Los Tolosa: “Te vamos a abrir la panza delante de tus hijos”

La “Banda del Gordo Mandinga” quedó presa 6 meses. Fiscalía les imputa haber formado una asociación ilícita que asoló Paso de Indios. Violentas escuchas, amenazas, vigilancia con largavistas a la Policía, tablas con clavos y campos usurpados, el combo que los compromete.

Elena (izquierda) Juan José padre e hijo, y Luciano.
14 ABR 2025 - 15:32 | Actualizado 14 ABR 2025 - 15:58

Fotos: Norman Evans

“Te vamos a abrir la panza delante de tus hijos”. Así decía el mensaje que según el Ministerio Público Fiscal, Elena Amigoren le envió al empresario ganadero Nicolás Caucigh. La mujer fue imputada como jefa de una asociación ilícita que completaron su esposo Juan José "Chique" Tolosa y sus hijos Luciano “Gordo Mandinga” y Juan José, el “Kini”. La banda hizo del abigeato, las amenazas y las usurpaciones una industria delictiva en Paso de Indios.

En una audiencia de casi tres horas esta mañana en Tribunales de Trelew, el juez Marcos Nápoli dictó la prisión preventiva durante 6 meses para la familia.

Durante ese lapso serán investigados por robo de ganado, la venta clandestina de su carne y amenazas a los vecinos por más de diez años. La fiscal Mariana Millapi y el funcionario Rubén Kholer imputaron además usurpación, tenencia ilegal de armas, amenazas y encubrimiento. La defensora fue Gladys Olavarría.

Las penas para ellos podrían ir de los 4 a los 25 años de prisión efectiva.

Rubén Kholer y Mariana Millapi, los investigadores.

Según la hipótesis fiscal, la banda funcionó entre julio de 2021 y hasta el 7 de abril de 2025. La jefa era Amigoren: daba las órdenes y autorizaba el reparto de la plata ilegal.

El grupo ejecutó tareas de inteligencia, sustracción de bienes, seguimiento, amedrentamiento y ataques físicos contra trabajadores rurales, dueños de establecimientos ganaderos e incluso contra la Policía.

Tres de las principales víctimas del robo de ovejas fueron los empresarios Humberto Gatti, Nicolás Caucigh y Emilio Paternoster.

La inteligencia previa era de Amigoren, con un largavistas. Con experiencia y conocimiento de los campos, la ayudaba su esposo “Chique”. Mientras vigilaban a puesteros y dueños de campos colocaban trampas en las estancias, como tablas con clavos, y clausuraban tranqueras.

Marcos Nápoli decidió la prisión preventiva.

Para evitar ser descubiertos y conociendo cómo trabajan la Justicia y la Policía, con los años mutaron su manera de operar: de sustraer grandes cantidades de animales pasaron a trabajar “sólo a demanda”.

Juan José hijo y Luciano entraban a los campos clandestinamente para sacar los ovinos de las estancias, algunas abandonadas. Los llevaban a la estancia familiar Los Dos Hermanos; en otras ocasiones construían potreros provisorios en campos ajenos para ocultar los animales, y ofrecían en el mercado ilegal la mercadería para sacársela rápido de encima y repartir las ganancias.

Llevaban la carne a los compradores en sus vehículos y en ocasiones eran auxiliados en la ruta por amigos o parientes para no ser detectados por personal policial.

La familia amenazaba a propietarios o arrendatarios para que abandonarn sus campos y así usarlos para esconder ganado, trabajar tranquilos y quedarse con la posesión ilegal. Los trabajadores de las estancias eran amenazados y golpeados para que no denunciaran. Y hacían inteligencia contra Policía para conocer los movimientos y estar alertados respecto de medidas judiciales.

Una postal de la audiencia en Trelew.

Robos

Uno de los episodios ocurrió en julio de 2021, cuando el matrimonio escondió 173 ovinos de Caucigh en Los Dos Hermanos. Un allanamiento halló 147 capones vivos, 12 capones faenados con piel, 14 cueros esquilados, todos señalizados y reconocidos por la víctima. Había bolsones de lana, cuchillos, piedras de afilar, tijeras de esquilar, pinzas, alicate, pesas y ganchos de hierro. También 9 ovejas vivas que Caucigh reconoció como robadas de su establecimiento La Esperanza.

