Por Esteban Gallo
“Este Presupuesto sostiene, al igual que el Presupuesto enviado el año pasado, el equilibrio fiscal”.
Así comenzó Javier Milei su discurso del lunes por la noche. Un par de líneas más abajo agregó que “si respetamos el equilibrio fiscal tenemos asegurado un crecimiento inimaginable”. Y no paró durante toda su alocución de machacar con el equilibrio fiscal que tanto pretende meter en la cabeza de los argentinos.
17 veces utilizó la frase “equilibrio fiscal” en 15 minutos de discurso.
“El equilibrio fiscal, el equilibrio fiscal” repite Milei como un loro parlante mientras sus compatriotas salen a la calle para manifestar que no quieren saber nada con el ajuste despiadado que aplicó desde el primer día de su gestión y que pretende seguir aplicando, a pesar del clamor de la gente.
Ese reclamo, cada vez más vigoroso, se escuchará hoy a lo largo y ancho del país cuando la comunidad educativa marche para exigirle al Congreso que ratifique la ley de financiamiento educativo que vetó el gobierno.
Federaciones estudiantiles, gremios y consejo de rectores de universidades de todo el país convocaron a la marcha universitaria federal y la medida de fuerza se complementará con un paro docente en todas las casas de altos estudios nacionales.
Mientras el loro no deja de repetir “el equilibrio fiscal, el equilibrio fiscal” algunos centros de estudiantes resolvieron tomar los establecimientos educativos, en varias facultades del país se realizaron abrazos simbólicos a los edificios, en otras se dictaron clases públicas convocadas por gremios docentes, algunos estudiantes impulsaron “semaforazos” sobre avenidas principales y hasta hubo cacerolazos en algunas capitales del país.
Milei logró lo que, hasta el momento, no había logrado ningún presidente. Unir en un mismo reclamo a directivos, profesores y estudiantes.
La postura de la comunidad educativa tiene lógica.
La ley, aprobada por el Senado el 22 de agosto establecía la actualización mensual por inflación de los gastos salariales y de funcionamiento de las universidades estatales nacionales. También contemplaba una recomposición salarial para docentes y no docentes desde diciembre de 2023 hasta la fecha de sanción de la ley, y obligaba al Gobierno a convocar a paritarias.
La preocupación de la comunidad educativa fue expresada apodícticamente en el comunicado que emitió ayer el Consejo Interuniversitario Nacional. Para contrarrestar al loro, mejor dicho, al presidente, el CIN recalcó que los montos anunciados están lejos de ser suficientes y puntualizó que la iniciativa “consolida el ajuste sobre el sistema universitario”.
“Los 4,8 billones de pesos anunciados por el presidente para las universidades el año próximo implica anualizar para el 2026 lo percibido a diciembre de 2025, y queda muy lejos de los 7,3 billones necesarios para que pueda funcionar normalmente el sistema”, explicó el Consejo en su declaración.
Según la comparación que hicieron los equipos económicos que administran la educación superior, “ese monto previsto para 2026 es igual al de 2025, un año que vivimos en peligro” remarcaron enfáticamente.
Mientras el loro insiste con “el déficit fiscal”, la protesta de hoy no se circunscribirá al ámbito universitario. También estarán los médicos del Garrahan, acompañados por miles de argentinos y argentinas que se solidarizan con su lucha, los jubilados, la CGT, las dos CTA, movimientos sociales y vecinos y vecinas asqueados de tanto ajuste y dispuestos a dar pelea en la calle.
De fondo se sigue escuchando “el equilibrio fiscal, el equilibrio fiscal” pero la gente ya se cansó del plumífero parlante. Lo expresa en la calle y ahora también en las urnas.
Solo, triste y desplumado va quedando el loro que tenemos de presidente.
Por Esteban Gallo
“Este Presupuesto sostiene, al igual que el Presupuesto enviado el año pasado, el equilibrio fiscal”.
Así comenzó Javier Milei su discurso del lunes por la noche. Un par de líneas más abajo agregó que “si respetamos el equilibrio fiscal tenemos asegurado un crecimiento inimaginable”. Y no paró durante toda su alocución de machacar con el equilibrio fiscal que tanto pretende meter en la cabeza de los argentinos.
17 veces utilizó la frase “equilibrio fiscal” en 15 minutos de discurso.
“El equilibrio fiscal, el equilibrio fiscal” repite Milei como un loro parlante mientras sus compatriotas salen a la calle para manifestar que no quieren saber nada con el ajuste despiadado que aplicó desde el primer día de su gestión y que pretende seguir aplicando, a pesar del clamor de la gente.
Ese reclamo, cada vez más vigoroso, se escuchará hoy a lo largo y ancho del país cuando la comunidad educativa marche para exigirle al Congreso que ratifique la ley de financiamiento educativo que vetó el gobierno.
Federaciones estudiantiles, gremios y consejo de rectores de universidades de todo el país convocaron a la marcha universitaria federal y la medida de fuerza se complementará con un paro docente en todas las casas de altos estudios nacionales.
Mientras el loro no deja de repetir “el equilibrio fiscal, el equilibrio fiscal” algunos centros de estudiantes resolvieron tomar los establecimientos educativos, en varias facultades del país se realizaron abrazos simbólicos a los edificios, en otras se dictaron clases públicas convocadas por gremios docentes, algunos estudiantes impulsaron “semaforazos” sobre avenidas principales y hasta hubo cacerolazos en algunas capitales del país.
Milei logró lo que, hasta el momento, no había logrado ningún presidente. Unir en un mismo reclamo a directivos, profesores y estudiantes.
La postura de la comunidad educativa tiene lógica.
La ley, aprobada por el Senado el 22 de agosto establecía la actualización mensual por inflación de los gastos salariales y de funcionamiento de las universidades estatales nacionales. También contemplaba una recomposición salarial para docentes y no docentes desde diciembre de 2023 hasta la fecha de sanción de la ley, y obligaba al Gobierno a convocar a paritarias.
La preocupación de la comunidad educativa fue expresada apodícticamente en el comunicado que emitió ayer el Consejo Interuniversitario Nacional. Para contrarrestar al loro, mejor dicho, al presidente, el CIN recalcó que los montos anunciados están lejos de ser suficientes y puntualizó que la iniciativa “consolida el ajuste sobre el sistema universitario”.
“Los 4,8 billones de pesos anunciados por el presidente para las universidades el año próximo implica anualizar para el 2026 lo percibido a diciembre de 2025, y queda muy lejos de los 7,3 billones necesarios para que pueda funcionar normalmente el sistema”, explicó el Consejo en su declaración.
Según la comparación que hicieron los equipos económicos que administran la educación superior, “ese monto previsto para 2026 es igual al de 2025, un año que vivimos en peligro” remarcaron enfáticamente.
Mientras el loro insiste con “el déficit fiscal”, la protesta de hoy no se circunscribirá al ámbito universitario. También estarán los médicos del Garrahan, acompañados por miles de argentinos y argentinas que se solidarizan con su lucha, los jubilados, la CGT, las dos CTA, movimientos sociales y vecinos y vecinas asqueados de tanto ajuste y dispuestos a dar pelea en la calle.
De fondo se sigue escuchando “el equilibrio fiscal, el equilibrio fiscal” pero la gente ya se cansó del plumífero parlante. Lo expresa en la calle y ahora también en las urnas.
Solo, triste y desplumado va quedando el loro que tenemos de presidente.