Creció con una enfermedad y ahora fotografía a grandes artistas argentinos
Marcos recuerda haber pasado su infancia encerrado en su habitación, aislado de su entorno debido a los riesgos que corría por tener hemofilia. Eso lo llevó a sumergirse en el mundo de la fotografía y la edición, una pasión que hace unos meses lo acercó a figuras como Rusherking, Tini Stoessel, Ulises Bueno y muchos más. Te contamos su historia en exclusiva.
Marcos Campos es un joven oriundo de Rawson que conoce muy de cerca lo que es la resiliencia. Vivió su infancia encerrado en su habitación, aislado de su entorno debido a los riesgos que corría por tener hemofilia. Hoy trabaja como fotógrafo para grandes artistas de la escena urbana argentina, como Rusherking, Tini Stoessel, Big One y Ulises Bueno, entre otros. Te contamos en exclusiva la historia de cómo, en pocos meses, logró cumplir el sueño de toda su vida.
Salir adelante con su enfermedad
Sus pasos en la fotografía iniciaron cuando era chico. “Era una persona muy solitaria y estaba siempre en mi pieza por mi enfermedad; ahí comencé con las fotos”, recordó Marcos. Él tiene hemofilia, que es cuando la sangre no coagula correctamente y puede provocar hemorragias espontáneas internas o mismo después de alguna lesión, aunque ésta sea leve. Esto también puede perjudicar sus órganos y articulaciones. “Por suerte hoy está bastante controlado, pero esto antes me llevó a aislarme mucho de todos. La gente no entendía mi situación y se alejaba de mí”, recuerda.
Al estar tanto tiempo solo, comenzó a refugiarse en los programas de edición. Con el paso del tiempo desarrolló y perfeccionó sus habilidades en este ámbito, lo que lo llevó a poder vivir de eso en la actualidad.
“Cuando llegué a la secundaria tenía amigos que hacían música, y estaban metidos en las batallas de rap que se hacían en las plazas. Mi forma de integrarme a eso fue grabarles los videos musicales. Alrededor del 2019, después de terminar la escuela, le pedí a mi familia una cámara y empecé a grabar a mis amigos artistas”, explicó en el programa Primera Vuelta de Cadena Tiempo.
De un sueño lejano a una realidad en pocas semanas
Empezó a trabajar de esto con producciones caseras a locales de su ciudad y a sus amigos, ayudándose solo de tutoriales que encontraba por Youtube “porque en Chubut es complicado estudiar fotografía. Después empecé a estudiar cine en Puerto Madryn”.
Cuando terminó de estudiar, Marcos se la jugó con lo poco que tenía y se fue a Buenos Aires a probar suerte. “Saqué los pasajes sin saber qué iba a ser de mi acá”, afirmó, recordando los primeros obstáculos que enfrentó cuando arribó a la ciudad, como la falta de alquiler y trabajo. “Había mucho miedo en mi familia porque no sabían qué iba a hacer acá, ni de qué iba a trabajar o con qué plata me iba a mantener”.
Terminó asentándose en Luján, en la casa de unos amigos. “Llegué y empecé a buscar por todos lados un trabajo. Unos amigos tenían una barbería, así que empecé a hacerles contenido a ellos. También me iba a Capital todos los días, para ver qué salía”, detalló.
Llegado el mes de junio, su vida empezó a cambiar. Facundo, mánager de Zaina (un rapero conocido en la escena urbana argentina), le escribió para pedirle una sesión de fotos sencilla. “Entregué las fotos y les gustaron bastante, así que me pidieron lo mismo para otros artistas. Ahí empecé con los contactos, pero seguí con mi vida normal y haciendo trabajos para gente de Rawson que ya me conocía y me pedían ediciones y flyers”, comentó.
Sin embargo, lo que él no sabía era que esa sesión de fotos era solo el comienzo de algo más grande. Una nueva convocatoria de parte de Facundo lo llevó a trabajar en un show del mismo artista. “Fuimos junto a un compañero que también saca fotos, desde las nueve de la mañana a las siete de la tarde. Ahí mismo vino un hombre a decirnos que necesitaban un fotógrafo para cubrir a una banda de rock que tocaba esa misma noche, y dije que sí sin pensarlo”, contó.
Con la emoción de estar trabajando por primera vez para grandes artistas, esos días dejó el cansancio de lado y se sumergió en una extensa jornada de edición para asegurarse de entregar un producto que sorprenda a quienes lo contrataron. Su esfuerzo obtuvo frutos rápidamente, ya que a los pocos días recibió un llamado de un desconocido que resultó ser el productor musical Big One (conocido por trabajar con músicos de la talla de Tini Stoessel, Maria Becerra y FMK) para alagarlo por su labor.
Marcos afirma que nunca se imaginó vivir una experiencia así, pese a que su sueño desde chico era vivir de la fotografía. “Más estando en Rawson, donde es tan difícil vivir de la fotografía. Jamás pensé llegar a esto” confesó.
Actualmente trabaja en el área de marketing de la productora Fifty One (del previamente mencionado Big One), y ese puesto lo lleva a estar en el medio de todos los proyectos que se hagan desde allí. “A veces tengo la suerte de ser el único autorizado de estar con una cámara en un evento, y aprovecho”, comenta entre risas.
Sus próximos pasos
Hablando sobre sus proyecciones, afirma que no tiene claro hacia dónde le gustaría avanzar con su carrera ya que todavía está intentando procesar lo que vive ahora. “Esto que estoy viviendo ahora era mi proyecto para toda la vida, y me pasó todo tan rápido que tengo mucha emoción, pero también mucha incertidumbre porque no sé qué va a pasar”.
