Fue papá hace un mes, trabaja 9 horas al día y jugará el Regional
Se llama Lucas García y es volante de Belgrano de Esquel. "Ser papá me cambió por completo, mi vida tiene otro sentido. Es la emoción más grande", expresó el volante, que trabaja de repartidor.
Por Francisco Caputo
El 3 de septiembre de este año cambió su vida para siempre. Nació Giovanni, su primer hijo. Con esa alegría a cuestas, Lucas García, se apresta a jugar un nuevo Regional con la camiseta de Belgrano de Esquel.
Debe compatibilizar su sueño futbolístico con su trabajo de repartidor, que le demanda muchas horas al día. Pero la felicidad que siente por el nacimiento de su hijo, es un gran combustible.
La emoción más grande
“Ser papá me cambió por completo. Mi vida tiene otro sentido. El domingo pasado, en la Liga del Oeste, entre con él a la cancha y fue la emoción más grande, no sé compara con nada”, narró.
“Jamás voy a olvidar ese día. A las 18:20, Fernanda, mi señora, dio a luz. Toqué el cielo con las manos”, añadió. “Todavía no arrancaba el torneo, así que no tuve inconvenientes. Pero si me ausenté varias semanas a los entrenamientos. Mis compañeros, el cuerpo técnico, los dirigentes, todos me apoyaron”, expresó.
Su segunda casa
Con esa emoción en el corazón, “Zurdo” se apresta a jugar el Regional 2023-24 con el club de sus amores. Entró a los seis años y allí se formó como futbolista.
Tuvo pasos por la CAI, por Fontana de Trevelin y por Florentino Ameghino de Comodoro, también integró la selección de Chubut en los Juegos de la Araucanía.
Pero el “Xeneize” es una suerte de segunda casa. “Arranqué en el año 2000, con un formador increíble como lo era ´Pinino´ Leiva. Soy hincha de este gran club, con el que pude vivir momentos increíbles”, acotó Lucas.
“El logro más importante a nivel futbolístico lo viví en este club, con el ascenso de 2013. Fue muy lindo, fue hermoso”, expresó.
El Regional
La gloria pasada estimula el presente, donde Belgrano deberá competir en la Zona 6 del Regional en la Patagonia, junto dos equipos de Bariloche: Cruz del Sur y Chicago.
“Es una gran felicidad, es un premio a todo el esfuerzo que uno hace para ir a entrenar, para jugar los domingos, uno deja muchas cosas de lado y esto se toma como un premio”, narró Lucas.
“Las expectativas son las mejores, entrenamos y el grupo está convencido de que vamos a hacer un gran torneo”, explicó el volante central.
“Entrenamos de noche, de 20 a 22, porque en el plantel todos trabajamos. Tenemos un solo refuerzo de afuera, Lautaro Urdiles, de Comodoro, más algunos refuerzos de clubes de la Liga del Oeste, que también dejan muchas cosas para jugar y darnos una mano”, relató.
“Es un grupo difícil, sabemos la clase de equipos que vamos a enfrentar, pero esto es futbol y vamos a dar pelea”, recalcó Lucas.
Repartidor
El hecho de trabajar no es un dato menor. “Trabajo en una panadería y casa de embutidos llamada Yayi. La rutina laboral es de las 7.30 a 16.30; son 9 horas diarias dónde primero hago reparto y luego cuando termino, hago atención al público”, expresó.
“No tengo problemas con los entrenamientos, porque se entrena tarde. Trato siempre de ir, de dar lo mejor de mí. Trató de desconectarme un poco y dar lo mejor pese a que veces uno está cansado”, describió.
“Y con los partidos tampoco hay inconvenientes. Tengo la suerte de que mi patrón es mi suegro y le encanta el fútbol. Se llama Eduardo y le dicen Yayi, el nombre de la Pyme. Cada vez que tengo que jugar en horario de trabajo tengo el permiso. Soy un gran agradecido a él”, indicó el mediocampistya.
“Esperamos hacer un gran torneo. Haremos lo mejor posible. Y lo imposible también”, concluyó Lucas García. En ese sueño, tendrá a su familia de testigo. Entre ellos, su hijo recién nacido.
Saludos y agradecimientos
“Dejame mandar saludos a mi familia, a mi mujer, a mi hijo, que son mis pilares; también a mis viejos Javier y Carmen y a mi hermana Kayla, que siempre están”, puntualizó.
“Saludo a mis compañeros de trabajo que son los que me hacen el aguante, y por supuesto a mi patrón y al abuelo de mi bebé, que siempre me da permiso para viajar y estar presente para jugar”, narró García.
