Un gran actor: el chulengo que finge estar atropellado
El guanaco más dramático de la Patagonia. Se tiró en un camino simulando una tragedia digna de Hollywood, hasta que “revivió” de inmediato. La gracia de un animal y la astucia de un rescatista, una escena que sólo la Patagonia puede dar.
La Patagonia volvió a regalar uno de esos momentos inolvidables: un chulengo, con más vocación actoral que muchos aspirantes a casting, fingió estar atropellado en medio de un camino y engañó (solo por unos segundos)al rescatista de fauna silvestre Víctor Fratto.
En el video, el animal aparece tirado en el suelo, con las patas en posiciones extrañas y un dramatismo que haría llorar a cualquier director de cine. “No te puedo creer, un guanaco recién atropellado”, dice Fratto, que ya se preparaba para asistirlo.
Pero la “tragedia” duró poco: de pronto el chulengo se reincorpora sobre sus rodillas y, en un segundo, está completamente de pie, sano, salvo… y descubierto.
“¿Cómo? ¡No tenés nada! Ah, guachín… mirá vos qué chistoso el animalito”, exclama el rescatista entre risas, mientras el guanaco abandona la escena sin dar explicaciones, como una estrella que se retira del set.
La escena —pura picardía patagónica— ya cosecha miles de reproducciones. Y al parecer, Hollywood suma un nuevo candidato inesperado: un guanaco que domina como nadie el arte del drama.
La Patagonia volvió a regalar uno de esos momentos inolvidables: un chulengo, con más vocación actoral que muchos aspirantes a casting, fingió estar atropellado en medio de un camino y engañó (solo por unos segundos)al rescatista de fauna silvestre Víctor Fratto.
En el video, el animal aparece tirado en el suelo, con las patas en posiciones extrañas y un dramatismo que haría llorar a cualquier director de cine. “No te puedo creer, un guanaco recién atropellado”, dice Fratto, que ya se preparaba para asistirlo.
Pero la “tragedia” duró poco: de pronto el chulengo se reincorpora sobre sus rodillas y, en un segundo, está completamente de pie, sano, salvo… y descubierto.
“¿Cómo? ¡No tenés nada! Ah, guachín… mirá vos qué chistoso el animalito”, exclama el rescatista entre risas, mientras el guanaco abandona la escena sin dar explicaciones, como una estrella que se retira del set.
La escena —pura picardía patagónica— ya cosecha miles de reproducciones. Y al parecer, Hollywood suma un nuevo candidato inesperado: un guanaco que domina como nadie el arte del drama.