El adiós a un ilustre hacedor: Juan Albertella
El reconocido empresario, dirigente y ex funcionario falleció este domingo a los 89 años. Fue uno de los socios fundadores de la Asociación de Volantes “Mar y Valle” de Trelew e integró la Peña Pro Asfalto que concretó la primera carpeta asfáltica en 1.986. Nacido en Camarones e ingeniero civil de profesión también presidió Vialidad Provincial en la gestión del gobernador Atilio Viglione y fue titular de la Cámara de la Construcción.
La Asociación “Mar y Valle”, de la que además de ser uno de los fundadores, presidió en la década del 2.000, le rindió homenaje instaurando su nombre en el kartódromo, emplazado delante del circuito principal.
Albertella era uno de los socios fundadores vivos, ahora ese honor lo tiene Mansell Jones, uno de los amigos que hoy lo despidió en la sepultura de sus restos.
Pero la historia de un fanático del automovilismo no comenzó con el “Mar y Valle”: Albertella diagramó el circuito de Ventura, en el sector de la Ruta Nacional Nº 3 entre el nuevo puente y la Rotonda de Acceso Norte, donde se hacían todas las carreras de autos y camionetas hasta que se inauguró el “Mar y Valle” en 1963, con piso de tierra.
Después de trágicos accidentes, en 1985 se creó la Peña Pro Asfalto, que Albertella integró junto a otras personalidades como su amigo Osvaldo “Conejo” Mairal, el “Negro” Hugo Edgar Gómez, “Pepe” Filipuchi, Quique Martínez, “Lolo” Rapaport, Manuel Mauriz, Carlos Puertas, «Pancho» Arabia, González Richter, Omar Tame, Dibo Arabia, Carlos Gómez, Pedro Heck, Arturo Marziali, Carlos Pérez Luces, Jorge Koch y Pedro Arranz, entre algunos otros.
Sólo un año después, en 1986, tras organizar rifas de autos, casillas y realizar algunas cenas, más el aporte personal de varios de los integrantes y de algunos empresarios amigos, la Peña logró recaudar el dinero y concretar la primera carpeta asfáltica, la de 1.986 metros de cuerda, con algunas leves modificaciones al trazado original.
Albertella también fue presidente de Vialidad Provincial en la gestión del gobernado Atilio Viglione, en el regreso de la democracia, y además lideró la Cámara de la Construcción.
Alguna vez se le preguntó a uno de sus amigos, el “Negro” Gómez, cuál era la diferencia de aquellos dirigentes, aquellas personalidades, aquellos precursores, y contestó con seguridad: eran más visionarios, tenían más sueños, y trabajaban duro para cumplirlos. Albertella fue uno de ellos.
La Asociación “Mar y Valle”, de la que además de ser uno de los fundadores, presidió en la década del 2.000, le rindió homenaje instaurando su nombre en el kartódromo, emplazado delante del circuito principal.
Albertella era uno de los socios fundadores vivos, ahora ese honor lo tiene Mansell Jones, uno de los amigos que hoy lo despidió en la sepultura de sus restos.
Pero la historia de un fanático del automovilismo no comenzó con el “Mar y Valle”: Albertella diagramó el circuito de Ventura, en el sector de la Ruta Nacional Nº 3 entre el nuevo puente y la Rotonda de Acceso Norte, donde se hacían todas las carreras de autos y camionetas hasta que se inauguró el “Mar y Valle” en 1963, con piso de tierra.
Después de trágicos accidentes, en 1985 se creó la Peña Pro Asfalto, que Albertella integró junto a otras personalidades como su amigo Osvaldo “Conejo” Mairal, el “Negro” Hugo Edgar Gómez, “Pepe” Filipuchi, Quique Martínez, “Lolo” Rapaport, Manuel Mauriz, Carlos Puertas, «Pancho» Arabia, González Richter, Omar Tame, Dibo Arabia, Carlos Gómez, Pedro Heck, Arturo Marziali, Carlos Pérez Luces, Jorge Koch y Pedro Arranz, entre algunos otros.
Sólo un año después, en 1986, tras organizar rifas de autos, casillas y realizar algunas cenas, más el aporte personal de varios de los integrantes y de algunos empresarios amigos, la Peña logró recaudar el dinero y concretar la primera carpeta asfáltica, la de 1.986 metros de cuerda, con algunas leves modificaciones al trazado original.
Albertella también fue presidente de Vialidad Provincial en la gestión del gobernado Atilio Viglione, en el regreso de la democracia, y además lideró la Cámara de la Construcción.
Alguna vez se le preguntó a uno de sus amigos, el “Negro” Gómez, cuál era la diferencia de aquellos dirigentes, aquellas personalidades, aquellos precursores, y contestó con seguridad: eran más visionarios, tenían más sueños, y trabajaban duro para cumplirlos. Albertella fue uno de ellos.