Por Francisco Caputo
En la Patagonia, un guerrero nigeriano emergió con determinación en el marco del Regional.
Solomon Egbere, el volante ofensivo de Huracán de Trelew, desató su magia en el Cayetano Castro. Hizo un gol, dio una asistencia y se convirtió en el eje de su equipo mientras estuvo en cancha el domingo en el 3-2 ante Racing Club, por la Zona 1 de la Patagonia.
“Estoy muy contento por el equipo. Si hubiese hecho el gol y hubiésmos perdido, no estaría feliz. Pero ganamos”, dijo el atacante de 19 años, en inglés.
"Fue un partido muy intenso, fue un partido duro. Pero logramos nuestro objetivo. Eso nos da posibilidades". Con cada carrera, su velocidad y habilidad hicieron la diferencia en favor del “Globo”.
Elogió a sus compañeros. Logran entenderse, pese a la barrera idiomática, dado que Solomon sabe poco castellano. El idioma del fútbol es universal. “Nos entendemos, ellos me entienden a mí y yo a ellos. Son grandes compañeros”, manifestó.
El camino recién empieza, pero el primer capítulo de Solomon Egbere fue auspicioso.
Por Francisco Caputo
En la Patagonia, un guerrero nigeriano emergió con determinación en el marco del Regional.
Solomon Egbere, el volante ofensivo de Huracán de Trelew, desató su magia en el Cayetano Castro. Hizo un gol, dio una asistencia y se convirtió en el eje de su equipo mientras estuvo en cancha el domingo en el 3-2 ante Racing Club, por la Zona 1 de la Patagonia.
“Estoy muy contento por el equipo. Si hubiese hecho el gol y hubiésmos perdido, no estaría feliz. Pero ganamos”, dijo el atacante de 19 años, en inglés.
"Fue un partido muy intenso, fue un partido duro. Pero logramos nuestro objetivo. Eso nos da posibilidades". Con cada carrera, su velocidad y habilidad hicieron la diferencia en favor del “Globo”.
Elogió a sus compañeros. Logran entenderse, pese a la barrera idiomática, dado que Solomon sabe poco castellano. El idioma del fútbol es universal. “Nos entendemos, ellos me entienden a mí y yo a ellos. Son grandes compañeros”, manifestó.
El camino recién empieza, pero el primer capítulo de Solomon Egbere fue auspicioso.