Tarifa de la Cooperativa: un freno al desenfreno
Al fin, y por primera vez, el Concejo Deliberante de Trelew obtuvo la mayoría requerida y desafectó el urgente tratamiento que está establecido por Carta Orgánica Municipal, que es lo que permite la aplicación automática de los aumentos tarifarios en la boleta de la Cooperativa Eléctrica.
Esta vez, se trataba de un incremento del 20%, correspondiente al período marzo- mayo de 2023.
Pero el buen tino de los concejales Leandro Espinosa, Carol Williams, Lorena Alcalá, Sebastián de la Vallina, Rubén Cáceres, Juan Aguilar y Claudia Iun, permitió poner freno a esta solicitud, que, de haberse aprobado, habría impactado en la boleta de luz de noviembre.
El 1 de septiembre pasado se aplicó un aumento del 18 %, un par de semanas después se aplicó otro incremento del 17%, y si se hubiese imputado esta suba del 20%, más la del 32% que tienen pautado para fin de año, estaríamos hablando de un “sogazo” del 120% en un lapso de cuatro meses.
¡Qué bolsillo en Trelew soporta un aumento del 120% en 4 meses!
Como han explicado claramente los concejales Aguilar, Espinosa, Alcalá y De la Vallina, que han sido algunos de los representantes más comprometidos con este tema, el expediente será enviado al Organismo Regulador para que realice una revisión integral de la cuestión tarifaria.
Ahora, al Consejo de Administración de la Cooperativa Eléctrica de Trelew no le quedará otra que hacer lo que sistemáticamente se ha negado a hacer: informar de manera minuciosa, cual es su estructura de costos, cuáles son los ingresos y egresos de la entidad, en qué estado se encuentra la millonaria deuda que tiene con la AFIP y con CAMMESA.
De paso, podrían aprovechar también la oportunidad para dar cuenta de la nómina de personal en relación de dependencia y contratados que tiene la Cooperativa, las altas y bajas producidas en los últimos años, el detalle de las obras ejecutadas en los últimos años y el listado de proveedores que tienen vinculación con la institución.
Jorge Lincheo y Federico Ruffa deberían dejar de jugar a las escondidas y entender que lo menos que merecen los vecinos de esta ciudad, que son los socios y los verdaderos dueños de la Cooperativa, y también los que les pagan con sus aportes los jugosos sueldos que ellos cobran, es que los miembros del Consejo de Administración transparenten lo que pasa en la entidad.
Como hemos dicho en infinidad de ocasiones, las cooperativas eléctricas de la zona necesitan actualizar sus tarifas.
Negarles tarifa sería un acto de demagogia, pero también sería imprudente y muy peligroso para la salud de las instituciones.
En el contexto inflacionario actual, que impacta en todos los insumos que necesitan las Cooperativas para brindar los diferentes servicios a la comunidad, con el valor de la energía que se le paga a la distribuidora, con la AFIP que no deja pasar una, más las obligaciones salariales que son ineludibles, no hay cooperativa que aguante sin tarifa.
Pero cualquier pedido de un aumento tarifario tiene que ser presentado seriamente, acompañado con información detallada y datos precisos.
No se puede pedir aumentos a mansalva sin dar las explicaciones que corresponden.
Ante este panorama, es saludable que los concejales hayan entendido que, cumpliendo el rol de contralor que les asigna el cargo que ocupan, tenían que ponerle un freno a la situación.
Imbuidos de esa responsabilidad se plantaron, y le dijeron a Lincheo, Ruffa y a los que están atrás de ellos: Basta muchachos, aflojen un poco, primero hagan bien los deberes y después vemos que hacemos con los aumentos que están pidiendo.
Los concejales están para eso. Para poner límites a los que no tienen límites, y para defender los intereses de la comunidad, que otros están pisoteando.
Al fin, y por primera vez, el Concejo Deliberante de Trelew obtuvo la mayoría requerida y desafectó el urgente tratamiento que está establecido por Carta Orgánica Municipal, que es lo que permite la aplicación automática de los aumentos tarifarios en la boleta de la Cooperativa Eléctrica.
Esta vez, se trataba de un incremento del 20%, correspondiente al período marzo- mayo de 2023.
Pero el buen tino de los concejales Leandro Espinosa, Carol Williams, Lorena Alcalá, Sebastián de la Vallina, Rubén Cáceres, Juan Aguilar y Claudia Iun, permitió poner freno a esta solicitud, que, de haberse aprobado, habría impactado en la boleta de luz de noviembre.
El 1 de septiembre pasado se aplicó un aumento del 18 %, un par de semanas después se aplicó otro incremento del 17%, y si se hubiese imputado esta suba del 20%, más la del 32% que tienen pautado para fin de año, estaríamos hablando de un “sogazo” del 120% en un lapso de cuatro meses.
¡Qué bolsillo en Trelew soporta un aumento del 120% en 4 meses!
Como han explicado claramente los concejales Aguilar, Espinosa, Alcalá y De la Vallina, que han sido algunos de los representantes más comprometidos con este tema, el expediente será enviado al Organismo Regulador para que realice una revisión integral de la cuestión tarifaria.
Ahora, al Consejo de Administración de la Cooperativa Eléctrica de Trelew no le quedará otra que hacer lo que sistemáticamente se ha negado a hacer: informar de manera minuciosa, cual es su estructura de costos, cuáles son los ingresos y egresos de la entidad, en qué estado se encuentra la millonaria deuda que tiene con la AFIP y con CAMMESA.
De paso, podrían aprovechar también la oportunidad para dar cuenta de la nómina de personal en relación de dependencia y contratados que tiene la Cooperativa, las altas y bajas producidas en los últimos años, el detalle de las obras ejecutadas en los últimos años y el listado de proveedores que tienen vinculación con la institución.
Jorge Lincheo y Federico Ruffa deberían dejar de jugar a las escondidas y entender que lo menos que merecen los vecinos de esta ciudad, que son los socios y los verdaderos dueños de la Cooperativa, y también los que les pagan con sus aportes los jugosos sueldos que ellos cobran, es que los miembros del Consejo de Administración transparenten lo que pasa en la entidad.
Como hemos dicho en infinidad de ocasiones, las cooperativas eléctricas de la zona necesitan actualizar sus tarifas.
Negarles tarifa sería un acto de demagogia, pero también sería imprudente y muy peligroso para la salud de las instituciones.
En el contexto inflacionario actual, que impacta en todos los insumos que necesitan las Cooperativas para brindar los diferentes servicios a la comunidad, con el valor de la energía que se le paga a la distribuidora, con la AFIP que no deja pasar una, más las obligaciones salariales que son ineludibles, no hay cooperativa que aguante sin tarifa.
Pero cualquier pedido de un aumento tarifario tiene que ser presentado seriamente, acompañado con información detallada y datos precisos.
No se puede pedir aumentos a mansalva sin dar las explicaciones que corresponden.
Ante este panorama, es saludable que los concejales hayan entendido que, cumpliendo el rol de contralor que les asigna el cargo que ocupan, tenían que ponerle un freno a la situación.
Imbuidos de esa responsabilidad se plantaron, y le dijeron a Lincheo, Ruffa y a los que están atrás de ellos: Basta muchachos, aflojen un poco, primero hagan bien los deberes y después vemos que hacemos con los aumentos que están pidiendo.
Los concejales están para eso. Para poner límites a los que no tienen límites, y para defender los intereses de la comunidad, que otros están pisoteando.