Adorni contra Maradona: “Ahí lo tenés al pelotudo”

- Por Esteban Gallo

-Ah, era zurdo, si, era zurdo- dijo Manuel Adorni haciéndose el picante cuando un periodista le mencionó que había omitido el nombre de Maradona, entre los deportistas y músicos a los que destacó en el día internacional del zurdo.

Ahora sabemos que el vocero gubernamental no solo porta cara de pelotudo, sino que es un reverendo pelotudo. Y eso lo explica todo. Los pelotudos como Adorni no son capaces de entender la grandeza de una figura como la de Diego.

¡Como le vas a hablar de belleza a un pelotudo! Como haces para transmitirle que una gambeta, un amague, un sombrero o un pase gol, paridos en la zurda divina de Diego, formaron parte de la obra sublime de un artista inigualable.

No pierdas el tiempo en explicarle el segundo gol a los ingleses. No entendería que mientras eludía a tantos piratas que se le metían en el medio, Dieguito reivindicaba a los chicos de la guerra que dejaron el pellejo en las Malvinas.

Claro, mientras acá celebrábamos la proeza del Pelusa, en Londres lloraba la reina y lloraba la Thatcher, que es la mujer que tanto admira el jefe del pelotudo.

Como hablarle de emociones a un pelotudo, del amor de Diego por los colores, del tobillo maltrecho de Italia 90, del insulto justiciero a los italianos que silbaron el himno, del tipo que viajaba de una punta a la otra del planeta para alentar a cualquier deportista argentino.

Como explicarle a un pelotudo que a los ídolos populares no se los ningunea y que a los hombres que hicieron feliz a un país hay que respetarlos.

Maradona es un ídolo en los sectores populares porque nunca renegó de sus orígenes y jamás perdió el orgullo de pertenecer a los marginados. No hay cancha de futbol en donde no se lo venere, no hay hinchada que no coree su nombre y no hay hombre o mujer de un barrio humilde de esta patria que no levante sus banderas.

Pero cómo le explicas todo eso a un pelotudo.

Como le explicas que un tatuaje del capitán en el brazo de un pibe que ni lo vio jugar es la manera de vincularse con su abuelo o con su padre, pero que además hay un mensaje de gratitud y de amor al Diego que eligen grabar para siempre en la piel.

Maradona fue más, pero mucho más que la zurda más talentosa de la historia del futbol mundial, fue un sujeto político y un fenómeno social inmenso y planetario, que trascendió el deporte.

Fue el tipo que desafió al status quo, que enfrentó a los sectores de poder, a las clases dominantes, a la autoridad de la FIFA, al norte italiano y a la derecha argentina. El hombre que amaban las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo porque tomó como propia la causa de los desaparecidos.

Pero como vas a pretender que un pelotudo comprenda la profundidad de semejante personalidad.

Por supuesto que Diego convivió a lo largo de su vida con algunas miserias y cometió muchos errores, algunos de las cuales pudo reparar y otros no, pero nadie podrá negar su nobleza, su sentido de la amistad, su conciencia de clase y su innegociable franqueza, en este país de hipócritas en donde los que la juegan de buenos se venden al mejor postor.

Como lo definió el genial Eduardo Galeano, Maradona “es el más humano de los dioses” aunque explicarle eso a un pelotudo sea una pérdida de tiempo.

Ayer, como respuesta al desaire del vocero presidencial, Fernando Signorini expresó: Adorni, serás olvidado en el trayecto del velorio al cementerio”.

En la cuenta oficial de Maradona en Instagram, se leyó el siguiente posteo: “El zurdo que te olvidaste, es el ídolo de todos los que nombraste”.
Pero Adorni no se da por aludido. A los pelotudos no le entran balas.