- Por Esteban Gallo
Los funcionarios y trabajadores judiciales de Chubut zapatean de bronca contra los ministros del Superior Tribunal de Justicia luego de que se conociera el alcance de una acordada firmada por los seis integrantes del alto cuerpo, a través de la cual se establecieron suculentos incrementos en concepto de gastos reservados.
Los beneficiarios del acuerdo son los ministros Ricardo Napolitani, Mario Vivas, Camila Banfi, Silvia Bustos, los recién llegados Javier Raidán y Andrés Giacomone, el Procurador General Jorge Miquelarena y el Defensor General Sebastián Daroca.
Mediante este procedimiento discrecional los altos mandos de la Justicia chubutense elevaron sus emolumentos hasta un 30%, “para atender erogaciones propias de su investidura” tal cual está redactado en el acuerdo plenario.
Los funcionarios y empleados judiciales, que aseguran que el incremento es del 50%, y del 60% en el caso del Presidente Javier Raidán, ya implementan medidas de fuerza en todos los tribunales de Chubut.
No es para menos. Desde hace más de un año, los trabajadores reclaman infructuosamente los aumentos que otorgó la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que por Ley les corresponde cobrar. Pero mientras para funcionarios y empleados no hay plata y la respuesta es un mísero 2,5 % de incremento, sí hay fondos para satisfacer las necesidades de los supremos.
Hay un grado de cinismo muy elevado en este cuerpo de ministros y ministras. Por un lado, con cara de póker le comunican a los trabajadores que no hay plata para un aumento de salarios y cuando se encierran en la Sala de Acuerdos se aumentan su sueldo, por lo menos en un 30%.
¿Con qué cara van a mirar a sus empleados el jueves próximo cuando los reciban en el edificio de Rawson?
Pero no solamente los trabajadores judiciales son víctimas de este acto de cinismo. También lo sufren los trabajadores públicos y la sociedad chubutense en su conjunto.
Los ministros Raidán, Napolitani, Vivas, Giacomone, y las ministras Bustos y Banfi deberían saber que en esta provincia hay maestras que cobran 500 mil pesos, y que hay médicos en los hospitales que cobran por debajo de la línea de la pobreza, y a ellos también cuando van a pedir un aumento les dicen que no hay plata. Son las personas que educan y curan en esta provincia.
Doy por descontado que los ministros del Superior, compenetrados en su intensa y descomunal tarea de conducir el Poder Judicial desconocen esta realidad que les estoy relatando. Porque si supieran que no hay plata para aumentarle a un maestro o un médico de esta provincia y ellos, que cobran muchos millones, se aumentan el 30 o el 50%, ya no sería un acto de cinismo sino de hijoputez.
Por estas horas, no solo se habla de los incrementos auto-otorgados por la Corte provincial. El ex ministro Fernando Royer, en su cuenta de Facebook manifestó su pavor por una serie de decisiones tomadas por el alto cuerpo en los últimos meses.
Entre esos datos surge el de las camionetas Toyota SW4 que los ministros decidieron comprar recientemente. 6 camionetas, una para cada uno, para que nadie se sienta discriminado y estén todos contenidos.
De nuevo la contradicción y el cinismo que ofenden. En épocas de vacas flacas y en un contexto de carencias profundas, ¿Era necesario que compraran las camionetas más caras del mercado? ¿Qué los lleva a exhibir tanta ostentación y semejante despilfarro?
¿Se creen verdaderamente tan supremos como para creer que pueden hacer cualquier cosa y que nadie va a decir nada?
¿Para esto vinieron los nuevos ministros? ¿Para esto vino el Dr. Raidán al Superior Tribunal? ¿Este es el aporte que vino a hacer el Dr. Giacomone? ¿Esta es la diferencia que vinieron a marcar las Dras. Banfi y Bustos?
¡Que amarga decepción! Queríamos mujeres en la Corte de Chubut para que combatieran los vicios que los hombres instalaron en el Superior Tribunal en todos estos años de patriarcado. Pero no han generado ningún cambio real y profundo. Al contrario, la Dra. Bustos es la misma que cuando fue presidenta, hizo cambiar una resolución para dejar de pagar el impuesto a las ganancias.
Un último pedido a los excelentísimos ministros del Superior Tribunal de Justicia. Dejen de nombrar funcionarios a dedo y sin concurso. Cada supremo nuevo que asume aparece con tres o cuatro lugartenientes. El problema es que los sueldos no salen de los bolsillos cada vez más gordos de los ministros. Son los bolsillos cada vez más flacos de los chubutenses los que bancan la fiesta.
