El secretario de Turismo de El Bolsón, Bruno Hellriegel, confirmó ayer que “el nivel de ocupación durante las vacaciones de invierno estuvo en el 70.4%, que demuestra una vez más la importancia del sector turístico en la economía regional. Más allá de la falta de nieve, la Comarca Andina tiene atractivos suficientes para convocar a las familias del país, que nos han elegido como un destino privilegiado para tomar un descanso a esta altura del año”.
El referente del gremio gastronómico, Maximiliano Almonacid, valoró “el compromiso del empresariado en mantener las fuentes laborales”, que estimó en unos 600 puestos estables entre mozos, mucamas y otras actividades afines.
El propietario del hotel Cumbres, Ariel Barea Castellanos, señaló que su objetivo y expectativa para julio “era del 30% de ocupación de las habitaciones, que se cumplió e incluso se superó durante algunos fines de semana, lo cual es muy bueno”.
Enseguida comparó “las estadísticas de la última temporada con años anteriores y ahora superamos la media de 2017, 18 y 19”. Lo atribuyó a que “durante los últimos tiempos, hubo una campaña de promoción muy buena por parte del municipio local, con una estrategia de despliegue y alcance nacional para que se conozca a El Bolsón como destino de invierno”.
Sumó “lo que también pudimos hacer como empresa, mejorando la calidad de nuestros servicios e innovando con inversiones para atraer más visitantes. Otro factor fundamental fue que hemos mantenido las tarifas desde principios de año (una habitación doble cuesta $5.800 con desayuno), privilegiando la alternativa de no ser agresivos con los precios y recibir mayor cantidad de huéspedes, favoreciendo además que puedan salir mayor cantidad de familias a relajarse”.
La medida, “llevó lógicamente a desarrollar una serie de modificaciones desde el punto de vista de la estructura, como achicar gastos. Por suerte, el esfuerzo fue coronado por el éxito y también pudimos mantener las fuentes laborales”.
En coincidencia, remarcó que en los días que aún quedan del invierno, las reservas son en exclusividad “para aquellos que prefieren una estadía mucho más tranquila y aprovecharán para disfrutar de las últimas nevadas y esquiar en el cerro Perito Moreno, con esos días espectaculares de sol en el Plateau anunciando la primavera”.
Acerca de las posibilidades de “romper la estacionalidad veraniega e invernal” para atraer turistas durante la primavera y el otoño, que “son épocas espectaculares por el colorido de nuestra cordillera”, Barea adelantó que “hay que avanzar en un proceso paulatino. A medida que se vaya conociendo la zona como destino turístico de excelencia, más gente se va a animar a venir”.
Apuntó “a la importancia de distintos grupos etarios, como los jubilados. Ya en 2019 visualizamos que están ansiosos por salir a conocer nuestra Patagonia con tranquilidad, alejados del bullicio del turismo masivo”. No obstante, a diferencia de San Carlos de Bariloche, dijo que “la visita de estudiantes obedece a otro perfil, totalmente distinto”.
Impacto
Sobre el impacto que tendría en el sector la suba anunciada de los servicios públicos, el empresario consultado aseveró que “todo tiene su incidencia. Lógicamente, habrá que analizar cómo ese costo afecta nuestras tarifas”, al tiempo que consideró oportuno “trasladar de forma proporcional su impacto a nuestros valores de alojamiento. Es decir, si la energía eléctrica aumenta un 30%, no puedo aplicar el mismo porcentaje al costo de una habitación. Las estadísticas anteriores demuestran que la incidencia anual por la luz, gas y agua es del orden del 34%”, subrayó.
