Junior Narvaes debutó haciendo respetar el apellido
El hijo de la leyenda mosca y supermosca le ganó con amplitud en una exhibición de estilo y variedad de golpes al platense Kevin Varela, en el duelo de debutantes de la categoría Gallo que se realizó este sábado por la tarde en el Casino de Buenos Aires en el marco del festival Knocaut a las Drogas.
Javier Andrés Junior Narvaes (53,300) concretó con sólo 19 años este sábado su debut como boxeador profesional con un holgado triunfo en las tarjetas ante el guapo platense Kevin Varela (idéntico peso), que diez años mayor, también firmó por primera vez la libreta como rentado.
Los jurados vieron ganar a Narvaes por 39-36 y 40-35 en dos tarjetas, aunque si bien el hijo del Huracán dominó a voluntad, se encontró con un oponente que nunca evitó los cruces y que no se conformó con ser un mero partenaire del espectáculo.
Narvaes hijo, también forjado con la escuela de boxeo olímpico como su padre, mostró una diversidad, justeza y velocidad de golpes, lo que rápidamente marcó diferencias desde el inicio del combate, incluso estuvo muy cerca del nocaut en la parte final del primer round.
Aunque Varela le propuso el golpe por golpe y lo sorprendió en alguno que otro cruce, la velocidad de piernas le permitió a Junior salir y entrar en la distancia con soltura y trabajar tanto al rostro como al cuerpo.
En el tercer round la pelea pareció equilibrarse un poco más, hasta que Varela, insistidor como una mosca en verano, le tocó la cara al trelewense y éste respondió con una andanada de golpes.
Junior volvió a dominar a voluntad el cuarto asalto y en el último conectó una derecha al rostro que paralizó a su rival y provocó el conteo de protección del árbitro.
No hubo sorpresas ni tampoco dudas de la presentación de Junior en el campo rentado. Nacido prácticamente en un gimnasio y emulando a su padre desde niño en cada pelea mundialista, el paso del tiempo ha permitido que el hijo de Omar comience a forjar su propio destino.
"Es un honor formar parte de este espectáculo. Contento por este gran paso en la etapa profesional. Un rival duro, que siempre se plantó de frente y aguantó las manos, yo vengo del boxeo olímpico, tres rounds y guantes de menos onzas. Le agradezco a Cristo acompañarme en mi vida", sorprendió Junior, locuaz, tras su victorioso debut.
"Es un sabor diferente, es tu sangre", dijo Omar, antes de quebrarse de emoción. "Tranquilo, paso a paso, tiene recién 19 años y muchas metas por cumplir, esto ya no es un juego", advirtió después el ex campeón mundial que fue acompañado en el rincón por su ex compañero de la selección argentina amateur, ambos campeones panamericanos en Winnipeg '99 y olímpicos en Sidney 2000, Víctor Castro, en una esquina de lujo.
Javier Andrés Junior Narvaes (53,300) concretó con sólo 19 años este sábado su debut como boxeador profesional con un holgado triunfo en las tarjetas ante el guapo platense Kevin Varela (idéntico peso), que diez años mayor, también firmó por primera vez la libreta como rentado.
Los jurados vieron ganar a Narvaes por 39-36 y 40-35 en dos tarjetas, aunque si bien el hijo del Huracán dominó a voluntad, se encontró con un oponente que nunca evitó los cruces y que no se conformó con ser un mero partenaire del espectáculo.
Narvaes hijo, también forjado con la escuela de boxeo olímpico como su padre, mostró una diversidad, justeza y velocidad de golpes, lo que rápidamente marcó diferencias desde el inicio del combate, incluso estuvo muy cerca del nocaut en la parte final del primer round.
Aunque Varela le propuso el golpe por golpe y lo sorprendió en alguno que otro cruce, la velocidad de piernas le permitió a Junior salir y entrar en la distancia con soltura y trabajar tanto al rostro como al cuerpo.
En el tercer round la pelea pareció equilibrarse un poco más, hasta que Varela, insistidor como una mosca en verano, le tocó la cara al trelewense y éste respondió con una andanada de golpes.
Junior volvió a dominar a voluntad el cuarto asalto y en el último conectó una derecha al rostro que paralizó a su rival y provocó el conteo de protección del árbitro.
No hubo sorpresas ni tampoco dudas de la presentación de Junior en el campo rentado. Nacido prácticamente en un gimnasio y emulando a su padre desde niño en cada pelea mundialista, el paso del tiempo ha permitido que el hijo de Omar comience a forjar su propio destino.
"Es un honor formar parte de este espectáculo. Contento por este gran paso en la etapa profesional. Un rival duro, que siempre se plantó de frente y aguantó las manos, yo vengo del boxeo olímpico, tres rounds y guantes de menos onzas. Le agradezco a Cristo acompañarme en mi vida", sorprendió Junior, locuaz, tras su victorioso debut.
"Es un sabor diferente, es tu sangre", dijo Omar, antes de quebrarse de emoción. "Tranquilo, paso a paso, tiene recién 19 años y muchas metas por cumplir, esto ya no es un juego", advirtió después el ex campeón mundial que fue acompañado en el rincón por su ex compañero de la selección argentina amateur, ambos campeones panamericanos en Winnipeg '99 y olímpicos en Sidney 2000, Víctor Castro, en una esquina de lujo.