- Por Esteban Gallo
Los funcionarios y trabajadores judiciales de Chubut zapatean de bronca contra los ministros del Superior Tribunal de Justicia luego de que se conociera el alcance de una acordada firmada por los seis integrantes del alto cuerpo, a través de la cual se establecieron suculentos incrementos en concepto de gastos reservados.
Los beneficiarios del acuerdo son los ministros Ricardo Napolitani, Mario Vivas, Camila Banfi, Silvia Bustos, los recién llegados Javier Raidán y Andrés Giacomone, el Procurador General Jorge Miquelarena y el Defensor General Sebastián Daroca.
Mediante este procedimiento discrecional los altos mandos de la Justicia chubutense elevaron sus emolumentos hasta un 30%, “para atender erogaciones propias de su investidura” tal cual está redactado en el acuerdo plenario.
Los funcionarios y empleados judiciales, que aseguran que el incremento es del 50%, y del 60% en el caso del Presidente Javier Raidán, ya implementan medidas de fuerza en todos los tribunales de Chubut.
No es para menos. Desde hace más de un año, los trabajadores reclaman infructuosamente los aumentos que otorgó la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que por Ley les corresponde cobrar. Pero mientras para funcionarios y empleados no hay plata y la respuesta es un mísero 2,5 % de incremento, sí hay fondos para satisfacer las necesidades de los supremos.
Hay un grado de cinismo muy elevado en este cuerpo de ministros y ministras. Por un lado, con cara de póker le comunican a los trabajadores que no hay plata para un aumento de salarios y cuando se encierran en la Sala de Acuerdos se aumentan su sueldo, por lo menos en un 30%.
¿Con qué cara van a mirar a sus empleados el jueves próximo cuando los reciban en el edificio de Rawson?
Pero no solamente los trabajadores judiciales son víctimas de este acto de cinismo. También lo sufren los trabajadores públicos y la sociedad chubutense en su conjunto.
Los ministros Raidán, Napolitani, Vivas, Giacomone, y las ministras Bustos y Banfi deberían saber que en esta provincia hay maestras que cobran 500 mil pesos, y que hay médicos en los hospitales que cobran por debajo de la línea de la pobreza, y a ellos también cuando van a pedir un aumento les dicen que no hay plata. Son las personas que educan y curan en esta provincia.
Doy por descontado que los ministros del Superior, compenetrados en su intensa y descomunal tarea de conducir el Poder Judicial desconocen esta realidad que les estoy relatando. Porque si supieran que no hay plata para aumentarle a un maestro o un médico de esta provincia y ellos, que cobran muchos millones, se aumentan el 30 o el 50%, ya no sería un acto de cinismo sino de hijoputez.
Por estas horas, no solo se habla de los incrementos auto-otorgados por la Corte provincial. El ex ministro Fernando Royer, en su cuenta de Facebook manifestó su pavor por una serie de decisiones tomadas por el alto cuerpo en los últimos meses.
Entre esos datos surge el de las camionetas Toyota SW4 que los ministros decidieron comprar recientemente. 6 camionetas, una para cada uno, para que nadie se sienta discriminado y estén todos contenidos.
De nuevo la contradicción y el cinismo que ofenden. En épocas de vacas flacas y en un contexto de carencias profundas, ¿Era necesario que compraran las camionetas más caras del mercado? ¿Qué los lleva a exhibir tanta ostentación y semejante despilfarro?
¿Se creen verdaderamente tan supremos como para creer que pueden hacer cualquier cosa y que nadie va a decir nada?
¿Para esto vinieron los nuevos ministros? ¿Para esto vino el Dr. Raidán al Superior Tribunal? ¿Este es el aporte que vino a hacer el Dr. Giacomone? ¿Esta es la diferencia que vinieron a marcar las Dras. Banfi y Bustos?
¡Que amarga decepción! Queríamos mujeres en la Corte de Chubut para que combatieran los vicios que los hombres instalaron en el Superior Tribunal en todos estos años de patriarcado. Pero no han generado ningún cambio real y profundo. Al contrario, la Dra. Bustos es la misma que cuando fue presidenta, hizo cambiar una resolución para dejar de pagar el impuesto a las ganancias.
Un último pedido a los excelentísimos ministros del Superior Tribunal de Justicia. Dejen de nombrar funcionarios a dedo y sin concurso. Cada supremo nuevo que asume aparece con tres o cuatro lugartenientes. El problema es que los sueldos no salen de los bolsillos cada vez más gordos de los ministros. Son los bolsillos cada vez más flacos de los chubutenses los que bancan la fiesta.