En comparación con otros centros turísticos de envergadura en la región, Barea aseguró que “El Bolsón no es caro. En un recorrido reciente -y fundamentalmente en base a la opinión de muchos visitantes de Buenos Aires-, se destaca que los precios del sector gastronómico son inferiores a su lugar de origen y además de una calidad muy superior”.#
El secretario de Turismo de El Bolsón, Bruno Hellriegel, confirmó ayer que “el nivel de ocupación durante las vacaciones de invierno estuvo en el 70.4%, que demuestra una vez más la importancia del sector turístico en la economía regional. Más allá de la falta de nieve, la Comarca Andina tiene atractivos suficientes para convocar a las familias del país, que nos han elegido como un destino privilegiado para tomar un descanso a esta altura del año”.
El referente del gremio gastronómico, Maximiliano Almonacid, valoró “el compromiso del empresariado en mantener las fuentes laborales”, que estimó en unos 600 puestos estables entre mozos, mucamas y otras actividades afines.
El propietario del hotel Cumbres, Ariel Barea Castellanos, señaló que su objetivo y expectativa para julio “era del 30% de ocupación de las habitaciones, que se cumplió e incluso se superó durante algunos fines de semana, lo cual es muy bueno”.
Enseguida comparó “las estadísticas de la última temporada con años anteriores y ahora superamos la media de 2017, 18 y 19”. Lo atribuyó a que “durante los últimos tiempos, hubo una campaña de promoción muy buena por parte del municipio local, con una estrategia de despliegue y alcance nacional para que se conozca a El Bolsón como destino de invierno”.
Sumó “lo que también pudimos hacer como empresa, mejorando la calidad de nuestros servicios e innovando con inversiones para atraer más visitantes. Otro factor fundamental fue que hemos mantenido las tarifas desde principios de año (una habitación doble cuesta $5.800 con desayuno), privilegiando la alternativa de no ser agresivos con los precios y recibir mayor cantidad de huéspedes, favoreciendo además que puedan salir mayor cantidad de familias a relajarse”.
La medida, “llevó lógicamente a desarrollar una serie de modificaciones desde el punto de vista de la estructura, como achicar gastos. Por suerte, el esfuerzo fue coronado por el éxito y también pudimos mantener las fuentes laborales”.
En coincidencia, remarcó que en los días que aún quedan del invierno, las reservas son en exclusividad “para aquellos que prefieren una estadía mucho más tranquila y aprovecharán para disfrutar de las últimas nevadas y esquiar en el cerro Perito Moreno, con esos días espectaculares de sol en el Plateau anunciando la primavera”.
Acerca de las posibilidades de “romper la estacionalidad veraniega e invernal” para atraer turistas durante la primavera y el otoño, que “son épocas espectaculares por el colorido de nuestra cordillera”, Barea adelantó que “hay que avanzar en un proceso paulatino. A medida que se vaya conociendo la zona como destino turístico de excelencia, más gente se va a animar a venir”.
Apuntó “a la importancia de distintos grupos etarios, como los jubilados. Ya en 2019 visualizamos que están ansiosos por salir a conocer nuestra Patagonia con tranquilidad, alejados del bullicio del turismo masivo”. No obstante, a diferencia de San Carlos de Bariloche, dijo que “la visita de estudiantes obedece a otro perfil, totalmente distinto”.
Impacto
Sobre el impacto que tendría en el sector la suba anunciada de los servicios públicos, el empresario consultado aseveró que “todo tiene su incidencia. Lógicamente, habrá que analizar cómo ese costo afecta nuestras tarifas”, al tiempo que consideró oportuno “trasladar de forma proporcional su impacto a nuestros valores de alojamiento. Es decir, si la energía eléctrica aumenta un 30%, no puedo aplicar el mismo porcentaje al costo de una habitación. Las estadísticas anteriores demuestran que la incidencia anual por la luz, gas y agua es del orden del 34%”, subrayó.
En comparación con otros centros turísticos de envergadura en la región, Barea aseguró que “El Bolsón no es caro. En un recorrido reciente -y fundamentalmente en base a la opinión de muchos visitantes de Buenos Aires-, se destaca que los precios del sector gastronómico son inferiores a su lugar de origen y además de una calidad muy superior”.#