“También saludo a toda la familia de Belgrano que confía siempre en mí y Delca, mi equipo de futsal”, remató.
Por Francisco Caputo
El 3 de septiembre de este año cambió su vida para siempre. Nació Giovanni, su primer hijo. Con esa alegría a cuestas, Lucas García, se apresta a jugar un nuevo Regional con la camiseta de Belgrano de Esquel.
Debe compatibilizar su sueño futbolístico con su trabajo de repartidor, que le demanda muchas horas al día. Pero la felicidad que siente por el nacimiento de su hijo, es un gran combustible.
La emoción más grande
“Ser papá me cambió por completo. Mi vida tiene otro sentido. El domingo pasado, en la Liga del Oeste, entre con él a la cancha y fue la emoción más grande, no sé compara con nada”, narró.
“Jamás voy a olvidar ese día. A las 18:20, Fernanda, mi señora, dio a luz. Toqué el cielo con las manos”, añadió. “Todavía no arrancaba el torneo, así que no tuve inconvenientes. Pero si me ausenté varias semanas a los entrenamientos. Mis compañeros, el cuerpo técnico, los dirigentes, todos me apoyaron”, expresó.
Su segunda casa
Con esa emoción en el corazón, “Zurdo” se apresta a jugar el Regional 2023-24 con el club de sus amores. Entró a los seis años y allí se formó como futbolista.
Tuvo pasos por la CAI, por Fontana de Trevelin y por Florentino Ameghino de Comodoro, también integró la selección de Chubut en los Juegos de la Araucanía.
Pero el “Xeneize” es una suerte de segunda casa. “Arranqué en el año 2000, con un formador increíble como lo era ´Pinino´ Leiva. Soy hincha de este gran club, con el que pude vivir momentos increíbles”, acotó Lucas.
“El logro más importante a nivel futbolístico lo viví en este club, con el ascenso de 2013. Fue muy lindo, fue hermoso”, expresó.
El Regional
La gloria pasada estimula el presente, donde Belgrano deberá competir en la Zona 6 del Regional en la Patagonia, junto dos equipos de Bariloche: Cruz del Sur y Chicago.
“Es una gran felicidad, es un premio a todo el esfuerzo que uno hace para ir a entrenar, para jugar los domingos, uno deja muchas cosas de lado y esto se toma como un premio”, narró Lucas.
“Las expectativas son las mejores, entrenamos y el grupo está convencido de que vamos a hacer un gran torneo”, explicó el volante central.
“Entrenamos de noche, de 20 a 22, porque en el plantel todos trabajamos. Tenemos un solo refuerzo de afuera, Lautaro Urdiles, de Comodoro, más algunos refuerzos de clubes de la Liga del Oeste, que también dejan muchas cosas para jugar y darnos una mano”, relató.
“Es un grupo difícil, sabemos la clase de equipos que vamos a enfrentar, pero esto es futbol y vamos a dar pelea”, recalcó Lucas.
Repartidor
El hecho de trabajar no es un dato menor. “Trabajo en una panadería y casa de embutidos llamada Yayi. La rutina laboral es de las 7.30 a 16.30; son 9 horas diarias dónde primero hago reparto y luego cuando termino, hago atención al público”, expresó.
“No tengo problemas con los entrenamientos, porque se entrena tarde. Trato siempre de ir, de dar lo mejor de mí. Trató de desconectarme un poco y dar lo mejor pese a que veces uno está cansado”, describió.
“Y con los partidos tampoco hay inconvenientes. Tengo la suerte de que mi patrón es mi suegro y le encanta el fútbol. Se llama Eduardo y le dicen Yayi, el nombre de la Pyme. Cada vez que tengo que jugar en horario de trabajo tengo el permiso. Soy un gran agradecido a él”, indicó el mediocampistya.
“Esperamos hacer un gran torneo. Haremos lo mejor posible. Y lo imposible también”, concluyó Lucas García. En ese sueño, tendrá a su familia de testigo. Entre ellos, su hijo recién nacido.
Saludos y agradecimientos
“Dejame mandar saludos a mi familia, a mi mujer, a mi hijo, que son mis pilares; también a mis viejos Javier y Carmen y a mi hermana Kayla, que siempre están”, puntualizó.
“Saludo a mis compañeros de trabajo que son los que me hacen el aguante, y por supuesto a mi patrón y al abuelo de mi bebé, que siempre me da permiso para viajar y estar presente para jugar”, narró García.
“También saludo a toda la familia de Belgrano que confía siempre en mí y Delca, mi equipo de futsal”, remató.