Menos vuelos de Aerolíneas y otro golpe al turismo de Chubut

02 SEP 2024 - 12:24 | Actualizado 02 SEP 2024 - 14:57

Por Esteban Gallo

La Municipalidad de Comodoro Rivadavia, a través del Ente Comodoro Turismo, manifestó su preocupación ante el reciente anuncio de Aerolíneas Argentinas sobre la suspensión de la ruta del Corredor Atlantico que se hará efectivo a partir de este mes.

La medida afecta a tres frecuencias semanales que unen Comodoro con Aeroparque, Mar del Plata y Bahía Blanca, pero no solo impacta en la ciudad petrolera, sino en toda la región patagónica, ya que implica la desaparición de las escalas de Trelew y Río Gallegos, que también forman parte del corredor.

El turismo de la Patagonia vive uno de sus momentos más complejos. Lo afirman las cámaras hoteleras, las asociaciones que aglutinan a bares y restaurantes, los secretarios de Turismo provinciales y municipales, las agencias de viajes, y todo aquel que tenga algún tipo de vinculación con el quehacer turístico.

Venimos de vacaciones de invierno paupérrimas, que marcan una caída de la actividad con números que son escalofriantes y con un dato que no pasa desapercibido, las provincias más afectadas fueron las de la Patagonia: Santa cruz con un 45% de turismo menos, Neuquen 28%, Chubut 25% y Rio Negro 22%.

Dos apuntes más que son muy elocuentes.

El impacto económico que sufrió el turismo con la recesión en el país, fue de 1 billón 200 mil pesos, un 22% menos que el año pasado, en tanto la estadía bajó de 4,5 a 4,1 días, lo que representa una disminución del 10%.

Estamos peor que en la post pandemia, porque aunque a algunos sectores le cueste reconocerlo, ahí estaba el Estado para socorrer al privado con subsidios y medidas eficientes como el Previaje, que generaron una recuperación espectacular de la actividad.

En medio de la actual crisis, que no se puede dibujar con ningún relato, ¿Qué hace el gobierno nacional con esa extraordinaria herramienta de desarrollo turístico que se llama Aerolíneas Argentinas?

Como lo ha hecho con otras áreas sensibles y en nombre del afamado equilibrio fiscal, recorta vuelos y suspende frecuencias. Claro, la motosierra golpea a las provincias más alejadas de la urbe porteña y el achique empieza con la Patagonia, que como ya señalamos, es la región del país que más sufrió la merma de la actividad turística en vacaciones de invierno.

Tampoco reparan en que cuando se golpea al sector turístico con medidas inconducentes se lastima a todo el entramado socio-productivo de la región y a uno se los motores más importantes de las economías regionales.

Eso es lo que ocurre cuando alegremente se dan de baja frecuencias y vuelos de Aerolíneas Argentinas a nuestra provincia.

¿Cuál debería ser la diferencia entre la visión de una empresa aérea cualquiera y nuestra línea de bandera?

La misión fundamental de una línea de bandera es conectar a los argentinos y contribuir a la integración y al desarrollo social y económico del país. Así está escrito textualmente en la página oficial de Aerolíneas Argentinas.

Es inconcebible que el único fin de nuestra línea de bandera sea explotar las rutas rentables. Justamente debería estar para apuntalar las rutas aéreas que no representan un negocio y que las líneas aéreas privadas nunca van a cubrir. Esto no se reemplaza con las famosas Low Cost. Acá tenemos el caso de Flybondi, que no sabemos cuándo sale y cuando llega. El usuario del servicio compra un boleto y es como si sacara un numero de la lotería.

Una línea de bandera debería funcionar como una empresa con profundo sentido social, privilegiando la integración y el federalismo, garantizando su presencia en los sectores más remotos y promoviendo la igualdad de todas las regiones del país.

En tiempos de crisis, las provincias de la Patagonia necesitamos que nos garanticen la conectividad, no que nos quiten vuelos, y que el gobierno nacional diseñe y ejecute políticas públicas que ayuden al turismo a salir en el atolladero en el que lo metieron.

