Pasó hambre de niño, se convirtió en jugador profesional y se va a casar

Por Francisco Caputo

La vida puede aportar momentos sofocantes para una persona, puede colocar la guillotina a milímetros de la nuca. Pero la esperanza nunca debe perderse.

Elian Coronas, chubutense por adopción, puede dar cátedra de esto. El zaguero de 22 años de edad, vivió situaciones extremas. En su tierra natal, pasó hambre. Hoy, es futbolista profesional en Argentino de Monte Maíz (Córdoba), club del Federal A.

“Es un sueño cumplido ser jugador profesional. A veces no lo puedo creer. Tengo recuerdo de que la pasábamos muy mal, no llegamos a fin de mesa, te ibas a dormir con la panza vacía. Ahora eso es distinto”, describió Elian a Jornada.

El hambre

Elian vivió los primeros años de su vida en suelo correntino. Para él y el resto de su familia, Corrientes no tenía payé. Distaba de ser una vida cómoda.

Elian, con su familia.

“Cuando estábamos en Corrientes, éramos una familia pobre. No la pasábamos bien. Vivíamos el día a día. Había ayuda del gobierno, los abuelos ayudaban. Vivíamos en casa de la abuela. Son muchas cosas”, narró con emoción.

“Tengo recuerdos de mis padres Jorge y Yanina que decían que no tenían hambre para darnos de comer a nosotros. Cuando uno es chico, no se da cuenta, pero cuando crecés, cae esa ficha. No comían para darnos a mí y a mis hermanos”, narró al borde de las lágrimas.

La migración

A sus seis años, ante la extrema situación, Elian emprendió rumbo a Puerto Madryn junto a su núcleo familiar. “Nos movimos porque las oportunidades laborales no salían para mi viejo. Como verás, estuvimos complicados. Y siempre se escuchaba que en el Sur había trabajo”, comentó el joven.

“Con mucha valentía,` Kocky´ mi viejo tomó la decisión de migrar. Puerto Madryn es una ciudad que nos abrió las puertas. Nos criamos en el barrio Roca. Costó al principio, pero nos establecimos. En 2011, volvimos por seis meses a Corrientes, pero regresamos a Madryn para no movernos más”, afirmó Elian.

El fútbol

Mientras la lucha familiar por afincarse tenía lugar, Elian encontró en el fútbol una pasión, un divertimento y un cable a tierra.
“Desde los seis años hasta mi partida a Córdoba, siempre jugué en Brown. Estoy muy agradecido con el club. Me dieron una beca para que pudiera jugar”, indicó. “Además, los entrenadores me pasaban a buscar a mi casa, me compraban botines”, enumeró.

El lateral por derecha hizo toda la escalera en la “Banda”, desde infantiles hasta la Primera Nacional, donde debutó en 2021. “Fue un partido contra Nueva Chicago en Buenos Aires. Puedo decir que jugué en el club del que soy hincha. Fue un día inolvidable. Luego, jugué ante San Martín de San Juan”, comentó.

Volver a migrar

Después de esos partidos, no volvió a jugar en el primer equipo. Con el sueño de afianzarse como profesional, meditó una decisión en 2021. “A finales de temporada decidí que, si no era considerado, iba a evaluar ir a otro lado. Llegó marzo de 2022, la situación no cambió”, dijo.

“Todo se dio rápido, gracias a que Argentino de Monte Maíz ascendió al Federal A y que hubo una intermediación. No dudé en salir, dado que me tenía que establecer como jugador profesional”, relató el lateral.

Monte Maíz

“Me encontré con un gran club, con un grupo de grandes seres humanos que se brindaron al 100%. Fue la mejor decisión que pude haber tomado. En Argentino me sentí jugador profesional. Estuvimos muy cerca de clasificar a los cruces en la primera temporada”, indicó Elian.

Elian, en acciónante Olimpo de Bahía Blanca.

“Para esta temporada, tengo las mejores expectativas; renové con Brown y volví a ir préstamo a Argentino porque en Brown no iba a tener el lugar que yo deseaba”, enunció. “En Argentino sigue el mismo DT, sigue la mayoría de jugadores del año pasado. Queremos entrar al Reducido, por eso hicimos una pretemporada durísima que arrancó el 16 de enero”, relató.

Más sueños

Elian tiene su hoja de ruta bien definida. “Quiero hacer carrera en el fútbol y estar salvado económicamente. Mi aspiración es llegar a Primera y mi sueño es jugar algún día en la Selección. Pero por ahora, estoy con la cabeza puesta en Argentino. Hay que ir paso a paso”, consideró.

En ese paso a paso, recuerda siempre sus orígenes. “Los tengo siempre presentes. Recordar eso además me da ganas de abrir un comedor infantil”, sentenció.

“Nunca hay que olvidar los orígenes, las raíces. Son muchas cosas que me han marcado. Mirar para atrás me da impulso para lo que viene y seguir yendo en busca de los sueños”, concluyó.

Cumple sus sueños quien resiste. Elian Coronas puede dar cátedra de eso.

Saludos y agradecimientos

Elías agradece a su familia. “A mi papá Jorge Coronas, a mi mamá Yanina Galucci y a mis hermanos. Ellos Josías, de 25 años, Santino, de 16 y Benjamín, de 6. El más peque (sic) nació en Madryn. También les doy gracias a mis abuelos y abuelas, a mi tío Roberto, y al resto de mis tíos y tías por su apoyo”, acotó.

No se olvidó de Carolina Rodríguez, su novia. “Ella es clave, fundamental; siempre me apoyó. Te diría que si no me sostenía, no llegaba”, dijo. “Cuando empezás a crecer y ves que empezás a necesitar tu propia plata para empezar a tener tus cosas y no llegas (sic) al contrato tan ansiado todo se complica. Ella es un pilar”, indicó.

“Estamos juntos desde los 16 años, jugábamos en el potrero juntos. El año pasado estuvimos a distancia, este año se vino. En abril nos queremos casar, estamos comprometidos”, señaló.

“Y no me olvido de mis amigos y de los clubes Argentino y Brown”, remató.

Elian Coronas, junto a su novia Carolina Rodríguez.