Según supo la agencia Noticias Argentinas, citando el informe del periodista Javier Firpo para Clarín, Verón facturó $6 millones en un mes, diez veces más de lo que percibía ($600.000) estando de licencia médica.
El dilema económico y la defensa
La agente, madre de una hija de 8 años, explicó que la decisión surgió en un momento de vulnerabilidad. Se encontraba de licencia médica por secuelas de violencia de género (sufriendo episodios de epilepsia), y el costo de su medicación era inaccesible con su salario.
"Me tuve que abrir una cuenta de Only Fans... Con el sueldo actual de la policía no nos podemos sostener", afirmó.
Verón se defendió de las acusaciones de "indecoro" y aseguró: "No soy ninguna prostituta". La agente sostiene que su trabajo es una actuación que realiza en la tranquilidad de su casa, sin contacto físico.
Miedo al acoso y el fin de una carrera
La agente reconoció su error al usar el uniforme, pero siente una "persecución increíble" por parte de la fuerza, comparándose con una delincuente. Confesó que usó el dinero facturado para pagar la matrícula y todo el año 2026 del colegio privado de su hija.
Verón teme que su carrera en la Policía esté terminada. Además del sumario administrativo que enfrenta, expresó su miedo a ser víctima de maltrato y acoso si regresa, recordando una denuncia previa que había realizado contra un comisario por acoso sexual.

Según supo la agencia Noticias Argentinas, citando el informe del periodista Javier Firpo para Clarín, Verón facturó $6 millones en un mes, diez veces más de lo que percibía ($600.000) estando de licencia médica.
El dilema económico y la defensa
La agente, madre de una hija de 8 años, explicó que la decisión surgió en un momento de vulnerabilidad. Se encontraba de licencia médica por secuelas de violencia de género (sufriendo episodios de epilepsia), y el costo de su medicación era inaccesible con su salario.
"Me tuve que abrir una cuenta de Only Fans... Con el sueldo actual de la policía no nos podemos sostener", afirmó.
Verón se defendió de las acusaciones de "indecoro" y aseguró: "No soy ninguna prostituta". La agente sostiene que su trabajo es una actuación que realiza en la tranquilidad de su casa, sin contacto físico.
Miedo al acoso y el fin de una carrera
La agente reconoció su error al usar el uniforme, pero siente una "persecución increíble" por parte de la fuerza, comparándose con una delincuente. Confesó que usó el dinero facturado para pagar la matrícula y todo el año 2026 del colegio privado de su hija.
Verón teme que su carrera en la Policía esté terminada. Además del sumario administrativo que enfrenta, expresó su miedo a ser víctima de maltrato y acoso si regresa, recordando una denuncia previa que había realizado contra un comisario por acoso sexual.