José David Hughes, de 55 años, es uno de los chubutenses despedidos del Correo Argentino producto de la motosierra de Javier Milei. Este viernes volvió a ser noticia porque la justicia laboral porteña le rechazó su pedido de ser reincorporado.
El cartero de Trevelin no estaba enterado de este revés judicial y aún así no pierde las esperanzas de volver al lugar donde trabajó desde los 15 años porque insiste en que su despido es una injusticia.
La historia de David Hughes encierra el mismo drama que viven hombres y mujeres que quedaron afuera del sistema producto de los recortes del Presidente a quien parece importarle poco y nada cómo esto impacta en la vida de las personas.
El cartero chubutense en diálogo con La Linterna, por Cadena Tiempo, asumió que hoy es “un desocupado más”, le es difícil conseguir trabajo a su edad y no confía en invertir lo que cobró de indemnización con la inestabilidad que hay en el país.
Hughes entró a trabajar en el Correo Argentino de Trevelin a los 15 años, pasó toda su vida en esa sucursal donde llegó a ser el jefe y lo echaron sin darle explicaciones después de 40 años.
El cartero hoy no tiene obra social, le faltan diez años para jubilarse, no tiene perspectivas de hacer otra cosa y no confía en el país.
“Vivimos el día a día, con la edad que tengo voy a pedir trabajo, me preguntan la edad y es suficiente para que te digan que no. Y está muy difícil encarar un emprendimiento, tenés que estar muy seguro”, cuenta.
En el Correo de Trevelin, tras su salida, quedaron dos personas trabajando. Hughes, el jefe, era el empleado más antiguo.
Hughes, que sigue el caso con un estudio de abogados de Buenos Aires, asume que él no entiende de leyes, que lo que sabe es trabajar y los hechos muestran que sacar a una persona de tres que había no se parece mucho a una “motosierra”.
“No entiendo de justicia, pero creo que tendríamos que tener la posibilidad de ser reincorporados porque fuimos mal despedidos”, dice el cartero que no pierde la esperanza de volver a retomar su rutina y poder jubilarse de lo que hizo toda la vida.
Lejos de esto, Hughes cuenta que la empresa lo despidió, lo indemnizó y le cerró la puerta para siempre. Nunca nadie se acercó a hablar con él después de haberlo echado de la forma más ruin.
Así funciona la motosierra de Milei.
José David Hughes, de 55 años, es uno de los chubutenses despedidos del Correo Argentino producto de la motosierra de Javier Milei. Este viernes volvió a ser noticia porque la justicia laboral porteña le rechazó su pedido de ser reincorporado.
El cartero de Trevelin no estaba enterado de este revés judicial y aún así no pierde las esperanzas de volver al lugar donde trabajó desde los 15 años porque insiste en que su despido es una injusticia.
La historia de David Hughes encierra el mismo drama que viven hombres y mujeres que quedaron afuera del sistema producto de los recortes del Presidente a quien parece importarle poco y nada cómo esto impacta en la vida de las personas.
El cartero chubutense en diálogo con La Linterna, por Cadena Tiempo, asumió que hoy es “un desocupado más”, le es difícil conseguir trabajo a su edad y no confía en invertir lo que cobró de indemnización con la inestabilidad que hay en el país.
Hughes entró a trabajar en el Correo Argentino de Trevelin a los 15 años, pasó toda su vida en esa sucursal donde llegó a ser el jefe y lo echaron sin darle explicaciones después de 40 años.
El cartero hoy no tiene obra social, le faltan diez años para jubilarse, no tiene perspectivas de hacer otra cosa y no confía en el país.
“Vivimos el día a día, con la edad que tengo voy a pedir trabajo, me preguntan la edad y es suficiente para que te digan que no. Y está muy difícil encarar un emprendimiento, tenés que estar muy seguro”, cuenta.
En el Correo de Trevelin, tras su salida, quedaron dos personas trabajando. Hughes, el jefe, era el empleado más antiguo.
Hughes, que sigue el caso con un estudio de abogados de Buenos Aires, asume que él no entiende de leyes, que lo que sabe es trabajar y los hechos muestran que sacar a una persona de tres que había no se parece mucho a una “motosierra”.
“No entiendo de justicia, pero creo que tendríamos que tener la posibilidad de ser reincorporados porque fuimos mal despedidos”, dice el cartero que no pierde la esperanza de volver a retomar su rutina y poder jubilarse de lo que hizo toda la vida.
Lejos de esto, Hughes cuenta que la empresa lo despidió, lo indemnizó y le cerró la puerta para siempre. Nunca nadie se acercó a hablar con él después de haberlo echado de la forma más ruin.
Así funciona la motosierra de Milei.