Editorial / IVA, Ganancias, balotaje y “patagonismo”

Señales. El nuevo eslogan de la campaña es “Tenemos con qué, tenemos con quién”.
16 SEP 2023 - 20:19 | Actualizado 16 SEP 2023 - 21:00

Un estudio de la Facultad de Psicología de la UBA realizado hace un mes sobre un total de 4.623 casos de todo el país, indagó sobre las sensaciones de los votantes después del triunfo del ultraderechista Javier Milei en las PASO. La encuesta del Observatorio de Psicología Social demostró el nivel de polarización en torno a la figura del candidato libertario y el alto nivel de incertidumbre, e inclusive miedo, que se vive en la sociedad ante la posibilidad de que termine siendo el presidente de los argentinos.

En un sistema de respuestas múltiples, el 33% de los encuestados a nivel país manifestó sentir “esperanza” frente al triunfo de Milei; pero las sensaciones de “incertidumbre”, “miedo” y “peligro” fueron mencionadas por el 84% de los encuestados.

Este miedo, peligro e incertidumbre convive con otra respuesta de los mismos encuestados: el 48% contestó que prefiere que el próximo gobierno traiga un “cambio político y económico drástico” al país, lo que podría explicar en parte la sensación de hartazgo que muchos vinculan con la cantidad de votos que reunió La Libertad Avanza el 13 de agosto.

Un camino de IVA

En línea con estas sensaciones, el ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, rompió la semana pasada todos los pronósticos y avanzó decidido con dos medidas que impactan de lleno contra los reclamos que venía haciendo una parte de la sociedad: eliminó el Impuesto a las Ganancias para los trabajadores y desde mañana devolverá el IVA de los alimentos a los jubilados y a los que perciban salarios de hasta $ 700.000.

Definir a las dos medidas de tener corte “electoralista” es de una obviedad y una ingenuidad rayana con la estupidez. ¿Qué esperaban que hiciera un candidato que, además, es el ministro de Economía de un país con 12,4% de inflación en agosto? La respuesta de Massa a cinco semanas de una elección trascendental para la historia argentina es lo que los votantes del amplio campo nacional y popular -en donde no sólo habita el peronismo- estaban esperando hace tiempo y el gobierno de Alberto Fernández nunca les dio.

El guiño de Massa intenta, además, marcar las claras diferencias con los otros dos oponentes de la derecha, que paradójicamente vienen sacando provecho del voto de los sectores sociales más postergados, precisamente, porque no han recibido en estos años las respuestas que esperaban de un gobierno que siempre se reivindicó como peronista. No será sencillo convencer a los enojados que creen que la mejor salida es votar a quienes seguramente serán sus verdugos. Massa lo seguirá intentando.

La estrategia pareciera estar haciendo efecto en el electorado según las últimas encuestas. Pero no alcanzará sólo con devolverle algo a los bolsillos de los trabajadores que vienen sosteniendo la crisis con su esfuerzo. Si Massa logra llegar a la Casa Rosada el 10 de diciembre, ya no podrá volver atrás con muchas de sus decisiones. Se sabe que el tigrense es un pragmático empedernido, pero si logra dar vuelta la derrota de las PASO con apoyo de la clase media y los sectores más postergados, tendrá un compromiso ineludible con la historia y con ellos.

No se trata de instalar un relato romántico, pero empezar a mirar un poco más lo hecho por Néstor Kirchner desde 2003 podría ser un punto de partida para Massa si pretende terminar siendo un protagonista de la historia y no sólo un actor de reparto. Ayer, el candidato pareció empezar a caminar en ese sentido y presentó un nuevo spot de campaña centrado a dos consignas potentes: “Tenemos con qué, tenemos con quién”.

Bloque patagónico

En medio de la definición nacional, puertas adentro de Chubut se sigue ordenando el tablero para lo que viene. El gobernador electo Ignacio Torres sigue definiendo su equipo de trabajo pero está muy atento a los que suceda en octubre y, eventualmente, en el balotaje del 19 noviembre. Sabe que no será lo mismo ser el gobernador de Chubut con Milei, Massa o Patricia Bullrich en la Casa Rosada, y para cada escenario tiene que estar preparado.

Si Bullrich no llega al balotaje, Torres se mantendrá públicamente prescindente de cara a noviembre, pero terminará de definir un Gabinete que, además de algunos dirigentes de Juntos por el Cambio en lugares relevantes, incluirá a muchos dirigentes de extracción peronista y extrapartidarios. El comodorense Guillermo Almirón, un peronista que además fue compañero de fórmula para la intendencia con Ana Clara Romero, tendrá un lugar en el equipo. No sería el único.

Si Juntos por el Cambio queda tercero en octubre, la continuidad de la alianza en muchos lugares del país, incluido Chubut, entrará en un mar de dudas. Muchos dirigentes con poder territorial y gestiones a punto de comenzar, como Torres, piensan que a esa eventual derrota nacional le podría sobrevenir una construcción política mucho más amplia y con características regionales.

El jueves pasado, al participar del Encuentro Regional Patagónico en Tierra del Fuego, el gobernador electo de Chubut habló de promover una “liga de gobernadores patagónicos” con la participación de empresarios, sindicatos y universidades, y de impulsar un bloque fuerte en el Senado para defender los intereses de la región: “Gane quien gane, tenemos que tener una agenda propia y sostenerla en el tiempo. Esta mesa de gobernadores patagónicos va a tener una representación importante en el Senado, serán 18 votos que nos podrían dar anticuerpos ante cualquier avanzada que nos perjudique”, dijo Torres y muchos escucharon atentos.

