de un tramo de la Ruta nacional 25, en cercanías de Los Altares hacia Paso de Indios.
Mientras esquiva pozos, cual Maradona gambeteando ingleses en el estadio Azteca, el vecino les sugiere a los conductores que manejen con mucha precaución por la gran cantidad de baches, que, en muchos casos, obliga a los automovilistas a cruzar de carril.
Los pozos tienen una profundidad descomunal y la imagen parece ser el de un lugar afectado por los bombardeos de una guerra.
No es muy diferente lo que sucede en la ruta 40, camino a Esquel, como queda explícito en el video que subió a las redes la usuaria Vicky Victorial. Allí se puede apreciar a los automovilistas haciendo malabares de todo tipo para escapar de los cráteres que se despliegan a lo largo de la cinta asfáltica, mientras el coche desde donde se hace la filmación, vibra como si estuviera en medio de un terremoto.
No solo es el impacto visual que provocan las imágenes. Algunos han sufrido la rotura de sus automóviles y otros, lamentablemente, han sido víctimas de accidentes graves, y como las autoridades miran para el otro lado, la gente seguirá arriesgando su vida cada vez que transita por esos lugares.
Esos lugares no son lugares cualesquiera, como tampoco lo son los caminos de los que estamos hablando. Son las rutas que conducen a algunos de los lugares turísticos más bellos de la provincia. No hace falta que les hable de El Maitén, Lago Puelo, El Hoyo, Epuyen, Esquel y Trevelin.
Por lo tanto, si esos caminos no se reparan, si no hay un mantenimiento adecuado y un Estado nacional presente, lo que se está haciendo es darle un golpe furibundo al turismo de la región, que necesita de rutas amigables y en buen estado.
Pero hay un problema mayor que el estado actual de las rutas 25 y 40, y podríamos agregar también a la ruta 3 en sus diferentes tramos. El drama radica en la desidia del gobierno nacional que no está ni ocupado ni preocupado por el tema.
Estamos mal, pero vamos a estar peor, porque no hay ningún mensaje, ningún anuncio, ningún atisbo que demuestre que el gobierno nacional se esté ocupando del tema o que se vaya a hacer cargo del problema.
Hace poco nos enteramos que Vialidad Nacional designó a un jefe nuevo, en reemplazo de Julio Otero. Se llama Marcelo Torrisi, fue comandante de Gendarmería Nacional y candidato a intendente de Lago Puelo por el Plich con el padrinazgo de César Treffinger. Según el currículum difundido, ejerció también como periodista y cumplió funciones en distintos lugares del país y del exterior.
Lo que se dice un todoterreno. Pero por encima de los antecedentes, lo que queremos saber es hará el gobierno nacional a través de su cartera vial para resolver el estado calamitoso de las rutas debe atender.
Todos sabemos lo que Milei, Caputo y compañía piensan de la obra pública. Vienen de disolver el ENHOSA que fue una herramienta clave en la planificación, ejecución y administración de obras de infraestructura hídrica y sanitaria en todo el país. Pregúnten a los intendentes lo que ese organismo significó para sus iniciativas locales. Lo explicó muy bien el diputado Luis Juncos en la última sesión legislativa al señalar que cada vez que llega a Buenos Aires el GPS lo lleva derecho a las oficinas del ENHOSA, porque era el lugar donde evaluaban y apoyaban sus proyectos cuando gobernaba Rada Tilly. Hoy los intendentes desconocen qué va a pasar con los proyectos de obra presentados. Y detrás de los intendentes están los vecinos que necesitan obras fundamentales que mejoren su calidad de vida.
Retomando el tema inicial. Me temo que a Milei le importa un comino el estado de nuestras rutas. Convencerlo de que no estamos frente a un tema menor no será tarea sencilla para el gobernador Nacho Torres y sus colaboradores.
Mientras tanto, a esquivar pozos se ha dicho. Y como en este país estamos a la buena de Dios, a rezar que no nos pase nada. Mejor confiar en las fuerzas del cielo que en los desalmados que nos gobiernan.
- Por Esteban Gallo
Dos videos se viralizaron en las últimas jornadas en Chubut y pusieron en el tapete la situación de abandono que presentan las rutas nacionales de nuestra provincia.
