Este martes declararon en el juicio por defraudación al Estado los testigos aportados por la defensa de Cecilia Torres Otarola como también dos de los imputados; Mara Rodera y Branco Neira Rodera. Además vía remota lo hizo quien estaba al frente de la Casa del Chubut desde el 2015 hasta el 2023, Germán Sahagún.
El por entonces director de la Casa del Chubut en CABA, detalló que allí funcionaban dependencias de la Administración Provincial como Fiscalía de Estado, Turismo, Salud, Servicio Social y Cultura. Además, que la Casa del Chubut depende de la Secretaría General de Gobierno.
Consultado por el defensor Cominetti, Sahagún relata que cuando Torres Otarola era ministra de Familia, “toma contacto conmigo en febrero 2020 para poner dependencias del Ministerio dentro de la Casa, para agilizar los trámites del Ministerio. Nos reunimos en Buenos Aires con ella y un grupo de personas en Casa del Chubut, también estaba Jaquelina Rodera”.
Sahagún también respondió las preguntas de la Fiscalía y aclaró que “en Casa del Chubut trabajaban unas 50 personas y en el área de Servicio Social había 7 personas a cargo”. Además reconoció que “nunca definimos qué oficina se les iba a entregar” y tampoco sabía qué personas iban a ir a esa oficina porque “nunca llegamos a habilitar esas oficinas” en Casa del Chubut.
La palabra de los imputados
En el transcurso de la mañana de este lunes, también pidieron declarar dos de los siete imputados, Branco Neira Rodera y Mara Rodera.
Branco Neira Rodera relató que conoce a Cecilia Torres Otarola desde hace muchos años, “sus hijos son como mis primos”. Cuando ella era diputada me pregunta “si podía manejarle las redes” y “yo acepté porque era flexible y me permitía seguir estudiando”.
“Ella tenía reparos en otras personas para manejarle las redes. Cuando asume había otras personas que hacían eso y yo colaboraba, yo trabajaba sin cobrar. Cuando ella hace el monobloque se intensifican las publicaciones que hago en sus redes”, afirmó y aclaró que cuando Torres Otarola deja la Legislatura y asume en el Ministerio, “dejo de trabajar con ella porque los ministerios tienen cuentas institucionales y yo no hacía falta”.
“Me trataron de ñoqui cuando no tuve ningún cargo político en el Ministerio de Familia”, aseguró. Por último, se refirió a su firma en el contrato que, desde la Fiscalía, se sostiene es falsificada. “Sobre los contratos de alta laboral, soy desorganizado con el tema de los papeles y se me pidió que le envíe toda mi información personal al contador Martín Sandoval y que me ponga a trabajar, y eso es lo que hice. Yo no tengo idea de quién es la firma. El contador Sandoval se encargó personalmente de gestionar mi alta laboral por lo que a él habría que preguntarle de quién es la firma”.
Mara Rodera también habló frente al Tribunal para afirmar que “no soy ñoqui. Vengo acá con ingenuidad, conozco a Cecilia (Torres Otarola) desde hace muchos años”.
Explicó que ella formaba parte de un equipo que Torres Otarla destinó para trabajar en CABA pero que “muchas de mis actividades en Buenos Aires se vieron frustradas porque no funcionaba la Casa del Chubut” y “estaba frustrada la idea de poner oficinas en la Casa del Chubut”.
“Quiero que se haga justicia, no quiero preguntas del fiscal porque cada dicho que diga yo los usará en mi contra. Hace 4 años y medio que no duermo tranquila, esto es injusto y es injusto que Sandoval diga que era necesaria mi presencia en el Ministerio. Sandoval era el ñoqui, iba al Ministerio cada semana y media”.
Mara Rodera informó que ella trabajó “34 días y lo cobre 3 meses después. No se da lo de la Casa del Chubut y trabajé con el comedor de Margarita Barrientos para replicar esa figura en Chubut”.
Aclaró también que el 28 de febrero de 2020 presenta su renuncia al cargo de directora en el Ministerio “por razones personales y de salud, quedando a disposición si quieren para otra área del Ministerio. Le digo a la ministra si había otra área más operativa que me traslade, pero no sucedió así”.
