Por Ismael Tebes - Redacción de Jornada.
La lógica no pudo torcer la realidad. Saúl Alvarez, el campeón más campeón del boxeo mundial, terminó ganándole por puntos en decisión unánime al cubano William Scull y se convirtió en el rey absoluto de los supermedianos al recuperar el cinturón que le faltaba, el de la FIB que poseía el cubano.
El “Canelo” estuvo lejos de lucir; nunca pudo conectar con continuidad y perdió ampliamente con las piernas de un Scull que pareció estar siempre a resguardo. Y en la madrugada de Riyadh, el mexicano terminó confirmando a Terrence Crawford como su próximo rival el próximo 13 de septiembre,en el mismo ring y como parte del show. Scull terminó perdiendo su invicto, su faja mundialista pero a la vez, casi una rareza, cumplió con la pelea de sus sueños.
El boxeador con pasado en Patagonia se desplazó siempre con inteligencia y extrema velocidad; sostuvo el ritmo y dejó casi siempre fuera de foco a un rival que por momentos se mostró contrariado.
No obstante, “Canelo” dio señales a la hora de proponer; fue hacia adelante, tuvo aciertos motivadores pero estuvo lejos de ejercer un dominio real. Ganó la mayoría de los rounds pero cayó siempre en la “red” que propuso Scull, enfocado de principio a fin en su estrategia.
En el tramo intermedio del match, que ciertamente no terminó de “despegar” en el plano de las emociones, William construyó alguna diferencia cuando logró conectar golpes largos que exhibieron alguna lentitud por parte de Alvarez. Sin embargo. No hubo continuidad y cuando pudo pisar el acelerador, Scull prefirió volver a territorio seguro. Ahí, los laterales le dieron tranquilidad, tocando siempre, estirando un jab ambicioso y sacando de distancia a un “Canelo” no demasiado feliz con el trámite.
El boxeador con pasado en Patagonia se desplazó siempre con inteligencia y extrema velocidad; sostuvo el ritmo y dejó casi siempre fuera de foco a un rival que por momentos se mostró contrariado.
No obstante, “Canelo” dio señales a la hora de proponer; fue hacia adelante, tuvo aciertos motivadores pero estuvo lejos de ejercer un dominio real. Ganó la mayoría de los rounds pero cayó siempre en la “red” que propuso Scull, enfocado de principio a fin en su estrategia.
En el tramo intermedio del match, que ciertamente no terminó de “despegar” en el plano de las emociones, William construyó alguna diferencia cuando logró conectar golpes largos que exhibieron alguna lentitud por parte de Alvarez. Sin embargo. No hubo continuidad y cuando pudo pisar el acelerador, Scull prefirió volver a territorio seguro. Ahí, los laterales le dieron tranquilidad, tocando siempre, estirando un jab ambicioso y sacando de distancia a un “Canelo” no demasiado feliz con el trámite.
Canelo Álvarez volvió a ser campeón indiscutido en las 168 libras. Antes del combate tenía en su poder los cinturones de a Asociación Mundial de Boxeo, la Organización Mundial de Boxeo y del Consejo Mundial de Boxeo. Ahora sumó el título de la Federación Internacional de Boxeo y le quitó el invicto a William Scull.
Por Ismael Tebes - Redacción de Jornada.
La lógica no pudo torcer la realidad. Saúl Alvarez, el campeón más campeón del boxeo mundial, terminó ganándole por puntos en decisión unánime al cubano William Scull y se convirtió en el rey absoluto de los supermedianos al recuperar el cinturón que le faltaba, el de la FIB que poseía el cubano.
El “Canelo” estuvo lejos de lucir; nunca pudo conectar con continuidad y perdió ampliamente con las piernas de un Scull que pareció estar siempre a resguardo. Y en la madrugada de Riyadh, el mexicano terminó confirmando a Terrence Crawford como su próximo rival el próximo 13 de septiembre,en el mismo ring y como parte del show. Scull terminó perdiendo su invicto, su faja mundialista pero a la vez, casi una rareza, cumplió con la pelea de sus sueños.
El boxeador con pasado en Patagonia se desplazó siempre con inteligencia y extrema velocidad; sostuvo el ritmo y dejó casi siempre fuera de foco a un rival que por momentos se mostró contrariado.
No obstante, “Canelo” dio señales a la hora de proponer; fue hacia adelante, tuvo aciertos motivadores pero estuvo lejos de ejercer un dominio real. Ganó la mayoría de los rounds pero cayó siempre en la “red” que propuso Scull, enfocado de principio a fin en su estrategia.
En el tramo intermedio del match, que ciertamente no terminó de “despegar” en el plano de las emociones, William construyó alguna diferencia cuando logró conectar golpes largos que exhibieron alguna lentitud por parte de Alvarez. Sin embargo. No hubo continuidad y cuando pudo pisar el acelerador, Scull prefirió volver a territorio seguro. Ahí, los laterales le dieron tranquilidad, tocando siempre, estirando un jab ambicioso y sacando de distancia a un “Canelo” no demasiado feliz con el trámite.
El boxeador con pasado en Patagonia se desplazó siempre con inteligencia y extrema velocidad; sostuvo el ritmo y dejó casi siempre fuera de foco a un rival que por momentos se mostró contrariado.
No obstante, “Canelo” dio señales a la hora de proponer; fue hacia adelante, tuvo aciertos motivadores pero estuvo lejos de ejercer un dominio real. Ganó la mayoría de los rounds pero cayó siempre en la “red” que propuso Scull, enfocado de principio a fin en su estrategia.
En el tramo intermedio del match, que ciertamente no terminó de “despegar” en el plano de las emociones, William construyó alguna diferencia cuando logró conectar golpes largos que exhibieron alguna lentitud por parte de Alvarez. Sin embargo. No hubo continuidad y cuando pudo pisar el acelerador, Scull prefirió volver a territorio seguro. Ahí, los laterales le dieron tranquilidad, tocando siempre, estirando un jab ambicioso y sacando de distancia a un “Canelo” no demasiado feliz con el trámite.
Canelo Álvarez volvió a ser campeón indiscutido en las 168 libras. Antes del combate tenía en su poder los cinturones de a Asociación Mundial de Boxeo, la Organización Mundial de Boxeo y del Consejo Mundial de Boxeo. Ahora sumó el título de la Federación Internacional de Boxeo y le quitó el invicto a William Scull.