Turismo: lo que la comarca espera de Lapenna
- Por Esteban Gallo
Diego Lapenna ya conduce el estratégico Ministerio de Turismo de la provincia de Chubut.
Su nombre está ligado a la actividad turística, porque su padre, que se llamaba igual que él, fue un verdadero especialista en la materia y un hombre, que, desde la pasión, el conocimiento y el compromiso, hizo grandes aportes en materia de promoción regional. Se formó al lado de Antonio Torrejón, el hombre más importante que el turismo de Chubut haya dado en su historia.
Pero nadie conduce con los pergaminos del progenitor. El que acaba de salir a la cancha es Diego LaPenna hijo, y son sus cualidades personales las que se pondrán a prueba en un área de altísima complejidad, por las características propias de cada región de la provincia, los intereses que se ponen en juego y las personalidades de los operadores que defienden esos intereses.
Ese será el primer y principal desafío de Lapenna. Lidiar con los fogosos representantes del sector turístico que a lo largo y ancho de la provincia marcan la cancha sin muchas sutilezas.
Como es un hombre de Esquel y suponemos que tiene el apoyo de los operadores turísticos de la Cordillera, tendrá la difícil tarea de persuadir y conquistar a los referentes del Valle y especialmente de Puerto Madryn y Península Valdés, que es donde se cocinan los principales negocios del turismo y donde se genera el principal movimiento económico turístico de Chubut.
Abocarse a los temas de la comarca VIRCH- Valdes, profundizando su conocimiento en la materia es una tarea que Lapenna debe hacer con celeridad. Si no lo logra, tendrá un problema de proporciones gigantes, porque ningún otro sector tiene el poder de fuego que ostentan los “picantes” operadores de la Península.
Lapenna tendrá la responsabilidad y la gran oportunidad de garantizar que los fondos que se recaudan con el cobro de la entrada en el Itsmo Ameghino se destinen a mejorar las reservas turísticas de la provincia y no que vayan a parar a la caja del Estado para utilizarse en cuestiones que no tienen nada que ver con el turismo.
Las reservas de Península Valdés necesitan obras de infraestructura, caminos seguros y comodidades que hoy no tienen. La plata que genera el turismo tiene que reinvertirse TODA en servicios turísticos.
Esto incluye a Puerto Pirámides, la puerta de ingreso a la reserva natural, que carece de servicios esenciales, como el agua, que ningún gobierno ha atendido como corresponde.
El nuevo ministro y el gobernador “Nacho” Torres tendrán que hacer las inversiones y encarar las gestiones que permitan resolver esas necesidades primordiales.
La búsqueda y puesta en valor de nuevos productos turísticos será otro de los desafíos de Lapenna y sus equipos de trabajo.
En la comarca, la última gran apuesta fue el snorkeling con lobos que es una actividad que empezó a trabajarse en 2005, después de largos años de espera. Cuando se pudo torcer el brazo de los militantes del No Se Puede, que en esta provincia son pocos, pero hacen mucho daño, el producto transformó al turismo de Puerto Madryn.
Hizo que la gente que nos visita, extienda su estadía uno o dos días más, con el efecto multiplicador que eso provoca en todos los sectores de la ciudad.
En esa dirección, sería saludable que el flamante funcionario se anime a avanzar con otro proyecto eternamente cajoneado que es el proyecto de buceo o snorkeling con ballenas, un producto de calidad premium que nuestros operadores de buceo están preparados para llevar adelante.
Se espera que Lapenna y el nuevo gobierno, tengan el coraje y la decisión política de poner el tema sobre la mesa definitivamente, escuchando a todos los sectores de la sociedad y dando el salto de calidad que los gobernadores y secretarios de turismo que les precedieron no se animaron a dar.
La sociedad necesita funcionarios con impronta que estén dispuestos a tomar medidas que transformen la realidad para mejorar la calidad de vida sus habitantes.
Esa expectativa se acrecienta cuando hablamos de turismo. Chubut no necesita funcionarios tibios que vengan a hacer la plancha. Eso es lo que tuvimos en los últimos años y así nos fue.
En el final, quiero mencionar un tema que ha sido una bandera de nuestro programa durante todos estos meses.
Será tarea de Diego LaPenna y de “Nacho” Torres hacer lo que no hicieron ni Leonardo Gaffet ni Mariano Arcioni.
Los chubutenses no queremos que a pedido de los terratenientes de la Península nos sigan cerrando las playas. Y en sintonía con ese postulado, la reapertura de Punta Pardelas seguirá siendo un reclamo de estos periodistas, esté quien esté en el gobierno, porque el disfrute de las bellezas naturales que nos pertenecen como ciudadanos de esta tierra, es un derecho al que nunca vamos a renunciar.
