Por Pedro Méndez
pedromendez@grupojornada.com
“El blues habló y Esquel escuchó. Guitarras, voces, armónicas y almas se encontraron en un mismo pulso. El Auditorio fue escenario de comunión, de emoción compartida, de música que no pide permiso. Sólo entra y se queda” dijo Damián Dufrós finalizado el Festival de Blues que cerró con éxito sus dos jornadas de música. Fueron las palabras del mentor de un festival que llegó a su tercera edición. Y con la particularidad de que no tuvo que esperar a que sea la tercera para sea la vencida. Quienes hemos seguido esta saga de festivales podemos dar fe de que todas fueron vencidas. Porque, como dice el “Tano” Favalli en El Eternauta, ´lo viejo funciona, Juan´.
El festival
Fueron dos días en los que prevaleció la eficacia del esfuerzo compartido, el compromiso con una forma de arte y el aprecio de aquellos que laten en la misma frecuencia y se manifestaron, con su presencia para aplaudir la pasión puesta en cada canción, en cada compás y en cada turn round de esa música tan única como es la música de blues.
El “Esquel Blues Festival 2025” hizo vibrar el Auditorio Municipal desde el primer acorde que fue de la banda que acompañó a Emiliana Duflós, hija de Damián, estudiante de música en Bs. As., que llegó para ponerle el toque femenino al festival.
Los Good Fellas dieron todo de sí para mantener la energía local alta en el auditorio. En el cierre de la primera jornada, se presentó Gabriel Grätzer, el músico, cantante, escritor, periodista y archivista del blues argentino.Grätzer recreó con su guitarra, la escena de los años ´20 y la transición hacia el blues tocado en grupo.
El sábado, la intensidad en el escenario la puso Damián Duflós Blues Band. Luego Pablo Alonso puso en marcha la máquina de ritmo que es Half Time Blues y cerró JR y La Hora del Blues, en esta ocasión acompañado por Luis Vargas en bajo, Fabio “Chiky” Arabena en armónica, cucharas, tabla de lavar y whastub bass. En batería estuvo Rudy Murua, musico y productor de larga trayectoria en Esquel. Todos lo recuerdan por ser el propietario de “El Bodegón”, tradicional pub, siempre identificado con la música y especialmente el blues y el Rockn´Roll.
José María Rearte, desplegó su habitual repertorio, integrado por canciones de su autoría e identificadas con el Trelew y el valle inferior del Rio Chubut. Además de agregarle su toque personal de showman, como lo hace en cada presentación.
El cierre fue con todos los protagonistas en el escenario, interpretando lo que es un himno y el epílogo correcto para finalizar todo festival de blues: tocar “Sweet Home Chicago”.
Larga vida al Blues
El festival, ha crecido en importancia. Los esfuerzos de varios años han dado sus frutos. Hay que mencionar que El Festival de Blues de Esquel es parte de la saga del Festival de Blues de Comodoro Rivadavia y el Festival de Blues de Trelew.
Las instituciones públicas locales, han apreciado el contenido y alcance del evento. A esta altura de su realización, no sólo es un festival musical. También es evento social que intercala actividad cultural, movimiento turístico y aportes a la economía local.Por ello es que ha sido declarado de interés cultural y turístico por el Concejo Deliberante de Esquel y la Legislatura del Chubut.
Por Pedro Méndez
pedromendez@grupojornada.com
“El blues habló y Esquel escuchó. Guitarras, voces, armónicas y almas se encontraron en un mismo pulso. El Auditorio fue escenario de comunión, de emoción compartida, de música que no pide permiso. Sólo entra y se queda” dijo Damián Dufrós finalizado el Festival de Blues que cerró con éxito sus dos jornadas de música. Fueron las palabras del mentor de un festival que llegó a su tercera edición. Y con la particularidad de que no tuvo que esperar a que sea la tercera para sea la vencida. Quienes hemos seguido esta saga de festivales podemos dar fe de que todas fueron vencidas. Porque, como dice el “Tano” Favalli en El Eternauta, ´lo viejo funciona, Juan´.
El festival
Fueron dos días en los que prevaleció la eficacia del esfuerzo compartido, el compromiso con una forma de arte y el aprecio de aquellos que laten en la misma frecuencia y se manifestaron, con su presencia para aplaudir la pasión puesta en cada canción, en cada compás y en cada turn round de esa música tan única como es la música de blues.
El “Esquel Blues Festival 2025” hizo vibrar el Auditorio Municipal desde el primer acorde que fue de la banda que acompañó a Emiliana Duflós, hija de Damián, estudiante de música en Bs. As., que llegó para ponerle el toque femenino al festival.
Los Good Fellas dieron todo de sí para mantener la energía local alta en el auditorio. En el cierre de la primera jornada, se presentó Gabriel Grätzer, el músico, cantante, escritor, periodista y archivista del blues argentino.Grätzer recreó con su guitarra, la escena de los años ´20 y la transición hacia el blues tocado en grupo.
El sábado, la intensidad en el escenario la puso Damián Duflós Blues Band. Luego Pablo Alonso puso en marcha la máquina de ritmo que es Half Time Blues y cerró JR y La Hora del Blues, en esta ocasión acompañado por Luis Vargas en bajo, Fabio “Chiky” Arabena en armónica, cucharas, tabla de lavar y whastub bass. En batería estuvo Rudy Murua, musico y productor de larga trayectoria en Esquel. Todos lo recuerdan por ser el propietario de “El Bodegón”, tradicional pub, siempre identificado con la música y especialmente el blues y el Rockn´Roll.
José María Rearte, desplegó su habitual repertorio, integrado por canciones de su autoría e identificadas con el Trelew y el valle inferior del Rio Chubut. Además de agregarle su toque personal de showman, como lo hace en cada presentación.
El cierre fue con todos los protagonistas en el escenario, interpretando lo que es un himno y el epílogo correcto para finalizar todo festival de blues: tocar “Sweet Home Chicago”.
Larga vida al Blues
El festival, ha crecido en importancia. Los esfuerzos de varios años han dado sus frutos. Hay que mencionar que El Festival de Blues de Esquel es parte de la saga del Festival de Blues de Comodoro Rivadavia y el Festival de Blues de Trelew.
Las instituciones públicas locales, han apreciado el contenido y alcance del evento. A esta altura de su realización, no sólo es un festival musical. También es evento social que intercala actividad cultural, movimiento turístico y aportes a la economía local.Por ello es que ha sido declarado de interés cultural y turístico por el Concejo Deliberante de Esquel y la Legislatura del Chubut.