En octubre, los Tolosa ocultaron en su predio otros 94 ovinos de la firma Pasmi, robados del establecimiento “Cajón de Ginebra Grande”, propiedad de Paternoster. El allanamiento secuestró 83 capones y 11 cueros de animales faenados, todo de la misma empresa. Había cuchillos y 11 ganchos de construcción caseros para colgar los animales.

"Te voy a llenar a balazos"

Fiscalía también imputó al grupo que ese mismo mes, los vecinos Walter Robla y Fabián Velázquez fueron al establecimiento El Pajarito, que el primero le alquilaba al segundo. Al bajar del vehículo observaron dentro del campo al “Gordo Mandinga” y al “Kini” faenando una yegua. Estaban con sus parejas y dos menores.

Una imagen de la discusión jurídica de este lunes.

Robla preguntó qué hacían allí. Luciano, alterado ycon un cuchillo de 50 centímetros en la mano, le contestó de modo sorpresivo: "Te voy a llenar a balazos, no pises acá ni en Piedra Negra. Cuidate en Paso de Indios porque te voy a parar, yo a vos te tengo pica porque denunciaste a mis viejos”. Robla y Velázquez se fueron. Desde entonces, los Tolosa lo ocuparon y le impidieron a Robla explotar el campo que alquilaba.

En el allanamiento en ese lugar del 7 de octubre se halló yerba, azúcar, paquetes de cigarrillos y estufas, todo de uso reciente. Los Tolosa habían usado ese campo usurpado para construir dos corrales provisorios para ocultar animales. Había rastros ovinos recientes y de los tirantes del techo colgaban ganchos de hierro.

"No tenemos códigos"

En otro hecho, Fiscalía describió que el 2 noviembre de 2024, Amigoren fue hasta el establecimiento rural La Cigarra, lindera a la escuela del Paraje el Pajarito y propiedad de Caucigh. Pasando la tranquera colocó 8 tablas con clavos. Así dañó las cubiertas del Toyota Hilux que manejaba el empresario, quien debió ir a la gomería de Paso de Indios.

Una semana más tarde, la jefa de la banda le envió mensajes amenazantes: “Así que anduviste cueriando (…) Estamos en deuda todavía no terminé”; “Enterraste una tranquera de nuestro lado, no pedís permiso, eso lo vamos a arreglar. te estamos buscando (…)”; “Hacé denuncia gringo y la concha de tu madre. Ya te vamos a agarrar, aguantátela. Y que vos hablás me entero de toque. Te tenemos loco. Te vamos a hacer la guerra, ya vas a ver”; “Querés mafia la vas a tener. No voy a descansar de hacerte maldad”; “No tenemos códigos, te vamos a dar una puñalada delante de tu familia”; “Cueriaste delante de un pariente y no te diste cuenta; Paso de Indios es chico”; “Qué hacés jetón de mierda, por qué no decís las cosas de frente (…) No te vamos a dejar vivir. Aguanta la toma ahora”.

Los imputados quedaron en prisión 6 meses.

Cien ovejas

En otro episodio, en marzo de este año, en el establecimiento “La Vaskonia”, propiedad de Gatti, los hermanos Tolosa rompieron el alambrado y una tranquera clausurada y sustrajeron 100 ovejas merino; luego las arrearon 20 kilómetros con caballos y perros.

Amigoren y su esposo Juan José ocultaron, alimentaron y cuidaron esa hacienda robada. Tres días después al detectar con largavistas los preparativos policiales para un allanamiento, la jefa ordenó mover los animales.

Piedra en mano

El último hecho que se les imputa es de la noche del 15 enero de este año cuando el vecino Luis César Neipan iba a comprar y el matrimonio Tolosa lo intercepta en la calle. Con violencia, le recriminaron el porqué había ido a la Comisaria. La víctima asustada ingresó a un supermercado para evitar problemas. Amigoren entró al comercio con una piedra para golpearlo. Dos policías de civil la sacaron. Pero el matrimonio entró de nuevo para arremeter contra Neipan hasta que los efectivos lo resguardaron en el fondo del comercio. Todo quedó filmado por las cámaras de seguridad privada.

Los Tolosa junto con su defensora Gladys Olavarría.

Al dar a conocer su decisión, Nápoli consideró: “Es probable que una asociación ilícita se haya radicado en Paso de Indios”. Y advirtió sobre “el nivel de violencia, la cantidad y la intensidad de sus fechorías”. En tal sentido, refirió “el hartazgo de funcionarios y vecinos”.

