Antes del mediodía iniciaron las declaraciones de los testigos de la Fiscalía. El primero en presentarse fue Luis Alberto La Regina, tío del imputado y denunciante del hecho. Según contó al Tribunal y en respuesta a las preguntas de las partes, su único interés es “que esto no vuelva a ocurrir, mi interés es por el desastre que hizo este señor. Punta Tombo hoy es marca en el mundo, hay que darla verdadera dimensión alo que significa Tombo”.
Explicó que su padre fue el primer guardafaunas en Tombo “y yo su ayudante. Toda la vida estuve en Tombo y no sé si fue un error o una salvajada, pero el daño que se hizo fue innecesario, se puede hacer un alambre sin hacer semejante daño”.
Recordó que cuando su familia donó las tierras a la Provincia para que se instalara la reserva, “en los primeros años cuando se donó la reserva se propuso esas 210 hectáreas más un área de amortiguación que abarca toda la pingüinera que incluye a Punta Clara también. No está escrito pero el sentido común marca que no se podía hacer lo que quería en la zona de amortiguación”.
Consultado sobre la actividad ganadera que se practica en el lugar, explicó que “siempre hubo ovejas, ese campo no sirve para vacas porque la vaca es más torpe, pisa cuevas de pingüinos, la oveja es más desconfiada y les tiene miedo”.
LA DENUNCIA
Seguidamente La Regina puntualizó cómo fue que descubrió los trabajos realizados en el lugar. “El 21 de noviembre recorriendo el campo vi el alambre, el desmonte y el desastre que hizo. Me impactó mucho después de tantos años cuidando. Avisé a Turismo y me dijeron que no tenían que ver porque era fuera del Área Protegida. Entonces llamé a Fauna y me dijeron que estaban afuera, haciendo recorrida. Insistí varios días, pero no vinieron”.
“Me cansé porque no daban respuesta y no sabía si seguían con el desmonte, entonces llamé a Borboroglu para que vea, porque él es una persona idónea en el tema. Luego llamé al Ministro de Turismo, al Sr. García, le comenté e hizo la denuncia”.
El testigo también respondió las preguntas que le formularon tanto las querellas como el defensor. Es así que le aclaró a Eduardo Hualpa que se puede tender un alambrado “esquivando las cuevas, los nidos de los pingüinos porque no influye en la economía hacer un zigzag”. Informó que para la reparación del alambre se utiliza barreta y pala, nada de maquinaria pesada.
Por su parte el abogado defensor Federico Ruffa le consultó sobre un conflicto previo a este hecho existente entre el imputado y su tío, quien estaba declarando por haber descubierto los trabajos en el lugar. Ruffa aseguró que “hay conflictos intrafamiliares que dan origen a la denuncia”.
Es así que el testigo confirmó que Ricardo La Regina “me denunció porque le corté un alambre, porque los pingüinos no podían pasar”. A lo que agregó, consultado por Martín Castro, de Fiscalía de Estado,que cortó el alambre “porque había guanacos rodeados, avestruces con charitos que no podían pasar. Me dio bronca por el desastre que había hecho porque esa era un área prístina, nunca se había tocado”.
Antes del mediodía iniciaron las declaraciones de los testigos de la Fiscalía. El primero en presentarse fue Luis Alberto La Regina, tío del imputado y denunciante del hecho. Según contó al Tribunal y en respuesta a las preguntas de las partes, su único interés es “que esto no vuelva a ocurrir, mi interés es por el desastre que hizo este señor. Punta Tombo hoy es marca en el mundo, hay que darla verdadera dimensión alo que significa Tombo”.
Explicó que su padre fue el primer guardafaunas en Tombo “y yo su ayudante. Toda la vida estuve en Tombo y no sé si fue un error o una salvajada, pero el daño que se hizo fue innecesario, se puede hacer un alambre sin hacer semejante daño”.
Recordó que cuando su familia donó las tierras a la Provincia para que se instalara la reserva, “en los primeros años cuando se donó la reserva se propuso esas 210 hectáreas más un área de amortiguación que abarca toda la pingüinera que incluye a Punta Clara también. No está escrito pero el sentido común marca que no se podía hacer lo que quería en la zona de amortiguación”.
Consultado sobre la actividad ganadera que se practica en el lugar, explicó que “siempre hubo ovejas, ese campo no sirve para vacas porque la vaca es más torpe, pisa cuevas de pingüinos, la oveja es más desconfiada y les tiene miedo”.
LA DENUNCIA
Seguidamente La Regina puntualizó cómo fue que descubrió los trabajos realizados en el lugar. “El 21 de noviembre recorriendo el campo vi el alambre, el desmonte y el desastre que hizo. Me impactó mucho después de tantos años cuidando. Avisé a Turismo y me dijeron que no tenían que ver porque era fuera del Área Protegida. Entonces llamé a Fauna y me dijeron que estaban afuera, haciendo recorrida. Insistí varios días, pero no vinieron”.
“Me cansé porque no daban respuesta y no sabía si seguían con el desmonte, entonces llamé a Borboroglu para que vea, porque él es una persona idónea en el tema. Luego llamé al Ministro de Turismo, al Sr. García, le comenté e hizo la denuncia”.
El testigo también respondió las preguntas que le formularon tanto las querellas como el defensor. Es así que le aclaró a Eduardo Hualpa que se puede tender un alambrado “esquivando las cuevas, los nidos de los pingüinos porque no influye en la economía hacer un zigzag”. Informó que para la reparación del alambre se utiliza barreta y pala, nada de maquinaria pesada.
Por su parte el abogado defensor Federico Ruffa le consultó sobre un conflicto previo a este hecho existente entre el imputado y su tío, quien estaba declarando por haber descubierto los trabajos en el lugar. Ruffa aseguró que “hay conflictos intrafamiliares que dan origen a la denuncia”.
Es así que el testigo confirmó que Ricardo La Regina “me denunció porque le corté un alambre, porque los pingüinos no podían pasar”. A lo que agregó, consultado por Martín Castro, de Fiscalía de Estado,que cortó el alambre “porque había guanacos rodeados, avestruces con charitos que no podían pasar. Me dio bronca por el desastre que había hecho porque esa era un área prístina, nunca se había tocado”.