Un jurado en Miami declaró este viernes responsable al exmarino argentino Roberto Guillermo Bravo por la matanza de un grupo de presos políticos en la Base "Almirante Zar", conocida como la Masacre de Trelew, ocurrida en 1972. Además, ordenó una recompensa de más de 24 millones de dólares en daños y perjuicios a familiares de cuatro de las víctimas, informó la agencia de noticias The Associated Press (AP).
El veredicto unánime de los siete miembros del jurado fue revelado tras más de dos horas y media de deliberaciones.
Bravo, de 80 años, permaneció inmutable al escuchar el veredicto en la sala de audiencias, mientras que dos de los familiares escuchaban llorando. “Estoy feliz por ellos”, dijo Bravo a AP cuando salía de la sala, mientras miraba fijamente a Raquel Camps, hija de una de las víctimas, que lloraba acongojada en los hombros de uno de los abogados.
Poco antes de revelarse el veredicto, los familiares de las cuatro víctimas solicitaron que declarasen responsable al exmarino y le ordenaran pagar una recompensa de al menos 18 millones de dólares por los daños y perjuicios que les habría causado.
“El señor Roberto (Guillermo) Bravo tiene que ser castigado por sus hechos”, expresó el abogado Ajay Krishnan, quien representa a los demandantes. “El señor Bravo conspiró para disparar y matar a 19 presos y no fue por defensa propia”, aseguró.
La defensa del exmarino había insistido que la causa había caducado porque han pasado casi cinco décadas desde que ocurrieron los hechos en la Patagonia argentina.
Los cuatro demandantes son familiares de Eduardo Cappello, Rubén Bonet, Ana María Villarreal de Santucho y Alberto Camps. En la querella presentada en octubre de 2020 alegaron que Bravo desempeñó un papel clave en el fusilamiento de 19 prisioneros políticos desarmados en la base militar de Trelew, en la Patagonia, en la madrugada del 22 de agosto de 1972. De los ellos cuatro, el único sobreviviente fue Camps.
Un jurado en Miami declaró este viernes responsable al exmarino argentino Roberto Guillermo Bravo por la matanza de un grupo de presos políticos en la Base "Almirante Zar", conocida como la Masacre de Trelew, ocurrida en 1972. Además, ordenó una recompensa de más de 24 millones de dólares en daños y perjuicios a familiares de cuatro de las víctimas, informó la agencia de noticias The Associated Press (AP).
El veredicto unánime de los siete miembros del jurado fue revelado tras más de dos horas y media de deliberaciones.
Bravo, de 80 años, permaneció inmutable al escuchar el veredicto en la sala de audiencias, mientras que dos de los familiares escuchaban llorando. “Estoy feliz por ellos”, dijo Bravo a AP cuando salía de la sala, mientras miraba fijamente a Raquel Camps, hija de una de las víctimas, que lloraba acongojada en los hombros de uno de los abogados.
Poco antes de revelarse el veredicto, los familiares de las cuatro víctimas solicitaron que declarasen responsable al exmarino y le ordenaran pagar una recompensa de al menos 18 millones de dólares por los daños y perjuicios que les habría causado.
“El señor Roberto (Guillermo) Bravo tiene que ser castigado por sus hechos”, expresó el abogado Ajay Krishnan, quien representa a los demandantes. “El señor Bravo conspiró para disparar y matar a 19 presos y no fue por defensa propia”, aseguró.
La defensa del exmarino había insistido que la causa había caducado porque han pasado casi cinco décadas desde que ocurrieron los hechos en la Patagonia argentina.
Los cuatro demandantes son familiares de Eduardo Cappello, Rubén Bonet, Ana María Villarreal de Santucho y Alberto Camps. En la querella presentada en octubre de 2020 alegaron que Bravo desempeñó un papel clave en el fusilamiento de 19 prisioneros políticos desarmados en la base militar de Trelew, en la Patagonia, en la madrugada del 22 de agosto de 1972. De los ellos cuatro, el único sobreviviente fue Camps.