Este martes declararon en el juicio por defraudación al Estado los testigos aportados por la defensa de Cecilia Torres Otarola como también dos de los imputados; Mara Rodera y Branco Neira Rodera. Además vía remota lo hizo quien estaba al frente de la Casa del Chubut desde el 2015 hasta el 2023, Germán Sahagún.
El por entonces director de la Casa del Chubut en CABA, detalló que allí funcionaban dependencias de la Administración Provincial como Fiscalía de Estado, Turismo, Salud, Servicio Social y Cultura. Además, que la Casa del Chubut depende de la Secretaría General de Gobierno.
Consultado por el defensor Cominetti, Sahagún relata que cuando Torres Otarola era ministra de Familia, “toma contacto conmigo en febrero 2020 para poner dependencias del Ministerio dentro de la Casa, para agilizar los trámites del Ministerio. Nos reunimos en Buenos Aires con ella y un grupo de personas en Casa del Chubut, también estaba Jaquelina Rodera”.
Sahagún también respondió las preguntas de la Fiscalía y aclaró que “en Casa del Chubut trabajaban unas 50 personas y en el área de Servicio Social había 7 personas a cargo”. Además reconoció que “nunca definimos qué oficina se les iba a entregar” y tampoco sabía qué personas iban a ir a esa oficina porque “nunca llegamos a habilitar esas oficinas” en Casa del Chubut.
La palabra de los imputados
En el transcurso de la mañana de este lunes, también pidieron declarar dos de los siete imputados, Branco Neira Rodera y Mara Rodera.
Branco Neira Rodera relató que conoce a Cecilia Torres Otarola desde hace muchos años, “sus hijos son como mis primos”. Cuando ella era diputada me pregunta “si podía manejarle las redes” y “yo acepté porque era flexible y me permitía seguir estudiando”.
“Ella tenía reparos en otras personas para manejarle las redes. Cuando asume había otras personas que hacían eso y yo colaboraba, yo trabajaba sin cobrar. Cuando ella hace el monobloque se intensifican las publicaciones que hago en sus redes”, afirmó y aclaró que cuando Torres Otarola deja la Legislatura y asume en el Ministerio, “dejo de trabajar con ella porque los ministerios tienen cuentas institucionales y yo no hacía falta”.
“Me trataron de ñoqui cuando no tuve ningún cargo político en el Ministerio de Familia”, aseguró. Por último, se refirió a su firma en el contrato que, desde la Fiscalía, se sostiene es falsificada. “Sobre los contratos de alta laboral, soy desorganizado con el tema de los papeles y se me pidió que le envíe toda mi información personal al contador Martín Sandoval y que me ponga a trabajar, y eso es lo que hice. Yo no tengo idea de quién es la firma. El contador Sandoval se encargó personalmente de gestionar mi alta laboral por lo que a él habría que preguntarle de quién es la firma”.
Mara Rodera también habló frente al Tribunal para afirmar que “no soy ñoqui. Vengo acá con ingenuidad, conozco a Cecilia (Torres Otarola) desde hace muchos años”.
Explicó que ella formaba parte de un equipo que Torres Otarla destinó para trabajar en CABA pero que “muchas de mis actividades en Buenos Aires se vieron frustradas porque no funcionaba la Casa del Chubut” y “estaba frustrada la idea de poner oficinas en la Casa del Chubut”.
“Quiero que se haga justicia, no quiero preguntas del fiscal porque cada dicho que diga yo los usará en mi contra. Hace 4 años y medio que no duermo tranquila, esto es injusto y es injusto que Sandoval diga que era necesaria mi presencia en el Ministerio. Sandoval era el ñoqui, iba al Ministerio cada semana y media”.
Mara Rodera informó que ella trabajó “34 días y lo cobre 3 meses después. No se da lo de la Casa del Chubut y trabajé con el comedor de Margarita Barrientos para replicar esa figura en Chubut”.
Aclaró también que el 28 de febrero de 2020 presenta su renuncia al cargo de directora en el Ministerio “por razones personales y de salud, quedando a disposición si quieren para otra área del Ministerio. Le digo a la ministra si había otra área más operativa que me traslade, pero no sucedió así”.