“Se conducen con temeridad y un atropello constante hacia la Policía –les dijo mirándolos en la audiencia-. No dudarían en borrar pruebas y amedrentar gente para entorpecer la investigación. No hay alambre que los frene”.

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Elena (izquierda) Juan José padre e hijo, y Luciano.
14 ABR 2025 - 15:32

Fotos: Norman Evans

“Te vamos a abrir la panza delante de tus hijos”. Así decía el mensaje que según el Ministerio Público Fiscal, Elena Amigoren le envió al empresario ganadero Nicolás Caucigh. La mujer fue imputada como jefa de una asociación ilícita que completaron su esposo Juan José "Chique" Tolosa y sus hijos Luciano “Gordo Mandinga” y Juan José, el “Kini”. La banda hizo del abigeato, las amenazas y las usurpaciones una industria delictiva en Paso de Indios.

En una audiencia de casi tres horas esta mañana en Tribunales de Trelew, el juez Marcos Nápoli dictó la prisión preventiva durante 6 meses para la familia.

Durante ese lapso serán investigados por robo de ganado, la venta clandestina de su carne y amenazas a los vecinos por más de diez años. La fiscal Mariana Millapi y el funcionario Rubén Kholer imputaron además usurpación, tenencia ilegal de armas, amenazas y encubrimiento. La defensora fue Gladys Olavarría.

Las penas para ellos podrían ir de los 4 a los 25 años de prisión efectiva.

Rubén Kholer y Mariana Millapi, los investigadores.

Según la hipótesis fiscal, la banda funcionó entre julio de 2021 y hasta el 7 de abril de 2025. La jefa era Amigoren: daba las órdenes y autorizaba el reparto de la plata ilegal.

El grupo ejecutó tareas de inteligencia, sustracción de bienes, seguimiento, amedrentamiento y ataques físicos contra trabajadores rurales, dueños de establecimientos ganaderos e incluso contra la Policía.

Tres de las principales víctimas del robo de ovejas fueron los empresarios Humberto Gatti, Nicolás Caucigh y Emilio Paternoster.

La inteligencia previa era de Amigoren, con un largavistas. Con experiencia y conocimiento de los campos, la ayudaba su esposo “Chique”. Mientras vigilaban a puesteros y dueños de campos colocaban trampas en las estancias, como tablas con clavos, y clausuraban tranqueras.

Marcos Nápoli decidió la prisión preventiva.

Para evitar ser descubiertos y conociendo cómo trabajan la Justicia y la Policía, con los años mutaron su manera de operar: de sustraer grandes cantidades de animales pasaron a trabajar “sólo a demanda”.

Juan José hijo y Luciano entraban a los campos clandestinamente para sacar los ovinos de las estancias, algunas abandonadas. Los llevaban a la estancia familiar Los Dos Hermanos; en otras ocasiones construían potreros provisorios en campos ajenos para ocultar los animales, y ofrecían en el mercado ilegal la mercadería para sacársela rápido de encima y repartir las ganancias.

Llevaban la carne a los compradores en sus vehículos y en ocasiones eran auxiliados en la ruta por amigos o parientes para no ser detectados por personal policial.

La familia amenazaba a propietarios o arrendatarios para que abandonarn sus campos y así usarlos para esconder ganado, trabajar tranquilos y quedarse con la posesión ilegal. Los trabajadores de las estancias eran amenazados y golpeados para que no denunciaran. Y hacían inteligencia contra Policía para conocer los movimientos y estar alertados respecto de medidas judiciales.

Una postal de la audiencia en Trelew.

Robos

Uno de los episodios ocurrió en julio de 2021, cuando el matrimonio escondió 173 ovinos de Caucigh en Los Dos Hermanos. Un allanamiento halló 147 capones vivos, 12 capones faenados con piel, 14 cueros esquilados, todos señalizados y reconocidos por la víctima. Había bolsones de lana, cuchillos, piedras de afilar, tijeras de esquilar, pinzas, alicate, pesas y ganchos de hierro. También 9 ovejas vivas que Caucigh reconoció como robadas de su establecimiento La Esperanza.

En octubre, los Tolosa ocultaron en su predio otros 94 ovinos de la firma Pasmi, robados del establecimiento “Cajón de Ginebra Grande”, propiedad de Paternoster. El allanamiento secuestró 83 capones y 11 cueros de animales faenados, todo de la misma empresa. Había cuchillos y 11 ganchos de construcción caseros para colgar los animales.