Sin embargo, rescató que lo vivido hasta el momento le confirma que puede seguir aspirando a otras cosas que quizás antes no se imaginaba. Cualquiera sea el camino que elija, su única certeza es que va a tomarlo con la cámara en mano.
Marcos Campos es un joven oriundo de Rawson que conoce muy de cerca lo que es la resiliencia. Vivió su infancia encerrado en su habitación, aislado de su entorno debido a los riesgos que corría por tener hemofilia. Hoy trabaja como fotógrafo para grandes artistas de la escena urbana argentina, como Rusherking, Tini Stoessel, Big One y Ulises Bueno, entre otros. Te contamos en exclusiva la historia de cómo, en pocos meses, logró cumplir el sueño de toda su vida.
Salir adelante con su enfermedad
Sus pasos en la fotografía iniciaron cuando era chico. “Era una persona muy solitaria y estaba siempre en mi pieza por mi enfermedad; ahí comencé con las fotos”, recordó Marcos. Él tiene hemofilia, que es cuando la sangre no coagula correctamente y puede provocar hemorragias espontáneas internas o mismo después de alguna lesión, aunque ésta sea leve. Esto también puede perjudicar sus órganos y articulaciones. “Por suerte hoy está bastante controlado, pero esto antes me llevó a aislarme mucho de todos. La gente no entendía mi situación y se alejaba de mí”, recuerda.
Al estar tanto tiempo solo, comenzó a refugiarse en los programas de edición. Con el paso del tiempo desarrolló y perfeccionó sus habilidades en este ámbito, lo que lo llevó a poder vivir de eso en la actualidad.
“Cuando llegué a la secundaria tenía amigos que hacían música, y estaban metidos en las batallas de rap que se hacían en las plazas. Mi forma de integrarme a eso fue grabarles los videos musicales. Alrededor del 2019, después de terminar la escuela, le pedí a mi familia una cámara y empecé a grabar a mis amigos artistas”, explicó en el programa Primera Vuelta de Cadena Tiempo.
De un sueño lejano a una realidad en pocas semanas
Empezó a trabajar de esto con producciones caseras a locales de su ciudad y a sus amigos, ayudándose solo de tutoriales que encontraba por Youtube “porque en Chubut es complicado estudiar fotografía. Después empecé a estudiar cine en Puerto Madryn”.
Cuando terminó de estudiar, Marcos se la jugó con lo poco que tenía y se fue a Buenos Aires a probar suerte. “Saqué los pasajes sin saber qué iba a ser de mi acá”, afirmó, recordando los primeros obstáculos que enfrentó cuando arribó a la ciudad, como la falta de alquiler y trabajo. “Había mucho miedo en mi familia porque no sabían qué iba a hacer acá, ni de qué iba a trabajar o con qué plata me iba a mantener”.
Terminó asentándose en Luján, en la casa de unos amigos. “Llegué y empecé a buscar por todos lados un trabajo. Unos amigos tenían una barbería, así que empecé a hacerles contenido a ellos. También me iba a Capital todos los días, para ver qué salía”, detalló.
Llegado el mes de junio, su vida empezó a cambiar. Facundo, mánager de Zaina (un rapero conocido en la escena urbana argentina), le escribió para pedirle una sesión de fotos sencilla. “Entregué las fotos y les gustaron bastante, así que me pidieron lo mismo para otros artistas. Ahí empecé con los contactos, pero seguí con mi vida normal y haciendo trabajos para gente de Rawson que ya me conocía y me pedían ediciones y flyers”, comentó.
Sin embargo, lo que él no sabía era que esa sesión de fotos era solo el comienzo de algo más grande. Una nueva convocatoria de parte de Facundo lo llevó a trabajar en un show del mismo artista. “Fuimos junto a un compañero que también saca fotos, desde las nueve de la mañana a las siete de la tarde. Ahí mismo vino un hombre a decirnos que necesitaban un fotógrafo para cubrir a una banda de rock que tocaba esa misma noche, y dije que sí sin pensarlo”, contó.
Con la emoción de estar trabajando por primera vez para grandes artistas, esos días dejó el cansancio de lado y se sumergió en una extensa jornada de edición para asegurarse de entregar un producto que sorprenda a quienes lo contrataron. Su esfuerzo obtuvo frutos rápidamente, ya que a los pocos días recibió un llamado de un desconocido que resultó ser el productor musical Big One (conocido por trabajar con músicos de la talla de Tini Stoessel, Maria Becerra y FMK) para alagarlo por su labor.
Marcos afirma que nunca se imaginó vivir una experiencia así, pese a que su sueño desde chico era vivir de la fotografía. “Más estando en Rawson, donde es tan difícil vivir de la fotografía. Jamás pensé llegar a esto” confesó.
Actualmente trabaja en el área de marketing de la productora Fifty One (del previamente mencionado Big One), y ese puesto lo lleva a estar en el medio de todos los proyectos que se hagan desde allí. “A veces tengo la suerte de ser el único autorizado de estar con una cámara en un evento, y aprovecho”, comenta entre risas.
Sus próximos pasos
Hablando sobre sus proyecciones, afirma que no tiene claro hacia dónde le gustaría avanzar con su carrera ya que todavía está intentando procesar lo que vive ahora. “Esto que estoy viviendo ahora era mi proyecto para toda la vida, y me pasó todo tan rápido que tengo mucha emoción, pero también mucha incertidumbre porque no sé qué va a pasar”.
Sin embargo, rescató que lo vivido hasta el momento le confirma que puede seguir aspirando a otras cosas que quizás antes no se imaginaba. Cualquiera sea el camino que elija, su única certeza es que va a tomarlo con la cámara en mano.