Trelew: buenas vibras y una gran esperanza
Por Esteban Gallo
El viernes pasado, en el recinto del Concejo Deliberante, recibieron sus diplomas de proclamación las autoridades electas de la ciudad de Trelew.
Allí estuvieron el futuro intendente, Gerardo Merino, y los concejales que asumirán el próximo 10 de diciembre: Claudia Monají, Francisco Ferrelli Elizalde, Claudia Solís, Rubén Cáceres, Sonia Panellao y Carlos Luna Álvares de Juntos por el Cambio, Daniel Asciutto del Frente de Todos, María Belén Baskov del PLICH, Juan Aguilar de Somos Trelew y Ángel Cayupil del Frente por Trelew.
6 de 10 concejales son de Juntos por el cambio y esas manos serán fundamentales para consolidar el proyecto político de Gerardo Merino y avanzar con las propuestas que necesitará para afianzar su gestión desde el primer día.
Los concejales de las otras fuerzas políticas no tendrán una responsabilidad menor. Al contrario. Serán ellos los que ejercerán el control de los actos de gobierno y asumirán el rol de oposición que les confirió un sector importante de la comunidad.
Hay razones sólidas para creer que vienen buenos años para la ciudad de Luis.
Un factor clave será la relación Municipio-Provincia que Gerardo Merino y “Nacho” Torres vienen construyendo desde el momento en que el gobernador electo entendió que el dirigente radical era la mejor opción para Trelew cuando le querían meter de prepo la figura de Federico Massoni.
Por fin, Trelew, tendrá el vínculo con el Estado provincial que no supieron construir Adrián Maderna y Mariano Arcioni, responsables por igual, de una pelea irracional que terminaron pagando los vecinos de la ciudad.
Con un trelewense en el gobierno provincial, y un intendente alineado a su conducción, Trelew no quedará afuera del reparto de obras ni será discriminada por cuestiones políticas o personales. Situaciones como las vividas con el transporte público o la recolección de la basura tampoco se repetirán en Trelew, porque en situaciones de zozobra estará presente el Estado provincial para dar una mano. No hay que ser un genio para darse cuenta que ese es el escenario que se viene para Trelew.
Después se pondrá a prueba la capacidad conductiva de Gerardo Merino para orientar sus políticas a las necesidades de la gente y encontrar la forma de que Trelew sea otra vez un lugar tentador que aliente la llegada de empresarios y emprendedores.
Trelew necesita recuperar la imagen de ciudad progresista y su capacidad generadora de trabajo, y volver a ser una ciudad competitiva que aliente las inversiones y genere mano de obra para los trelewenses.
En esa sintonía, las instituciones intermedias también deben estar a la altura de las circunstancias asumiendo un protagonismo mayor al que actualmente tiene.
Comodoro Rivadavia y Puerto Madryn son lo que son, también por el rol protagónico de sus instituciones intermedias. En el caso de Madryn, CIMA, la Cámara industrial de la ciudad del Golfo, se ha transformado en un pilar del desarrollo industrial y ha impulsado la diversificación de la matriz productiva, apuntalando especialmente a las pequeñas y medianas empresas.
Esa es la relevancia que se espera de las alicaídas cámaras empresarias de Trelew.
La extensa transición que comenzó después del triunfo de Gerardo Merino ha sido, al final, una ventaja para la futura gestión municipal. Le permitió al intendente electo meterse de lleno en los problemas de Trelew y empezar a tomar algunas decisiones definitivas para la gestión que arranca formalmente el 11 de diciembre. En esa dirección, no debe soslayarse la madurez política de Adrián Maderna que ha brindado todas las herramientas para garantizar un pase sensato y ordenado.
La transición también le permitió al jefe comunal armar con tiempo su equipo de gobierno y meter a los jugadores rápidamente a la cancha para que empiecen a jugar. Hay en ese equipo también vibras positivas, cualidades reconocidas y un claro compromiso con las responsabilidades para las que fueron seleccionados.
Trelew goza de un clima de positividad muy notorio. Se respiran en el aire, aires frescos de renovación.
Hay también una relación muy especial entre el intendente Gerardo Merino y los vecinos de la comunidad. Una suerte de luna de miel, emparentada con la expectativa de cambio en la que viven los trelewenses. El carisma del intendente radical y la fuerza de un discurso, por ahora, sin fisuras, ayudan a consolidar ese vínculo de afecto.
Sin embargo, todos sabemos cómo funcionan las cosas en la política. Las lunas de miel no duran toda la vida y los pingos se ven en la cancha.
Pero para una ciudad que intenta dar vuelta la página, las buenas vibras son importantes. Es la mejor manera de comenzar esta etapa de reconstrucción que se viene en Trelew.