¿Se viene el “patagonismo”?#

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Señales. El nuevo eslogan de la campaña es “Tenemos con qué, tenemos con quién”.
16 SEP 2023 - 20:19

Un estudio de la Facultad de Psicología de la UBA realizado hace un mes sobre un total de 4.623 casos de todo el país, indagó sobre las sensaciones de los votantes después del triunfo del ultraderechista Javier Milei en las PASO. La encuesta del Observatorio de Psicología Social demostró el nivel de polarización en torno a la figura del candidato libertario y el alto nivel de incertidumbre, e inclusive miedo, que se vive en la sociedad ante la posibilidad de que termine siendo el presidente de los argentinos.

En un sistema de respuestas múltiples, el 33% de los encuestados a nivel país manifestó sentir “esperanza” frente al triunfo de Milei; pero las sensaciones de “incertidumbre”, “miedo” y “peligro” fueron mencionadas por el 84% de los encuestados.

Este miedo, peligro e incertidumbre convive con otra respuesta de los mismos encuestados: el 48% contestó que prefiere que el próximo gobierno traiga un “cambio político y económico drástico” al país, lo que podría explicar en parte la sensación de hartazgo que muchos vinculan con la cantidad de votos que reunió La Libertad Avanza el 13 de agosto.

Un camino de IVA

En línea con estas sensaciones, el ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, rompió la semana pasada todos los pronósticos y avanzó decidido con dos medidas que impactan de lleno contra los reclamos que venía haciendo una parte de la sociedad: eliminó el Impuesto a las Ganancias para los trabajadores y desde mañana devolverá el IVA de los alimentos a los jubilados y a los que perciban salarios de hasta $ 700.000.

Definir a las dos medidas de tener corte “electoralista” es de una obviedad y una ingenuidad rayana con la estupidez. ¿Qué esperaban que hiciera un candidato que, además, es el ministro de Economía de un país con 12,4% de inflación en agosto? La respuesta de Massa a cinco semanas de una elección trascendental para la historia argentina es lo que los votantes del amplio campo nacional y popular -en donde no sólo habita el peronismo- estaban esperando hace tiempo y el gobierno de Alberto Fernández nunca les dio.

El guiño de Massa intenta, además, marcar las claras diferencias con los otros dos oponentes de la derecha, que paradójicamente vienen sacando provecho del voto de los sectores sociales más postergados, precisamente, porque no han recibido en estos años las respuestas que esperaban de un gobierno que siempre se reivindicó como peronista. No será sencillo convencer a los enojados que creen que la mejor salida es votar a quienes seguramente serán sus verdugos. Massa lo seguirá intentando.

La estrategia pareciera estar haciendo efecto en el electorado según las últimas encuestas. Pero no alcanzará sólo con devolverle algo a los bolsillos de los trabajadores que vienen sosteniendo la crisis con su esfuerzo. Si Massa logra llegar a la Casa Rosada el 10 de diciembre, ya no podrá volver atrás con muchas de sus decisiones. Se sabe que el tigrense es un pragmático empedernido, pero si logra dar vuelta la derrota de las PASO con apoyo de la clase media y los sectores más postergados, tendrá un compromiso ineludible con la historia y con ellos.

No se trata de instalar un relato romántico, pero empezar a mirar un poco más lo hecho por Néstor Kirchner desde 2003 podría ser un punto de partida para Massa si pretende terminar siendo un protagonista de la historia y no sólo un actor de reparto. Ayer, el candidato pareció empezar a caminar en ese sentido y presentó un nuevo spot de campaña centrado a dos consignas potentes: “Tenemos con qué, tenemos con quién”.

Bloque patagónico

En medio de la definición nacional, puertas adentro de Chubut se sigue ordenando el tablero para lo que viene. El gobernador electo Ignacio Torres sigue definiendo su equipo de trabajo pero está muy atento a los que suceda en octubre y, eventualmente, en el balotaje del 19 noviembre. Sabe que no será lo mismo ser el gobernador de Chubut con Milei, Massa o Patricia Bullrich en la Casa Rosada, y para cada escenario tiene que estar preparado.

Si Bullrich no llega al balotaje, Torres se mantendrá públicamente prescindente de cara a noviembre, pero terminará de definir un Gabinete que, además de algunos dirigentes de Juntos por el Cambio en lugares relevantes, incluirá a muchos dirigentes de extracción peronista y extrapartidarios. El comodorense Guillermo Almirón, un peronista que además fue compañero de fórmula para la intendencia con Ana Clara Romero, tendrá un lugar en el equipo. No sería el único.

Si Juntos por el Cambio queda tercero en octubre, la continuidad de la alianza en muchos lugares del país, incluido Chubut, entrará en un mar de dudas. Muchos dirigentes con poder territorial y gestiones a punto de comenzar, como Torres, piensan que a esa eventual derrota nacional le podría sobrevenir una construcción política mucho más amplia y con características regionales.

El jueves pasado, al participar del Encuentro Regional Patagónico en Tierra del Fuego, el gobernador electo de Chubut habló de promover una “liga de gobernadores patagónicos” con la participación de empresarios, sindicatos y universidades, y de impulsar un bloque fuerte en el Senado para defender los intereses de la región: “Gane quien gane, tenemos que tener una agenda propia y sostenerla en el tiempo. Esta mesa de gobernadores patagónicos va a tener una representación importante en el Senado, serán 18 votos que nos podrían dar anticuerpos ante cualquier avanzada que nos perjudique”, dijo Torres y muchos escucharon atentos.

¿Se viene el “patagonismo”?#


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