La historia de Andrea Alejandra Dioguardi no deja de sorprender y emocionar. Su tía Mabel Arminda Agüero, hermana de su mamá, fue la persona que más la buscó. Desde Comodoro Rivadavia, luego de volver a comunicarsedespués de tantos años de no saber nada, Mabel expresó sus emociones y contó su versión de la historia.
“Estábamos todos un poco nerviosos. Pero después nos fuimos dando cuenta que todo era real. No lo podíamos creer, porque yo me cansé de buscarla”, dijo Mabel a Jornada.
Andrea nació en Trelew en 1971, fue dada en adopción a los 9 meses y nunca más se supo de ella. Mabel (76 años) estuvo cinco años buscándola por páginas de búsqueda de personas en internet.
“Yo la vengo buscando desde el 2019. Una persona me dijo que una chica estaba buscando a su familia en Jornada. Ahí vi la nota y pude darme cuenta que era ella, la hija de mi hermana”.
Gente que busca gente
El famoso programa televisivo que se emitía por América TV, conducido por Francisco Franco Bagnato, “Gente que busca gente”, unía personas quepor diversos motivosintentaban buscarse.
Mabel acudió a este programa para encontrar a Raquel, su hermana. “En esa época uno llamaba por teléfono y te anotaban. Pasó el tiempo, yo pensé que no me iban a llamar jamás; pero un día llamaron. Así viajé a conocer a mi hermana”.
Su hermana estaba en Buenos Aires, y Mabel viajó desde Comodoro para reencontrarse. “Estábamos adentro del canal, ella pasó por al lado mío y no la reconocí. Fue algo tremendo”.
Ellas tuvieron una infancia difícil. “Nosotros quedamos huérfanos muy chiquititos. Éramos 5 hermanos. Mi papá un día se levantó y dijo que se iba a trabajar; jamás volvió. Ahí nos empezaron a desparramar, nos criamos así, a la deriva”.
Mabel fue a parar a la Casa del Niño. No fue adoptada, sino que, como ella misma dice, se crió “a la deriva”.
Una larga historia de abandonos
Con una familia tan numerosa, llena de abandonos, la historia es difícil de seguir. Norma Beatriz Agüero nació el 11 de agosto de 1971, en Trelew. Sus padres adoptivos cambiaron su nombre a Andrea Alejandra Dioguardi. Este cambio de nombre fue la razón por la que Mabel nunca pudo encontrarla.
Para Andrea, que nació en una ciudad lejana del sur argentino y acabó siendo criada por otra familia en Buenos Aires, fue siempre difícil atar los cabos. Nunca entendió por qué sus padres, oriundos de Santiago del Estero, terminaron en Trelew.
Todo esto lleva a Mabel a la reflexión: “Venimos de una vida de abandono y no podemos repetir la historia. Hay que cortar con eso”.
A veces la historia se repite, una y otra vez. “Mirá lo que es la vida: yo también tengo una hija adoptada”, dice Mabel. Se llama Paola y tiene 33 años. “Tengo 3 nietas hermosas y mi esposo. Somos una familia linda”.
Mabel no tiene contacto con su familia de Trelew. Con los vaivenes de la vida, lamenta que la familia esté lejos. “Lo importante es consolidar una familia. Es feo encontrarse y después alejarse. Yo siempre digo: unámonos, démonos cariño. La familia tiene que ser unida”.
Está agradecida con la familia adoptiva que le dio tanto cariño y apoyo a Andrea. “Ojalá pueda conocerla pronto y abrazarla. Tengo un sentimiento muy grande por ella, es mi sobrina. Mi hermana también está contenta, porque sabe que yo estuve mucho tiempo buscándola. Todos la quieren ver y la quieren abrazar, eso me pone feliz por ella”.
La historia de Andrea Alejandra Dioguardi no deja de sorprender y emocionar. Su tía Mabel Arminda Agüero, hermana de su mamá, fue la persona que más la buscó. Desde Comodoro Rivadavia, luego de volver a comunicarsedespués de tantos años de no saber nada, Mabel expresó sus emociones y contó su versión de la historia.
“Estábamos todos un poco nerviosos. Pero después nos fuimos dando cuenta que todo era real. No lo podíamos creer, porque yo me cansé de buscarla”, dijo Mabel a Jornada.
Andrea nació en Trelew en 1971, fue dada en adopción a los 9 meses y nunca más se supo de ella. Mabel (76 años) estuvo cinco años buscándola por páginas de búsqueda de personas en internet.
“Yo la vengo buscando desde el 2019. Una persona me dijo que una chica estaba buscando a su familia en Jornada. Ahí vi la nota y pude darme cuenta que era ella, la hija de mi hermana”.
Gente que busca gente
El famoso programa televisivo que se emitía por América TV, conducido por Francisco Franco Bagnato, “Gente que busca gente”, unía personas quepor diversos motivosintentaban buscarse.
Mabel acudió a este programa para encontrar a Raquel, su hermana. “En esa época uno llamaba por teléfono y te anotaban. Pasó el tiempo, yo pensé que no me iban a llamar jamás; pero un día llamaron. Así viajé a conocer a mi hermana”.
Su hermana estaba en Buenos Aires, y Mabel viajó desde Comodoro para reencontrarse. “Estábamos adentro del canal, ella pasó por al lado mío y no la reconocí. Fue algo tremendo”.
Ellas tuvieron una infancia difícil. “Nosotros quedamos huérfanos muy chiquititos. Éramos 5 hermanos. Mi papá un día se levantó y dijo que se iba a trabajar; jamás volvió. Ahí nos empezaron a desparramar, nos criamos así, a la deriva”.
Mabel fue a parar a la Casa del Niño. No fue adoptada, sino que, como ella misma dice, se crió “a la deriva”.
Una larga historia de abandonos
Con una familia tan numerosa, llena de abandonos, la historia es difícil de seguir. Norma Beatriz Agüero nació el 11 de agosto de 1971, en Trelew. Sus padres adoptivos cambiaron su nombre a Andrea Alejandra Dioguardi. Este cambio de nombre fue la razón por la que Mabel nunca pudo encontrarla.
Para Andrea, que nació en una ciudad lejana del sur argentino y acabó siendo criada por otra familia en Buenos Aires, fue siempre difícil atar los cabos. Nunca entendió por qué sus padres, oriundos de Santiago del Estero, terminaron en Trelew.
Todo esto lleva a Mabel a la reflexión: “Venimos de una vida de abandono y no podemos repetir la historia. Hay que cortar con eso”.
A veces la historia se repite, una y otra vez. “Mirá lo que es la vida: yo también tengo una hija adoptada”, dice Mabel. Se llama Paola y tiene 33 años. “Tengo 3 nietas hermosas y mi esposo. Somos una familia linda”.
Mabel no tiene contacto con su familia de Trelew. Con los vaivenes de la vida, lamenta que la familia esté lejos. “Lo importante es consolidar una familia. Es feo encontrarse y después alejarse. Yo siempre digo: unámonos, démonos cariño. La familia tiene que ser unida”.
Está agradecida con la familia adoptiva que le dio tanto cariño y apoyo a Andrea. “Ojalá pueda conocerla pronto y abrazarla. Tengo un sentimiento muy grande por ella, es mi sobrina. Mi hermana también está contenta, porque sabe que yo estuve mucho tiempo buscándola. Todos la quieren ver y la quieren abrazar, eso me pone feliz por ella”.