Editorial / Te salva el Estado, no el mercado

El nuevo colapso del cerro Chenque puso blanco sobre negro sobre el papel preponderante del Estado.
02 SEP 2023 - 19:55 | Actualizado 03 SEP 2023 - 0:04

El nuevo colapso del cerro Chenque en Comodoro Rivadavia puso otra vez en debate no sólo el papel del Estado como solucionador de los problemas de la gente, sino el valor inconmensurable de las obras públicas como garante de ese contrato virtual entre los que gobiernan y los ciudadanos de a pie.

Veintiocho años después de un colapso similar, el Chenque volvió a moverse e hizo estragos. No es culpa del cerro sino de la enorme cantidad de funcionarios públicos que pasaron por las gestiones nacionales, provinciales y municipales que en todos estos años no advirtieron lo que había que hacer. O peor aún, lo advirtieron pero tiraron el problema para adelante y que lo solucione otro.

Es todo un símbolo que la ciudad más rica de Chubut, la que sostiene en gran parte la economía del resto de la provincia y la que, además, es uno de los faros industriales de la Patagonia, haya quedado otra vez virtualmente partida en dos, apenas conectada por un camino de ripio que hace décadas debería estar asfaltado. Aquí no sólo fallan los que ocupan el control temporal del Estado sino los sectores productivos públicos y privados que priorizan la renta por sobre el derrame.

"¡El Estado, afuera!"

Justo en momentos en donde se está disputando el gobierno de la Nación para los próximos cuatro años y dos de los tres candidatos con aspiraciones serias de llegar al poder basan sus programas en la virtual desaparición del Estado como figura gestora, ejecutora y reguladora, a los chubutenses se les cae un cerro por la ausencia casi crónica de gestión.

El contrapunto, otra vez, se genera a partir de las distintas miradas de los ciudadanos sobre una misma situación. ¿El problema es el Estado o quienes alternadamente lo manejan? Si lo que se pretende es un Estado eficiente que responda a las necesidades de los ciudadanos, ¿por qué votar a un “anti Estado” como respuesta a esa insatisfacción?

Hace tres años, cuando la pandemia arreciaba, los mismos sectores políticos y empresarios que adoran preparar el cadalso para ejecutar al Estado, fueron los primeros en reclamar la asistencia estatal para atravesar la crisis causada por el coronavirus. Hasta el libertario Javier Milei cobró sus salarios en el Grupo Eurnekian, donde estaba conchabado, mediante el Programa de Asistencia al Trabajo y a la Producción (ATP), instrumentado por el Gobierno de Alberto Fernández para contener el tembladeral económico. El líder libertario dijo después que había renunciado a esos ATP, pero nunca lo demostró de manera fehaciente, ni tampoco explicó cómo hubiera manejado una crisis sanitaria y económica de ese calibre con las recetas ultra libertarias de la Escuela Austríaca que dice representar.

Los “enojados” por la falta de respuestas de quienes gobiernan no deben saber nada de la Escuela Austríaca, pero eligieron homenajearla votando a los que aborrecen al Estado. En octubre se podrá comprobar si lo del 13 de agosto se trató apenas de un llamado de atención o si de verdad la mayor parte de los argentinos está dispuesta a correr el riesgo de probar un remedio que ya otras veces demostró ser peor que la enfermedad.

Es la energía,estúpido

Como contracara a una situación que genera críticas oportunistas sobre la utilidad del Estado, la semana pasada también ocurrió otro hecho que merece ser destacado y que de ninguna manera podría impulsarse si no hubiera políticas públicas: el Interconectado entre Esquel y Río Mayo que solucionará el problema energético a unos 15 mil chubutenses pasó una audiencia pública que es la antesala del llamado a licitación, que podría convocar el Estado nacional antes de fin de año.

El avance y concreción de la obra, financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), será clave para empezar a dar respuestas a muchos chubutenses que hace años reclaman dejar de ser tratados como ciudadanos de segunda. No se puede pensar el desarrollo de una localidad o de una región si no se cuenta con la energía suficiente para garantizar esa expansión. Chubut genera hasta doce veces más de energía que la que consume, pero todavía se siguen quemando millones de litros de gasoil –y miles de millones de pesos- para hacer andar las usinas que abastecen de luz a muchos pueblos.

Si no hay dilaciones políticas por el cambio del gobierno nacional, el proyecto en cuestión conectará con el Sistema Argentino de Interconexión (SADI) a las localidades de Tecka, Gobernador Costa, José de San Martín, Río Pico, Atilio Viglione, Río Mayo, Alto Río Senguer, Ricardo Rojas, Lago Blanco, Facundo, Buen Pasto y Aldea Beleiro.