Por Esteban Gallo
El viernes pasado, en el recinto del Concejo Deliberante, recibieron sus diplomas de proclamación las autoridades electas de la ciudad de Trelew.
Allí estuvieron el futuro intendente, Gerardo Merino, y los concejales que asumirán el próximo 10 de diciembre: Claudia Monají, Francisco Ferrelli Elizalde, Claudia Solís, Rubén Cáceres, Sonia Panellao y Carlos Luna Álvares de Juntos por el Cambio, Daniel Asciutto del Frente de Todos, María Belén Baskov del PLICH, Juan Aguilar de Somos Trelew y Ángel Cayupil del Frente por Trelew.
6 de 10 concejales son de Juntos por el cambio y esas manos serán fundamentales para consolidar el proyecto político de Gerardo Merino y avanzar con las propuestas que necesitará para afianzar su gestión desde el primer día.
Los concejales de las otras fuerzas políticas no tendrán una responsabilidad menor. Al contrario. Serán ellos los que ejercerán el control de los actos de gobierno y asumirán el rol de oposición que les confirió un sector importante de la comunidad.
Hay razones sólidas para creer que vienen buenos años para la ciudad de Luis.
Un factor clave será la relación Municipio-Provincia que Gerardo Merino y “Nacho” Torres vienen construyendo desde el momento en que el gobernador electo entendió que el dirigente radical era la mejor opción para Trelew cuando le querían meter de prepo la figura de Federico Massoni.
Por fin, Trelew, tendrá el vínculo con el Estado provincial que no supieron construir Adrián Maderna y Mariano Arcioni, responsables por igual, de una pelea irracional que terminaron pagando los vecinos de la ciudad.
Con un trelewense en el gobierno provincial, y un intendente alineado a su conducción, Trelew no quedará afuera del reparto de obras ni será discriminada por cuestiones políticas o personales. Situaciones como las vividas con el transporte público o la recolección de la basura tampoco se repetirán en Trelew, porque en situaciones de zozobra estará presente el Estado provincial para dar una mano. No hay que ser un genio para darse cuenta que ese es el escenario que se viene para Trelew.
Después se pondrá a prueba la capacidad conductiva de Gerardo Merino para orientar sus políticas a las necesidades de la gente y encontrar la forma de que Trelew sea otra vez un lugar tentador que aliente la llegada de empresarios y emprendedores.
Trelew necesita recuperar la imagen de ciudad progresista y su capacidad generadora de trabajo, y volver a ser una ciudad competitiva que aliente las inversiones y genere mano de obra para los trelewenses.
En esa sintonía, las instituciones intermedias también deben estar a la altura de las circunstancias asumiendo un protagonismo mayor al que actualmente tiene.
Comodoro Rivadavia y Puerto Madryn son lo que son, también por el rol protagónico de sus instituciones intermedias. En el caso de Madryn, CIMA, la Cámara industrial de la ciudad del Golfo, se ha transformado en un pilar del desarrollo industrial y ha impulsado la diversificación de la matriz productiva, apuntalando especialmente a las pequeñas y medianas empresas.
Esa es la relevancia que se espera de las alicaídas cámaras empresarias de Trelew.
La extensa transición que comenzó después del triunfo de Gerardo Merino ha sido, al final, una ventaja para la futura gestión municipal. Le permitió al intendente electo meterse de lleno en los problemas de Trelew y empezar a tomar algunas decisiones definitivas para la gestión que arranca formalmente el 11 de diciembre. En esa dirección, no debe soslayarse la madurez política de Adrián Maderna que ha brindado todas las herramientas para garantizar un pase sensato y ordenado.
La transición también le permitió al jefe comunal armar con tiempo su equipo de gobierno y meter a los jugadores rápidamente a la cancha para que empiecen a jugar. Hay en ese equipo también vibras positivas, cualidades reconocidas y un claro compromiso con las responsabilidades para las que fueron seleccionados.
Trelew goza de un clima de positividad muy notorio. Se respiran en el aire, aires frescos de renovación.
Hay también una relación muy especial entre el intendente Gerardo Merino y los vecinos de la comunidad. Una suerte de luna de miel, emparentada con la expectativa de cambio en la que viven los trelewenses. El carisma del intendente radical y la fuerza de un discurso, por ahora, sin fisuras, ayudan a consolidar ese vínculo de afecto.
Sin embargo, todos sabemos cómo funcionan las cosas en la política. Las lunas de miel no duran toda la vida y los pingos se ven en la cancha.
Pero para una ciudad que intenta dar vuelta la página, las buenas vibras son importantes. Es la mejor manera de comenzar esta etapa de reconstrucción que se viene en Trelew.