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02 SEP 2024 - 12:24

Por Esteban Gallo

La Municipalidad de Comodoro Rivadavia, a través del Ente Comodoro Turismo, manifestó su preocupación ante el reciente anuncio de Aerolíneas Argentinas sobre la suspensión de la ruta del Corredor Atlantico que se hará efectivo a partir de este mes.

La medida afecta a tres frecuencias semanales que unen Comodoro con Aeroparque, Mar del Plata y Bahía Blanca, pero no solo impacta en la ciudad petrolera, sino en toda la región patagónica, ya que implica la desaparición de las escalas de Trelew y Río Gallegos, que también forman parte del corredor.

El turismo de la Patagonia vive uno de sus momentos más complejos. Lo afirman las cámaras hoteleras, las asociaciones que aglutinan a bares y restaurantes, los secretarios de Turismo provinciales y municipales, las agencias de viajes, y todo aquel que tenga algún tipo de vinculación con el quehacer turístico.

Venimos de vacaciones de invierno paupérrimas, que marcan una caída de la actividad con números que son escalofriantes y con un dato que no pasa desapercibido, las provincias más afectadas fueron las de la Patagonia: Santa cruz con un 45% de turismo menos, Neuquen 28%, Chubut 25% y Rio Negro 22%.

Dos apuntes más que son muy elocuentes.

El impacto económico que sufrió el turismo con la recesión en el país, fue de 1 billón 200 mil pesos, un 22% menos que el año pasado, en tanto la estadía bajó de 4,5 a 4,1 días, lo que representa una disminución del 10%.

Estamos peor que en la post pandemia, porque aunque a algunos sectores le cueste reconocerlo, ahí estaba el Estado para socorrer al privado con subsidios y medidas eficientes como el Previaje, que generaron una recuperación espectacular de la actividad.

En medio de la actual crisis, que no se puede dibujar con ningún relato, ¿Qué hace el gobierno nacional con esa extraordinaria herramienta de desarrollo turístico que se llama Aerolíneas Argentinas?

Como lo ha hecho con otras áreas sensibles y en nombre del afamado equilibrio fiscal, recorta vuelos y suspende frecuencias. Claro, la motosierra golpea a las provincias más alejadas de la urbe porteña y el achique empieza con la Patagonia, que como ya señalamos, es la región del país que más sufrió la merma de la actividad turística en vacaciones de invierno.

Tampoco reparan en que cuando se golpea al sector turístico con medidas inconducentes se lastima a todo el entramado socio-productivo de la región y a uno se los motores más importantes de las economías regionales.

Eso es lo que ocurre cuando alegremente se dan de baja frecuencias y vuelos de Aerolíneas Argentinas a nuestra provincia.

¿Cuál debería ser la diferencia entre la visión de una empresa aérea cualquiera y nuestra línea de bandera?

La misión fundamental de una línea de bandera es conectar a los argentinos y contribuir a la integración y al desarrollo social y económico del país. Así está escrito textualmente en la página oficial de Aerolíneas Argentinas.

Es inconcebible que el único fin de nuestra línea de bandera sea explotar las rutas rentables. Justamente debería estar para apuntalar las rutas aéreas que no representan un negocio y que las líneas aéreas privadas nunca van a cubrir. Esto no se reemplaza con las famosas Low Cost. Acá tenemos el caso de Flybondi, que no sabemos cuándo sale y cuando llega. El usuario del servicio compra un boleto y es como si sacara un numero de la lotería.

Una línea de bandera debería funcionar como una empresa con profundo sentido social, privilegiando la integración y el federalismo, garantizando su presencia en los sectores más remotos y promoviendo la igualdad de todas las regiones del país.

En tiempos de crisis, las provincias de la Patagonia necesitamos que nos garanticen la conectividad, no que nos quiten vuelos, y que el gobierno nacional diseñe y ejecute políticas públicas que ayuden al turismo a salir en el atolladero en el que lo metieron.