Romina Galarza: “El Hospital Regional quedó chico”

06 SEP 2024 - 16:09 | Actualizado 06 SEP 2024 - 17:04

Romina Paola Galarza es la nueva directora del Hospital Regional de Comodoro Rivadavia. “Tengo dos hijos y mi marido pero siento que el hospital es mi casa. Y quiero que funcione y que haya proyectos como en cualquier casa y como yo también los tengo”.

El equipo que la acompañará incluye a profesionales jóvenes formados en el Regional. “Yo tengo 44 y soy la más grande del grupo. Todos tienen muchas ganas de hacer el esfuerzo para poder lograr los objetivos que tenemos en mente”, resaltó la directora que asumirá oficialmente el martes.

Oriunda de Capital Federal, orgullosa hija de un albañil y una costurera, y recibida en la UBA llegó a la zona para hacer la residencia como médica clínica. “Me conocí con un comodorense que me convenció de venir. Me enamoré de la ciudad, la verdad, que me encantó; me acuerdo y me emociono porque Comodoro a pesar de todo lo que digan, es hermoso. Tiene un mar precioso, el clima es hermoso, y no tiene el ritmo de Buenos Aires al que yo venía acostumbrada”, reconoce a varias décadas de su decisión de vida.

“Hice mi residencia de medicina general en el hospital Regional y después empecé a coordinar un Centro de Salud de atención primaria; trabajé en el CAP San Cayetano donde aprendí muchísimo. Hice guardias hasta que esto se hizo incompatible con el trabajo asistencial. Ahí decidí hacer un posgrado en emergentología”, explicó la especialista en Medicina General y Emergentología.

Desde el examen en el hospital Churruca y la Universidad Argentina de Emergentología pasó a la jefatura del servicio de emergencias del Regional y a una dirección asociada en tiempos de pandemia.

“El director era Eduardo Wasserman, de quien tengo muy buenos recuerdos y aprendí muchísimo. Hice ese desafío porque realmente el hospital no estaba preparado para recibir una pandemia y era necesario. Yo estaba en la guardia y sabíamos que íbamos a hacer el servicio y que si no estábamos preparados, la íbamos a pasar mal. Y por mis compañeros y por mí, que somos familia prácticamente, decidí tomar ese desafío”.

Este proceso representó un giro abrupto en cuanto al rearmado del Hospital. “Conocí muchísima gente con ganas de colaborar. Desde las empresas grandes como PAE y a nivel municipal, muchos concejales y ni hablar de la gente. La comunidad de Comodoro se portó muy bien; así que todo el esfuerzo en ese año valió la pena”, recordó.

Galarza explica que la decisión de aceptar la dirección hospitalaria no responde a “un momento” determinado. “Sentía que era el momento. Es más, ni tenía en mi mente que renunciara la dirección y que el doctor Wisky viniera a recorrer el hospital. Si yo iba a ser, la verdad, no lo sabía y no tenía certezas. Pero cuando me lo propusieron sentí que debía tomar el desafío”.

“Mi idea –plantea- es ser ordenados, organizados. Porque en la organización y en el orden, estará ver resultados de lo que planteamos. Si no hay orden, no hay lineamientos, podemos ir para cualquier lado y no es la idea. Y los resultados tienen que ver con recursos y con la infraestructura que falta a nuestro hospital. A pesar de que se ha hecho mucho, todavía falta. Y todo está centrado en la calidad de atención que le brindamos a la gente. No sólo que sean números, sino que sean bien otorgados. O sea, que la gente que vaya al hospital Regional se sienta bien atendida”.

En cuanto a la condición estructural y a los aspectos pendientes a gestionar, explicó: “Es un hospital que quedó chico. Los trabajadores nos damos cuenta que necesitamos espacios. Agradezco que el secretario de Salud haya estado estas casi dos semanas recorriendo el hospital, porque se dio cuenta. No todos sus antecesores en las diferentes gestiones lo han recorrido así, con presencia y sin que se tome como una visita protocolar”.

“Tuve guardia un domingo y el doctor Wisky apareció recorriendo; escuchando las cuestiones que faltan y con propuestas de mejora. Las intenciones están. Nos entusiasma que nos escuchen y nos den respuestas”, finalizó.

