Emiliano Martínez es incorregible. Después de salir campeón del mundo en Qatar 2022 y recibir el par de guantes de metal con que lo premiaron por haber sido el mejor en su puesto a lo largo de la competencia, el arquero se llevó el trofeo a la atura del pubis y lo expuso como si fuese una extensión de su cuerpo ante la atónita mirada del jeque que un rato después le colocaría el bisht a Lionel Messi.
Y una noche, volvió "la gran Dibu" (Video)https://t.co/pKEOcnu26P pic.twitter.com/uWst8vHOmV
— Diario Jornada (@JornadaWeb) September 7, 2024
Lo mismo hizo un rato más tarde, ante la mirada impávida de todos los presentes en el estadio Lusail, con el trofeo bañado en oro que la Argentina ya había levantado en 1978 y 1986. El gestó le valió un sinfín de cuestionamientos, desde diferentes sectores.
En el calor de Medio Oriente y la excitación por la conquista se podía encontrar algún tipo de respuesta para minimizar la actitud, maquillar la inocultable connotación del festejo, propia de un adolescente en plena pubertad.
Ver a la Selección Argentina festejando una copa con su gente en el Estadio Monumental ya se hizo una costumbre. En esta ocasión, los jugadores del seleccionado ofrecieron al público la Copa América 2024 y despidieron al delantero Ángel Di María, con música, fuegos artificiales y show lumínico.
Todo comenzó cuando terminó el partido. “Fideo” Di María ya había bajado del palco y se encontraba con sus compañeros, cuando el árbitro pitó el final del encuentro. Rápidamente empezaron a explotar los fuegos de artificio y comenzó el show lumínico, acompañado de diversas canciones de cancha.
Además, como también ha sido habitual, un micrófono fue pasando de mano en mano entre los jugadores campeones de América, y del Mundo, para que puedan festejar y cantar junto al público, que no paró de alentar cuando el partido llegaba al final.
Después de dar la vuelta olímpica, en la que se cantoh múltiples veces por Di María, los jugadores se abalanzaron sobre la Copa, incluso Emiliano “Dibu” Martínez replicó su recordado festejo en cada premiación, y los jugadores volvieron al vestuario.
Emiliano Martínez es incorregible. Después de salir campeón del mundo en Qatar 2022 y recibir el par de guantes de metal con que lo premiaron por haber sido el mejor en su puesto a lo largo de la competencia, el arquero se llevó el trofeo a la atura del pubis y lo expuso como si fuese una extensión de su cuerpo ante la atónita mirada del jeque que un rato después le colocaría el bisht a Lionel Messi.
Y una noche, volvió "la gran Dibu" (Video)https://t.co/pKEOcnu26P pic.twitter.com/uWst8vHOmV
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Lo mismo hizo un rato más tarde, ante la mirada impávida de todos los presentes en el estadio Lusail, con el trofeo bañado en oro que la Argentina ya había levantado en 1978 y 1986. El gestó le valió un sinfín de cuestionamientos, desde diferentes sectores.
En el calor de Medio Oriente y la excitación por la conquista se podía encontrar algún tipo de respuesta para minimizar la actitud, maquillar la inocultable connotación del festejo, propia de un adolescente en plena pubertad.
Ver a la Selección Argentina festejando una copa con su gente en el Estadio Monumental ya se hizo una costumbre. En esta ocasión, los jugadores del seleccionado ofrecieron al público la Copa América 2024 y despidieron al delantero Ángel Di María, con música, fuegos artificiales y show lumínico.
Todo comenzó cuando terminó el partido. “Fideo” Di María ya había bajado del palco y se encontraba con sus compañeros, cuando el árbitro pitó el final del encuentro. Rápidamente empezaron a explotar los fuegos de artificio y comenzó el show lumínico, acompañado de diversas canciones de cancha.
Además, como también ha sido habitual, un micrófono fue pasando de mano en mano entre los jugadores campeones de América, y del Mundo, para que puedan festejar y cantar junto al público, que no paró de alentar cuando el partido llegaba al final.
Después de dar la vuelta olímpica, en la que se cantoh múltiples veces por Di María, los jugadores se abalanzaron sobre la Copa, incluso Emiliano “Dibu” Martínez replicó su recordado festejo en cada premiación, y los jugadores volvieron al vestuario.