- Por Esteban Gallo
Diego Lapenna ya conduce el estratégico Ministerio de Turismo de la provincia de Chubut.
Su nombre está ligado a la actividad turística, porque su padre, que se llamaba igual que él, fue un verdadero especialista en la materia y un hombre, que, desde la pasión, el conocimiento y el compromiso, hizo grandes aportes en materia de promoción regional. Se formó al lado de Antonio Torrejón, el hombre más importante que el turismo de Chubut haya dado en su historia.
Pero nadie conduce con los pergaminos del progenitor. El que acaba de salir a la cancha es Diego LaPenna hijo, y son sus cualidades personales las que se pondrán a prueba en un área de altísima complejidad, por las características propias de cada región de la provincia, los intereses que se ponen en juego y las personalidades de los operadores que defienden esos intereses.
Ese será el primer y principal desafío de Lapenna. Lidiar con los fogosos representantes del sector turístico que a lo largo y ancho de la provincia marcan la cancha sin muchas sutilezas.
Como es un hombre de Esquel y suponemos que tiene el apoyo de los operadores turísticos de la Cordillera, tendrá la difícil tarea de persuadir y conquistar a los referentes del Valle y especialmente de Puerto Madryn y Península Valdés, que es donde se cocinan los principales negocios del turismo y donde se genera el principal movimiento económico turístico de Chubut.
Abocarse a los temas de la comarca VIRCH- Valdes, profundizando su conocimiento en la materia es una tarea que Lapenna debe hacer con celeridad. Si no lo logra, tendrá un problema de proporciones gigantes, porque ningún otro sector tiene el poder de fuego que ostentan los “picantes” operadores de la Península.
Lapenna tendrá la responsabilidad y la gran oportunidad de garantizar que los fondos que se recaudan con el cobro de la entrada en el Itsmo Ameghino se destinen a mejorar las reservas turísticas de la provincia y no que vayan a parar a la caja del Estado para utilizarse en cuestiones que no tienen nada que ver con el turismo.
Las reservas de Península Valdés necesitan obras de infraestructura, caminos seguros y comodidades que hoy no tienen. La plata que genera el turismo tiene que reinvertirse TODA en servicios turísticos.
Esto incluye a Puerto Pirámides, la puerta de ingreso a la reserva natural, que carece de servicios esenciales, como el agua, que ningún gobierno ha atendido como corresponde.
El nuevo ministro y el gobernador “Nacho” Torres tendrán que hacer las inversiones y encarar las gestiones que permitan resolver esas necesidades primordiales.
La búsqueda y puesta en valor de nuevos productos turísticos será otro de los desafíos de Lapenna y sus equipos de trabajo.
En la comarca, la última gran apuesta fue el snorkeling con lobos que es una actividad que empezó a trabajarse en 2005, después de largos años de espera. Cuando se pudo torcer el brazo de los militantes del No Se Puede, que en esta provincia son pocos, pero hacen mucho daño, el producto transformó al turismo de Puerto Madryn.
Hizo que la gente que nos visita, extienda su estadía uno o dos días más, con el efecto multiplicador que eso provoca en todos los sectores de la ciudad.
En esa dirección, sería saludable que el flamante funcionario se anime a avanzar con otro proyecto eternamente cajoneado que es el proyecto de buceo o snorkeling con ballenas, un producto de calidad premium que nuestros operadores de buceo están preparados para llevar adelante.
Se espera que Lapenna y el nuevo gobierno, tengan el coraje y la decisión política de poner el tema sobre la mesa definitivamente, escuchando a todos los sectores de la sociedad y dando el salto de calidad que los gobernadores y secretarios de turismo que les precedieron no se animaron a dar.
La sociedad necesita funcionarios con impronta que estén dispuestos a tomar medidas que transformen la realidad para mejorar la calidad de vida sus habitantes.
Esa expectativa se acrecienta cuando hablamos de turismo. Chubut no necesita funcionarios tibios que vengan a hacer la plancha. Eso es lo que tuvimos en los últimos años y así nos fue.
En el final, quiero mencionar un tema que ha sido una bandera de nuestro programa durante todos estos meses.
Será tarea de Diego LaPenna y de “Nacho” Torres hacer lo que no hicieron ni Leonardo Gaffet ni Mariano Arcioni.
Los chubutenses no queremos que a pedido de los terratenientes de la Península nos sigan cerrando las playas. Y en sintonía con ese postulado, la reapertura de Punta Pardelas seguirá siendo un reclamo de estos periodistas, esté quien esté en el gobierno, porque el disfrute de las bellezas naturales que nos pertenecen como ciudadanos de esta tierra, es un derecho al que nunca vamos a renunciar.