Fotos: Sergio Esparza
El juez Marcos Nápoli dispuso abrir la investigación por seis meses contra la empleada municipal Belén Tromador, acusada de haber participado de una presunta extorsión contra el intendente de Trelew Gerardo Merino. Por el caso ya estaba imputado el abogado Gastón Bordier. La calificación jurídica es amenazas coactivas.
Según la hipótesis de la querella del jefe comunal –representada por la penalista Gladys Olavarría- y del fiscal Lucas Koltsch, Bordier le reclamó a Merino un cargo político para él, y un puesto en planta permanente para Tromador. De no acceder, el intendente sería denunciado por abuso, como finalmente ocurrió.
En la audiencia de la mañana de este martes, Tromador fue defendida por Romano Cominetti.
El episodio habría ocurrido entre abril y mayo de 2024. Bordier buscaba ser asesor en la Dirección de Transporte del Ministerio de Gobierno. Envió múltiples mensajes de WhatsApp al intendente para una charla “fuera de la Municipalidad y sin cámaras”. Quería discutir la situación de Tromador.
“Mirá Gerardo –siguió- vamos a acomodarla porque esto pasa a mayores, yo hoy estoy yendo a Rawson, estoy certificando las denuncias, ya tengo certificado por escribano los mensajes, ya tengo oficio de las telefonías de a quién pertenecen los números. Entonces yo no la quiero hacer jodida por el tema de Belén Tromador. Yo te cumplo hasta mañana, mañana vos y yo hablamos. No la estiremos con Marito y compañía. No jodamos con este tema. Vos y yo nos sentamos a hablar y la acomodamos. Esto no se trata de ver quién la tiene más larga”.
Según la acusación, la frase “estoy certificando las denuncias” implica una extorsión ya que preparaba el terreno para la presentación por abuso. “Esto demuestra la intencionalidad de amenazar al intendente con el objetivo de lograr un beneficio económico y laboral para sí mismo y para Belén Tromador”, escribió la acusación.
El 26 de abril de 2024 a las 17, Merino se reunió con Bordier. “Allí tomó conocimiento de un reclamo ilegal y en contra de su voluntad, ya que el abogado le informó que la intención junto con Tromador era denunciarlo por el delito de abuso y acoso sexual en caso de que no accediera a la posibilidad de designar a Tromador en Planta permanente, y a utilizar sus influencias para interceder ante funcionarios provinciales e incluso el gobernador con el objeto de conseguirle a Bordier un cargo”.
Merinole preguntó si lo estaba extorsionando o presionando; el letrado contestó: “No, esto es así. Si no sigo con la denuncia. Te doy 48 horas para que me contestes”.
Bordier siguió enviándole mensajes para recordarle que si no cumplía con los cargos Tromador haría la denuncia.
La acusación presentó al juez otros mensajes del abogado: “Yo no sé qué parte no se entendió”, “Se me agota la paciencia”, “Vos tenías cosas para hacer antes de que yo me moviera”, “Nos quedan 10 días”, “Estamos en contacto, pasó el tiempo y no arreglaste nada”. Merino no respondió más. El 15 de noviembre de 2024 fue denunciado.
En la audiencia, el defensor de Tromador reflotó la denuncia contra Merino por un presunto abuso. Y deslizó que abrir la investigación a su clienta significaba “desviar la atención y coaccionar a una víctima que el Estado está obligado a defender”. Se preguntó: “¿Cuál fue el rol criminal de Tromador? ¿Ejercer su derecho de denunciar? ¿O sea que el final de un plan criminal es una denuncia?”.
Cominetti recordó que en los mensajes de Bordier, el abogado pide cosas para sí mismo “pero nunca dice `Belén quiere´”. Destacó que si hay mensajes en la causa, los certificó y los aportó la propia imputada.
Pero al abrir la investigación, el juez Nápoli consideró que hay “indicios suficientes” de un posible delito. También pidió no usar en este expediente elementos de la denuncia del presunto abuso, considerada por ahora una discusión separada. “Que una causa no contamine a la otra”, graficó.
