Incontinencia urinaria: mitos y verdades sobre un problema de salud

La incontinencia urinaria es una afección de salud que impacta a millones de personas en todo el mundo, sin distinción de género o edad, aunque suele presentarse con mayor frecuencia en mujeres y en personas mayores.

06 MAR 2025 - 10:52 | Actualizado 06 MAR 2025 - 10:56

A pesar de su elevada prevalencia, sigue siendo un tema tabú y rodeado de ideas erróneas que obstaculizan su adecuado diagnóstico y tratamiento. Consiste en una pérdida parcial del control de la vejiga, variando en su intensidad: puede consistir en perder orina ocasionalmente ante un episodio de tos o estornudo o hasta necesitar orinar en forma repentina y no llegar a tiempo al baño.

Se estima que es una condición que se presenta en diferentes grados de severidad en alrededor del 25% de las mujeres y en el 15% de los hombres mayores de 40 años. Muchas personas suelen restringir sus actividades sociales y recreativas a causa de la incontinencia, lo que afecta su calidad de vida. Ésta también aumenta el riesgo de caídas en los adultos mayores, cuando acuden al baño con urgencia.

Y, en ocasiones, podría ser el síntoma de una afección subyacente. Con el fin de poner claridad a algunos mitos que circulan sobre esta condición, en el marco del Mes Internacional de la Incontinencia Urinaria, que se conmemora en marzo, los especialistas de Centro Argentina de Urología (CAU) comparten información fidedigna sobre los principales interrogantes más escuchados en las consultas médicas:

No es grave, solo se me escapan unas gotitas cuando me río o hago un esfuerzo. Falso: toda pérdida de orina se denomina incontinencia; no es algo normal y es una condición que puede perpetuarse o incluso incrementarse con el tiempo.

Se recomienda la interconsulta con el médico. Solo afecta a las personas mayores. Falso: aunque es más frecuente en adultos mayores, la incontinencia urinaria puede presentarse en jóvenes, especialmente en mujeres después del parto o en atletas de alto rendimiento. Factores como el embarazo, la obesidad y ciertos problemas neurológicos pueden contribuir a su aparición a cualquier edad.

La retención de orina beneficia la musculatura pélvica. Falso: la retención de orina es perjudicial y puede traer consecuencias sobre el suelo pélvico y sobre la vejiga a largo plazo. Es recomendable orinar cada vez que se sienta la necesidad. El médico podrá sugerir en algunos casos entrenamiento vesical como parte de un tratamiento integral para regular la frecuencia urinaria, pero eso debe hacerse solo bajo supervisión de un profesional de la salud.

Cambiando la alimentación y el ejercicio puede revertirse. Falso: pese a que siempre es bueno mantener una dieta saludable y hacer ejercicio físico, eso por sí solo en la mayoría de los casos no logrará revertir la condición. Es altamente recomendable la consulta con el urólogo para definir un diagnóstico y el tratamiento correspondiente.

Hay alimentos que favorecen la incontinencia. Verdad: el té, café, mate, gaseosas, los picantes, el chocolate, los jugos cítricos, los complejos de vitamina C y la cebolla, entre otros, son irritantes de la vejiga y podrían contribuir a favorecer situaciones de incontinencia.

Es una condición que no tiene tratamiento. Falso: existen múltiples tratamientos que pueden mejorar o incluso curar la incontinencia urinaria. Desde técnicas de rehabilitación y fortificación del suelo pélvico tendientes a reforzar la musculatura, cambios en el estilo de vida, medicamentos, hasta procedimientos quirúrgicos en casos más severos. En la consulta, el médico urólogo determinará los caminos recomendables para cada caso en particular.

Sin tratamiento puede empeorar con el tiempo. Verdad: con los años disminuye la fortaleza de la musculatura y la condición lejos de revertirse puede empeorar.

Beber menos líquidos ayuda a evitar la incontinencia. Falso: reducir la ingesta de líquidos puede generar deshidratación y aumentar el riesgo de infecciones urinarias, lo que podría agravar el problema. Lo ideal es mantener una hidratación adecuada y evitar irritantes de la vesícula como la cafeína y el alcohol.

Solo las mujeres sufren incontinencia urinaria. Falso: aunque es más común en mujeres debido a factores como el embarazo y la menopausia, los hombres también pueden desarrollarla, especialmente aquellos con problemas prostáticos o después de una cirugía de próstata.

Los productos de higiene femenina sirven para la absorción de la orina. Falso: las toallas para la menstruación no están diseñadas para esta función. Existen protectores específicos que debe indicar el médico tratante.

