Golpe a golpe, verso a verso

El artista radicado en nuestra zona no sólo es un apasionado del boxeo. Combinando con su profesión, fue sparring del ex campeón mundial, Miguel Ángel Castellini, de Oscar Bonavena, de Carlos Monzón, Víctor Emilio Galíndez y de Avenamar Peralta.

12 FEB 2011 - 21:30 | Actualizado

Fernando de Madariaga es un cantautor archiconocido no sólo en la Argentina, sino en otras latitudes del planeta. De hecho, sus más de cien canciones y una importante producción discográfica avalan una dilatada trayectoria en diferentes escenarios. Sin embargo, hay una faceta prácticamente desconocida de este hombre de 67 años y que es la del boxeo. Es que este padre de Victoria y pareja de Mónica y que un día decidió radicarse en Playa Unión fue sparring oficial del campeón mundial mediano junior Miguel Ángel Castellini e hizo rounds con el inolvidable Oscar Natalio “Ringo” Bonavena, Víctor Emilio Galíndez o Carlos Monzón.

Siempre pegado al fascinante deporte de los puños, este porteño nacido en el barrio de Palermo e hijo de una clásica familia de inmigrantes italianos y españoles, comenzó a boxear a los 12 años y combinó esa pasión con otras disciplinas como el surf, el tenis y especialmente la pulseada.

Dueño de un carácter fuerte, de Madariaga sufrió el dolor más profundo: la muerte de su hijo de 19 años de edad, Mariano, en un accidente automovilístico. Su fe, sus convicciones, sus afectos y, precisamente, sus pasiones, lograron sacarlo de un pozo depresivo dificilísimo de superar para cualquier mortal que ama.

De fuertes convicciones morales y éticas, Fernando De Madariaga, ha sido y es un hombre de palabra, tanto en el espectáculo como en su deporte favorito. Ello le provocó, en más de una oportunidad, a más de alguna que otra amargura, o la falta de una oportunidad laboral o económica al no “transar” con nada ni con nadie que vaya en contra de lo que cree justo.

Hubo una época en que las ofertas laborales en el canto comenzaron a escasear, porque el objetivo de las compañías discográficas era potenciar a otros artistas. Durante ese período (los convulsionados 60 ó 70), Madariaga se aferró al boxeo y allí compartió tardes, noches y rings con leyendas del boxeo nacional. El “zurdo” Eduardo Lausse, Víctor Hugo Selpa, Ricardo González o Tito Lectuore

Hoy, Fernando de Madariaga disfruta de su presente. “Disfruto de una belleza sin par como es esta zona, sin los peligros que existen en las grandes ciudades como Buenos Aires. Caminar por la playa en el atardecer o ver delfines y ballenas no tiene precio”, aseveró el cantante para agregar “como recibir el permanente cariño de la gente de aquí ya sea por la calle o cuando brindo mi espectáculo en lugares paradisíacos como Playa Unión, el Dique Florentino Ameghino o próximamente en 28 de Julio”.#

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12 FEB 2011 - 21:30

Fernando de Madariaga es un cantautor archiconocido no sólo en la Argentina, sino en otras latitudes del planeta. De hecho, sus más de cien canciones y una importante producción discográfica avalan una dilatada trayectoria en diferentes escenarios. Sin embargo, hay una faceta prácticamente desconocida de este hombre de 67 años y que es la del boxeo. Es que este padre de Victoria y pareja de Mónica y que un día decidió radicarse en Playa Unión fue sparring oficial del campeón mundial mediano junior Miguel Ángel Castellini e hizo rounds con el inolvidable Oscar Natalio “Ringo” Bonavena, Víctor Emilio Galíndez o Carlos Monzón.

Siempre pegado al fascinante deporte de los puños, este porteño nacido en el barrio de Palermo e hijo de una clásica familia de inmigrantes italianos y españoles, comenzó a boxear a los 12 años y combinó esa pasión con otras disciplinas como el surf, el tenis y especialmente la pulseada.

Dueño de un carácter fuerte, de Madariaga sufrió el dolor más profundo: la muerte de su hijo de 19 años de edad, Mariano, en un accidente automovilístico. Su fe, sus convicciones, sus afectos y, precisamente, sus pasiones, lograron sacarlo de un pozo depresivo dificilísimo de superar para cualquier mortal que ama.

De fuertes convicciones morales y éticas, Fernando De Madariaga, ha sido y es un hombre de palabra, tanto en el espectáculo como en su deporte favorito. Ello le provocó, en más de una oportunidad, a más de alguna que otra amargura, o la falta de una oportunidad laboral o económica al no “transar” con nada ni con nadie que vaya en contra de lo que cree justo.

Hubo una época en que las ofertas laborales en el canto comenzaron a escasear, porque el objetivo de las compañías discográficas era potenciar a otros artistas. Durante ese período (los convulsionados 60 ó 70), Madariaga se aferró al boxeo y allí compartió tardes, noches y rings con leyendas del boxeo nacional. El “zurdo” Eduardo Lausse, Víctor Hugo Selpa, Ricardo González o Tito Lectuore

Hoy, Fernando de Madariaga disfruta de su presente. “Disfruto de una belleza sin par como es esta zona, sin los peligros que existen en las grandes ciudades como Buenos Aires. Caminar por la playa en el atardecer o ver delfines y ballenas no tiene precio”, aseveró el cantante para agregar “como recibir el permanente cariño de la gente de aquí ya sea por la calle o cuando brindo mi espectáculo en lugares paradisíacos como Playa Unión, el Dique Florentino Ameghino o próximamente en 28 de Julio”.#


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