"Te voy a llenar a balazos"

Fiscalía también imputó al grupo que ese mismo mes, los vecinos Walter Robla y Fabián Velázquez fueron al establecimiento El Pajarito, que el primero le alquilaba al segundo. Al bajar del vehículo observaron dentro del campo al “Gordo Mandinga” y al “Kini” faenando una yegua. Estaban con sus parejas y dos menores.

Una imagen de la discusión jurídica de este lunes.

Robla preguntó qué hacían allí. Luciano, alterado ycon un cuchillo de 50 centímetros en la mano, le contestó de modo sorpresivo: "Te voy a llenar a balazos, no pises acá ni en Piedra Negra. Cuidate en Paso de Indios porque te voy a parar, yo a vos te tengo pica porque denunciaste a mis viejos”. Robla y Velázquez se fueron. Desde entonces, los Tolosa lo ocuparon y le impidieron a Robla explotar el campo que alquilaba.

En el allanamiento en ese lugar del 7 de octubre se halló yerba, azúcar, paquetes de cigarrillos y estufas, todo de uso reciente. Los Tolosa habían usado ese campo usurpado para construir dos corrales provisorios para ocultar animales. Había rastros ovinos recientes y de los tirantes del techo colgaban ganchos de hierro.

"No tenemos códigos"

En otro hecho, Fiscalía describió que el 2 noviembre de 2024, Amigoren fue hasta el establecimiento rural La Cigarra, lindera a la escuela del Paraje el Pajarito y propiedad de Caucigh. Pasando la tranquera colocó 8 tablas con clavos. Así dañó las cubiertas del Toyota Hilux que manejaba el empresario, quien debió ir a la gomería de Paso de Indios.

Una semana más tarde, la jefa de la banda le envió mensajes amenazantes: “Así que anduviste cueriando (…) Estamos en deuda todavía no terminé”; “Enterraste una tranquera de nuestro lado, no pedís permiso, eso lo vamos a arreglar. te estamos buscando (…)”; “Hacé denuncia gringo y la concha de tu madre. Ya te vamos a agarrar, aguantátela. Y que vos hablás me entero de toque. Te tenemos loco. Te vamos a hacer la guerra, ya vas a ver”; “Querés mafia la vas a tener. No voy a descansar de hacerte maldad”; “No tenemos códigos, te vamos a dar una puñalada delante de tu familia”; “Cueriaste delante de un pariente y no te diste cuenta; Paso de Indios es chico”; “Qué hacés jetón de mierda, por qué no decís las cosas de frente (…) No te vamos a dejar vivir. Aguanta la toma ahora”.

Los imputados quedaron en prisión 6 meses.

Cien ovejas

En otro episodio, en marzo de este año, en el establecimiento “La Vaskonia”, propiedad de Gatti, los hermanos Tolosa rompieron el alambrado y una tranquera clausurada y sustrajeron 100 ovejas merino; luego las arrearon 20 kilómetros con caballos y perros.

Amigoren y su esposo Juan José ocultaron, alimentaron y cuidaron esa hacienda robada. Tres días después al detectar con largavistas los preparativos policiales para un allanamiento, la jefa ordenó mover los animales.

Piedra en mano

El último hecho que se les imputa es de la noche del 15 enero de este año cuando el vecino Luis César Neipan iba a comprar y el matrimonio Tolosa lo intercepta en la calle. Con violencia, le recriminaron el porqué había ido a la Comisaria. La víctima asustada ingresó a un supermercado para evitar problemas. Amigoren entró al comercio con una piedra para golpearlo. Dos policías de civil la sacaron. Pero el matrimonio entró de nuevo para arremeter contra Neipan hasta que los efectivos lo resguardaron en el fondo del comercio. Todo quedó filmado por las cámaras de seguridad privada.

Los Tolosa junto con su defensora Gladys Olavarría.

Al dar a conocer su decisión, Nápoli consideró: “Es probable que una asociación ilícita se haya radicado en Paso de Indios”. Y advirtió sobre “el nivel de violencia, la cantidad y la intensidad de sus fechorías”. En tal sentido, refirió “el hartazgo de funcionarios y vecinos”.

“Se conducen con temeridad y un atropello constante hacia la Policía –les dijo mirándolos en la audiencia-. No dudarían en borrar pruebas y amedrentar gente para entorpecer la investigación. No hay alambre que los frene”.