También puede afectar la vida sexual. Verdad: en algunos casos, la terapia con foco en el fortalecimiento de la musculatura pelviana también ayuda, sobre todo en las mujeres, a mejorar la vida sexual.

06 MAR 2025 - 10:52

A pesar de su elevada prevalencia, sigue siendo un tema tabú y rodeado de ideas erróneas que obstaculizan su adecuado diagnóstico y tratamiento. Consiste en una pérdida parcial del control de la vejiga, variando en su intensidad: puede consistir en perder orina ocasionalmente ante un episodio de tos o estornudo o hasta necesitar orinar en forma repentina y no llegar a tiempo al baño.

Se estima que es una condición que se presenta en diferentes grados de severidad en alrededor del 25% de las mujeres y en el 15% de los hombres mayores de 40 años. Muchas personas suelen restringir sus actividades sociales y recreativas a causa de la incontinencia, lo que afecta su calidad de vida. Ésta también aumenta el riesgo de caídas en los adultos mayores, cuando acuden al baño con urgencia.

Y, en ocasiones, podría ser el síntoma de una afección subyacente. Con el fin de poner claridad a algunos mitos que circulan sobre esta condición, en el marco del Mes Internacional de la Incontinencia Urinaria, que se conmemora en marzo, los especialistas de Centro Argentina de Urología (CAU) comparten información fidedigna sobre los principales interrogantes más escuchados en las consultas médicas:

No es grave, solo se me escapan unas gotitas cuando me río o hago un esfuerzo. Falso: toda pérdida de orina se denomina incontinencia; no es algo normal y es una condición que puede perpetuarse o incluso incrementarse con el tiempo.

Se recomienda la interconsulta con el médico. Solo afecta a las personas mayores. Falso: aunque es más frecuente en adultos mayores, la incontinencia urinaria puede presentarse en jóvenes, especialmente en mujeres después del parto o en atletas de alto rendimiento. Factores como el embarazo, la obesidad y ciertos problemas neurológicos pueden contribuir a su aparición a cualquier edad.

La retención de orina beneficia la musculatura pélvica. Falso: la retención de orina es perjudicial y puede traer consecuencias sobre el suelo pélvico y sobre la vejiga a largo plazo. Es recomendable orinar cada vez que se sienta la necesidad. El médico podrá sugerir en algunos casos entrenamiento vesical como parte de un tratamiento integral para regular la frecuencia urinaria, pero eso debe hacerse solo bajo supervisión de un profesional de la salud.

Cambiando la alimentación y el ejercicio puede revertirse. Falso: pese a que siempre es bueno mantener una dieta saludable y hacer ejercicio físico, eso por sí solo en la mayoría de los casos no logrará revertir la condición. Es altamente recomendable la consulta con el urólogo para definir un diagnóstico y el tratamiento correspondiente.

Hay alimentos que favorecen la incontinencia. Verdad: el té, café, mate, gaseosas, los picantes, el chocolate, los jugos cítricos, los complejos de vitamina C y la cebolla, entre otros, son irritantes de la vejiga y podrían contribuir a favorecer situaciones de incontinencia.

Es una condición que no tiene tratamiento. Falso: existen múltiples tratamientos que pueden mejorar o incluso curar la incontinencia urinaria. Desde técnicas de rehabilitación y fortificación del suelo pélvico tendientes a reforzar la musculatura, cambios en el estilo de vida, medicamentos, hasta procedimientos quirúrgicos en casos más severos. En la consulta, el médico urólogo determinará los caminos recomendables para cada caso en particular.

Sin tratamiento puede empeorar con el tiempo. Verdad: con los años disminuye la fortaleza de la musculatura y la condición lejos de revertirse puede empeorar.

Beber menos líquidos ayuda a evitar la incontinencia. Falso: reducir la ingesta de líquidos puede generar deshidratación y aumentar el riesgo de infecciones urinarias, lo que podría agravar el problema. Lo ideal es mantener una hidratación adecuada y evitar irritantes de la vesícula como la cafeína y el alcohol.

Solo las mujeres sufren incontinencia urinaria. Falso: aunque es más común en mujeres debido a factores como el embarazo y la menopausia, los hombres también pueden desarrollarla, especialmente aquellos con problemas prostáticos o después de una cirugía de próstata.

Los productos de higiene femenina sirven para la absorción de la orina. Falso: las toallas para la menstruación no están diseñadas para esta función. Existen protectores específicos que debe indicar el médico tratante.

También puede afectar la vida sexual. Verdad: en algunos casos, la terapia con foco en el fortalecimiento de la musculatura pelviana también ayuda, sobre todo en las mujeres, a mejorar la vida sexual.