06 SEP 2024 - 16:09

Romina Paola Galarza es la nueva directora del Hospital Regional de Comodoro Rivadavia. “Tengo dos hijos y mi marido pero siento que el hospital es mi casa. Y quiero que funcione y que haya proyectos como en cualquier casa y como yo también los tengo”.

El equipo que la acompañará incluye a profesionales jóvenes formados en el Regional. “Yo tengo 44 y soy la más grande del grupo. Todos tienen muchas ganas de hacer el esfuerzo para poder lograr los objetivos que tenemos en mente”, resaltó la directora que asumirá oficialmente el martes.

Oriunda de Capital Federal, orgullosa hija de un albañil y una costurera, y recibida en la UBA llegó a la zona para hacer la residencia como médica clínica. “Me conocí con un comodorense que me convenció de venir. Me enamoré de la ciudad, la verdad, que me encantó; me acuerdo y me emociono porque Comodoro a pesar de todo lo que digan, es hermoso. Tiene un mar precioso, el clima es hermoso, y no tiene el ritmo de Buenos Aires al que yo venía acostumbrada”, reconoce a varias décadas de su decisión de vida.

“Hice mi residencia de medicina general en el hospital Regional y después empecé a coordinar un Centro de Salud de atención primaria; trabajé en el CAP San Cayetano donde aprendí muchísimo. Hice guardias hasta que esto se hizo incompatible con el trabajo asistencial. Ahí decidí hacer un posgrado en emergentología”, explicó la especialista en Medicina General y Emergentología.

Desde el examen en el hospital Churruca y la Universidad Argentina de Emergentología pasó a la jefatura del servicio de emergencias del Regional y a una dirección asociada en tiempos de pandemia.

“El director era Eduardo Wasserman, de quien tengo muy buenos recuerdos y aprendí muchísimo. Hice ese desafío porque realmente el hospital no estaba preparado para recibir una pandemia y era necesario. Yo estaba en la guardia y sabíamos que íbamos a hacer el servicio y que si no estábamos preparados, la íbamos a pasar mal. Y por mis compañeros y por mí, que somos familia prácticamente, decidí tomar ese desafío”.

Este proceso representó un giro abrupto en cuanto al rearmado del Hospital. “Conocí muchísima gente con ganas de colaborar. Desde las empresas grandes como PAE y a nivel municipal, muchos concejales y ni hablar de la gente. La comunidad de Comodoro se portó muy bien; así que todo el esfuerzo en ese año valió la pena”, recordó.

Galarza explica que la decisión de aceptar la dirección hospitalaria no responde a “un momento” determinado. “Sentía que era el momento. Es más, ni tenía en mi mente que renunciara la dirección y que el doctor Wisky viniera a recorrer el hospital. Si yo iba a ser, la verdad, no lo sabía y no tenía certezas. Pero cuando me lo propusieron sentí que debía tomar el desafío”.

“Mi idea –plantea- es ser ordenados, organizados. Porque en la organización y en el orden, estará ver resultados de lo que planteamos. Si no hay orden, no hay lineamientos, podemos ir para cualquier lado y no es la idea. Y los resultados tienen que ver con recursos y con la infraestructura que falta a nuestro hospital. A pesar de que se ha hecho mucho, todavía falta. Y todo está centrado en la calidad de atención que le brindamos a la gente. No sólo que sean números, sino que sean bien otorgados. O sea, que la gente que vaya al hospital Regional se sienta bien atendida”.

En cuanto a la condición estructural y a los aspectos pendientes a gestionar, explicó: “Es un hospital que quedó chico. Los trabajadores nos damos cuenta que necesitamos espacios. Agradezco que el secretario de Salud haya estado estas casi dos semanas recorriendo el hospital, porque se dio cuenta. No todos sus antecesores en las diferentes gestiones lo han recorrido así, con presencia y sin que se tome como una visita protocolar”.

“Tuve guardia un domingo y el doctor Wisky apareció recorriendo; escuchando las cuestiones que faltan y con propuestas de mejora. Las intenciones están. Nos entusiasma que nos escuchen y nos den respuestas”, finalizó.


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