Primero, se hizo público el documento fílmico de Eloy Parra, un usuario de la red social Facebook, que muestra el lamentable estado de un tramo de la Ruta nacional 25, en cercanías de Los Altares hacia Paso de Indios.
Mientras esquiva pozos, cual Maradona gambeteando ingleses en el estadio Azteca, el vecino les sugiere a los conductores que manejen con mucha precaución por la gran cantidad de baches, que, en muchos casos, obliga a los automovilistas a cruzar de carril.
Los pozos tienen una profundidad descomunal y la imagen parece ser el de un lugar afectado por los bombardeos de una guerra.
No es muy diferente lo que sucede en la ruta 40, camino a Esquel, como queda explícito en el video que subió a las redes la usuaria Vicky Victorial. Allí se puede apreciar a los automovilistas haciendo malabares de todo tipo para escapar de los cráteres que se despliegan a lo largo de la cinta asfáltica, mientras el coche desde donde se hace la filmación, vibra como si estuviera en medio de un terremoto.
No solo es el impacto visual que provocan las imágenes. Algunos han sufrido la rotura de sus automóviles y otros, lamentablemente, han sido víctimas de accidentes graves, y como las autoridades miran para el otro lado, la gente seguirá arriesgando su vida cada vez que transita por esos lugares.
Esos lugares no son lugares cualesquiera, como tampoco lo son los caminos de los que estamos hablando. Son las rutas que conducen a algunos de los lugares turísticos más bellos de la provincia. No hace falta que les hable de El Maitén, Lago Puelo, El Hoyo, Epuyen, Esquel y Trevelin.
Por lo tanto, si esos caminos no se reparan, si no hay un mantenimiento adecuado y un Estado nacional presente, lo que se está haciendo es darle un golpe furibundo al turismo de la región, que necesita de rutas amigables y en buen estado.
Pero hay un problema mayor que el estado actual de las rutas 25 y 40, y podríamos agregar también a la ruta 3 en sus diferentes tramos. El drama radica en la desidia del gobierno nacional que no está ni ocupado ni preocupado por el tema.
Estamos mal, pero vamos a estar peor, porque no hay ningún mensaje, ningún anuncio, ningún atisbo que demuestre que el gobierno nacional se esté ocupando del tema o que se vaya a hacer cargo del problema.
Hace poco nos enteramos que Vialidad Nacional designó a un jefe nuevo, en reemplazo de Julio Otero. Se llama Marcelo Torrisi, fue comandante de Gendarmería Nacional y candidato a intendente de Lago Puelo por el Plich con el padrinazgo de César Treffinger. Según el currículum difundido, ejerció también como periodista y cumplió funciones en distintos lugares del país y del exterior.
Lo que se dice un todoterreno. Pero por encima de los antecedentes, lo que queremos saber es hará el gobierno nacional a través de su cartera vial para resolver el estado calamitoso de las rutas debe atender.
Todos sabemos lo que Milei, Caputo y compañía piensan de la obra pública. Vienen de disolver el ENHOSA que fue una herramienta clave en la planificación, ejecución y administración de obras de infraestructura hídrica y sanitaria en todo el país. Pregúnten a los intendentes lo que ese organismo significó para sus iniciativas locales. Lo explicó muy bien el diputado Luis Juncos en la última sesión legislativa al señalar que cada vez que llega a Buenos Aires el GPS lo lleva derecho a las oficinas del ENHOSA, porque era el lugar donde evaluaban y apoyaban sus proyectos cuando gobernaba Rada Tilly. Hoy los intendentes desconocen qué va a pasar con los proyectos de obra presentados. Y detrás de los intendentes están los vecinos que necesitan obras fundamentales que mejoren su calidad de vida.
Retomando el tema inicial. Me temo que a Milei le importa un comino el estado de nuestras rutas. Convencerlo de que no estamos frente a un tema menor no será tarea sencilla para el gobernador Nacho Torres y sus colaboradores.
Mientras tanto, a esquivar pozos se ha dicho. Y como en este país estamos a la buena de Dios, a rezar que no nos pase nada. Mejor confiar en las fuerzas del cielo que en los desalmados que nos gobiernan.