Fotos: Sergio Esparza
El juez Marcos Nápoli dispuso abrir la investigación por seis meses contra la empleada municipal Belén Tromador, acusada de haber participado de una presunta extorsión contra el intendente de Trelew Gerardo Merino. Por el caso ya estaba imputado el abogado Gastón Bordier. La calificación jurídica es amenazas coactivas.
Según la hipótesis de la querella del jefe comunal –representada por la penalista Gladys Olavarría- y del fiscal Lucas Koltsch, Bordier le reclamó a Merino un cargo político para él, y un puesto en planta permanente para Tromador. De no acceder, el intendente sería denunciado por abuso, como finalmente ocurrió.
En la audiencia de la mañana de este martes, Tromador fue defendida por Romano Cominetti.
El episodio habría ocurrido entre abril y mayo de 2024. Bordier buscaba ser asesor en la Dirección de Transporte del Ministerio de Gobierno. Envió múltiples mensajes de WhatsApp al intendente para una charla “fuera de la Municipalidad y sin cámaras”. Quería discutir la situación de Tromador.
“Mirá Gerardo –siguió- vamos a acomodarla porque esto pasa a mayores, yo hoy estoy yendo a Rawson, estoy certificando las denuncias, ya tengo certificado por escribano los mensajes, ya tengo oficio de las telefonías de a quién pertenecen los números. Entonces yo no la quiero hacer jodida por el tema de Belén Tromador. Yo te cumplo hasta mañana, mañana vos y yo hablamos. No la estiremos con Marito y compañía. No jodamos con este tema. Vos y yo nos sentamos a hablar y la acomodamos. Esto no se trata de ver quién la tiene más larga”.
Según la acusación, la frase “estoy certificando las denuncias” implica una extorsión ya que preparaba el terreno para la presentación por abuso. “Esto demuestra la intencionalidad de amenazar al intendente con el objetivo de lograr un beneficio económico y laboral para sí mismo y para Belén Tromador”, escribió la acusación.
El 26 de abril de 2024 a las 17, Merino se reunió con Bordier. “Allí tomó conocimiento de un reclamo ilegal y en contra de su voluntad, ya que el abogado le informó que la intención junto con Tromador era denunciarlo por el delito de abuso y acoso sexual en caso de que no accediera a la posibilidad de designar a Tromador en Planta permanente, y a utilizar sus influencias para interceder ante funcionarios provinciales e incluso el gobernador con el objeto de conseguirle a Bordier un cargo”.
Merinole preguntó si lo estaba extorsionando o presionando; el letrado contestó: “No, esto es así. Si no sigo con la denuncia. Te doy 48 horas para que me contestes”.
Bordier siguió enviándole mensajes para recordarle que si no cumplía con los cargos Tromador haría la denuncia.
La acusación presentó al juez otros mensajes del abogado: “Yo no sé qué parte no se entendió”, “Se me agota la paciencia”, “Vos tenías cosas para hacer antes de que yo me moviera”, “Nos quedan 10 días”, “Estamos en contacto, pasó el tiempo y no arreglaste nada”. Merino no respondió más. El 15 de noviembre de 2024 fue denunciado.
En la audiencia, el defensor de Tromador reflotó la denuncia contra Merino por un presunto abuso. Y deslizó que abrir la investigación a su clienta significaba “desviar la atención y coaccionar a una víctima que el Estado está obligado a defender”. Se preguntó: “¿Cuál fue el rol criminal de Tromador? ¿Ejercer su derecho de denunciar? ¿O sea que el final de un plan criminal es una denuncia?”.
Cominetti recordó que en los mensajes de Bordier, el abogado pide cosas para sí mismo “pero nunca dice `Belén quiere´”. Destacó que si hay mensajes en la causa, los certificó y los aportó la propia imputada.
Pero al abrir la investigación, el juez Nápoli consideró que hay “indicios suficientes” de un posible delito. También pidió no usar en este expediente elementos de la denuncia del presunto abuso, considerada por ahora una discusión separada. “Que una causa no contamine a la otra”, graficó.