A todos los chubutenese que viven en esos lugares, otra vez, les tenderá una mano el Estado, no el mercado.#

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El nuevo colapso del cerro Chenque puso blanco sobre negro sobre el papel preponderante del Estado.
02 SEP 2023 - 19:55

El nuevo colapso del cerro Chenque en Comodoro Rivadavia puso otra vez en debate no sólo el papel del Estado como solucionador de los problemas de la gente, sino el valor inconmensurable de las obras públicas como garante de ese contrato virtual entre los que gobiernan y los ciudadanos de a pie.

Veintiocho años después de un colapso similar, el Chenque volvió a moverse e hizo estragos. No es culpa del cerro sino de la enorme cantidad de funcionarios públicos que pasaron por las gestiones nacionales, provinciales y municipales que en todos estos años no advirtieron lo que había que hacer. O peor aún, lo advirtieron pero tiraron el problema para adelante y que lo solucione otro.

Es todo un símbolo que la ciudad más rica de Chubut, la que sostiene en gran parte la economía del resto de la provincia y la que, además, es uno de los faros industriales de la Patagonia, haya quedado otra vez virtualmente partida en dos, apenas conectada por un camino de ripio que hace décadas debería estar asfaltado. Aquí no sólo fallan los que ocupan el control temporal del Estado sino los sectores productivos públicos y privados que priorizan la renta por sobre el derrame.

"¡El Estado, afuera!"

Justo en momentos en donde se está disputando el gobierno de la Nación para los próximos cuatro años y dos de los tres candidatos con aspiraciones serias de llegar al poder basan sus programas en la virtual desaparición del Estado como figura gestora, ejecutora y reguladora, a los chubutenses se les cae un cerro por la ausencia casi crónica de gestión.

El contrapunto, otra vez, se genera a partir de las distintas miradas de los ciudadanos sobre una misma situación. ¿El problema es el Estado o quienes alternadamente lo manejan? Si lo que se pretende es un Estado eficiente que responda a las necesidades de los ciudadanos, ¿por qué votar a un “anti Estado” como respuesta a esa insatisfacción?

Hace tres años, cuando la pandemia arreciaba, los mismos sectores políticos y empresarios que adoran preparar el cadalso para ejecutar al Estado, fueron los primeros en reclamar la asistencia estatal para atravesar la crisis causada por el coronavirus. Hasta el libertario Javier Milei cobró sus salarios en el Grupo Eurnekian, donde estaba conchabado, mediante el Programa de Asistencia al Trabajo y a la Producción (ATP), instrumentado por el Gobierno de Alberto Fernández para contener el tembladeral económico. El líder libertario dijo después que había renunciado a esos ATP, pero nunca lo demostró de manera fehaciente, ni tampoco explicó cómo hubiera manejado una crisis sanitaria y económica de ese calibre con las recetas ultra libertarias de la Escuela Austríaca que dice representar.

Los “enojados” por la falta de respuestas de quienes gobiernan no deben saber nada de la Escuela Austríaca, pero eligieron homenajearla votando a los que aborrecen al Estado. En octubre se podrá comprobar si lo del 13 de agosto se trató apenas de un llamado de atención o si de verdad la mayor parte de los argentinos está dispuesta a correr el riesgo de probar un remedio que ya otras veces demostró ser peor que la enfermedad.

Es la energía,estúpido

Como contracara a una situación que genera críticas oportunistas sobre la utilidad del Estado, la semana pasada también ocurrió otro hecho que merece ser destacado y que de ninguna manera podría impulsarse si no hubiera políticas públicas: el Interconectado entre Esquel y Río Mayo que solucionará el problema energético a unos 15 mil chubutenses pasó una audiencia pública que es la antesala del llamado a licitación, que podría convocar el Estado nacional antes de fin de año.

El avance y concreción de la obra, financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), será clave para empezar a dar respuestas a muchos chubutenses que hace años reclaman dejar de ser tratados como ciudadanos de segunda. No se puede pensar el desarrollo de una localidad o de una región si no se cuenta con la energía suficiente para garantizar esa expansión. Chubut genera hasta doce veces más de energía que la que consume, pero todavía se siguen quemando millones de litros de gasoil –y miles de millones de pesos- para hacer andar las usinas que abastecen de luz a muchos pueblos.

Si no hay dilaciones políticas por el cambio del gobierno nacional, el proyecto en cuestión conectará con el Sistema Argentino de Interconexión (SADI) a las localidades de Tecka, Gobernador Costa, José de San Martín, Río Pico, Atilio Viglione, Río Mayo, Alto Río Senguer, Ricardo Rojas, Lago Blanco, Facundo, Buen Pasto y Aldea Beleiro.

A todos los chubutenese que viven en esos lugares, otra vez, les tenderá una mano el Estado, no el mercado.#


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