Antes de empezar a leer cualquier tipo de análisis hay que ser contundentes: no hay ni habrá “ayuda” de Estados Unidos a la Argentina; en todo caso, es un rescate interesado de Donald Trump a su versión de La Salada, Javier Milei, acuciado por un gobierno que se bandea entre las actitudes psiquiátricas de su líder, la corrupción de varios de sus principales funcionarios y la sensación de que se trata de una banda descontrolada que no entiende nada de política.
“La decisión del gobierno de Estados Unidos de rescatar la economía argentina está suscitando dudas sobre si el verdadero objetivo es ayudar a los inversores ricos cuyas apuestas en Argentina podrían tambalearse si su economía se hunde”. No lo dijo algún diputado peronista o de la izquierda. Tampoco el diario Página 12. Lo publicó el influyente diario norteamericano New York Times el jueves pasado, con un título que no deja dudas: “El rescate de EE.UU. a Argentina podría beneficiar a grandes inversores internacionales”.
Fue después de que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, anunciara en su cuenta de X un “swap” de respaldo financiero por 20.000 millones de dólares para la Argentina, que cayó como una bendición para el debilitado Gobierno argentino pero causó un escándalo interno en los Estados Unidos, en donde muchos sectores se oponen a distraer fondos en una crisis ajena.
Lo que el presidente Milei, su ministro “Toto” Caputo y la runfla de comunicadores oficialistas de sobre en mano vienen sosteniendo sobre el presunto “salvataje” del gran país del norte a la Argentina, es una patraña insostenible. Nadie “salva” a un país en donde TMAP (“todo marcha de acuerdo al plan”, la otra gran mentira libertaria), y apenas se trata de un salvavidas de plomo hasta las elecciones.
El New York Times lo cuenta con lujo de detalles: “Importantes fondos de cobertura, incluidos los dirigidos por amigos de Bessent, se beneficiarán financieramente de una ayuda económica para Argentina. Los fondos de empresas de inversión como BlackRock, Fidelity y Pimco están fuertemente invertidos en Argentina, al igual que inversores como Stanley Druckenmiller y Robert Citrone, que trabajaron con Bessent cuando era inversor de George Soros”.
Por si no se entiende: “San Bessent”, como lo llaman ahora en el Gobierno argentino, sólo pretende salvar la ropa de sus amigos inversores, no tenderle una mano sincera a un líder de cartón que se cree “rockstar”.
El propio Bessent, en una entrevista en la cadena de derecha Fox -una especie de TN yanki-, confesó las verdaderas intenciones: “No es un rescate en absoluto. Es comprar barato y vender caro”, respondió ante la pregunta de la entrevistadora, que quería entender por qué Estados Unidos se involucraba con Milei.
Ante la consulta de los beneficios que podría obtener Estados Unidos, Bessent no dudó en afirmar que “el peso argentino está infravalorado” y que sacarán “mucho provecho de ello”. Puso como ejemplo la guerra comercial y económica con China, al señalar que el presidente Milei “está comprometido a sacar a China de Argentina”.
Por si fuera poco, habló de las riquezas argentinas en tierras raras y uranio. Ni siquiera disimulan.
Plan “Llegar al 26”
El pequeño alivio que le dio a Milei el anuncio del gobierno de Trump no fue suficiente para ordenar el desastre político y electoral que le dejó el narcoescándalo protagonizado por José Luis Espert y su amigo “Fred” Machado.
“El Profe”, como lo llama cariñosamente el Presidente al ahora caído en desgracia, seguirá estando en las boletas de LLA en la Provincia de Buenos Aires porque la Justicia Electoral desestimó la posibilidad de reimprimirlas a un costo de $ 14.000 millones -como pretendía el Gobierno-, que finalmente encabezarán Diego Santilli y la exvedette Karen Reichardt (o Karina Celia Vázquez, tal como dice en su DNI), que sin embargo no podrá votarse a sí misma porque tiene domicilio en CABA.
El desaguisado libertario no hace más que aumentar las expectativas de Fuerza Patria, que se consolida como el polo opuesto a la LLA. El reaparecido Mauricio Macri, de nuevo habitué del “Club de la Milanesa” en Olivos con el Presidente, el mismo que hace pocos meses lo orinaba a través de los medios y ahora lo recibe con fruición, fue el que salió a abonar la idea de una “elección binaria”. Según interpreta el calabrés, el país enfrentará una disyuntiva clara entre la alianza La Libertad Avanza-PRO y el "kirchnerismo" (un mote usado con laúnica intención de bajarle el precio al peronismo), al que calificó como una “hegemonía tóxica”.
La fuerte declaración de principios de Macri sonó, además, un tiro por elevación para Provincias Unidas, el espacio en donde abrevan algunos propios, como el chubutense Nacho Torres.
El gobernador de Chubut fue uno de los que llegó hasta Jujuy para participar de una nueva cumbre de Provincias Unidas. Había habido una en Puerto Madryn una semana antes y habrá una de cierre de campaña la semana entrante. “Yo me imagino a un laburante de Jujuy, de Córdoba o de Chubut levantarse temprano, prender la tele y ver que el máximo representante de todos los argentinos está paveando arriba de un escenario tocando la guitarra y cantando pavadas, mientras la gente la pasa mal. Eso no es disrupción ni marketing, es una falta de respeto”, dijo Torres sobre el escenario, ante la atenta mirada de sus pares, que también se mostraron molestos por las declaraciones de Macri y el “recital” presidencial.
“No naturalicemos lo bizarro, no naturalicemos la corrupción”, agregó el chubutense. “El kirchnerismo está agazapado y quiere volver. Y no lo hace por una Argentina mejor, sino porque son carroñeros movilizados solo por el poder”, disparó.
Las palabras de Torres también se entendieron como un mensaje para adentro de Chubut. El gobernador se viene esforzando por romper esa polarización entre Milei y el peronismo que tantos problemas les viene causado a otros líderes provinciales que se negaron a caer en las garras de una alianza con los libertarios.
El resultado del 26 de octubre pondrá a cada uno en su lugar.
Antes de empezar a leer cualquier tipo de análisis hay que ser contundentes: no hay ni habrá “ayuda” de Estados Unidos a la Argentina; en todo caso, es un rescate interesado de Donald Trump a su versión de La Salada, Javier Milei, acuciado por un gobierno que se bandea entre las actitudes psiquiátricas de su líder, la corrupción de varios de sus principales funcionarios y la sensación de que se trata de una banda descontrolada que no entiende nada de política.
“La decisión del gobierno de Estados Unidos de rescatar la economía argentina está suscitando dudas sobre si el verdadero objetivo es ayudar a los inversores ricos cuyas apuestas en Argentina podrían tambalearse si su economía se hunde”. No lo dijo algún diputado peronista o de la izquierda. Tampoco el diario Página 12. Lo publicó el influyente diario norteamericano New York Times el jueves pasado, con un título que no deja dudas: “El rescate de EE.UU. a Argentina podría beneficiar a grandes inversores internacionales”.
Fue después de que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, anunciara en su cuenta de X un “swap” de respaldo financiero por 20.000 millones de dólares para la Argentina, que cayó como una bendición para el debilitado Gobierno argentino pero causó un escándalo interno en los Estados Unidos, en donde muchos sectores se oponen a distraer fondos en una crisis ajena.
Lo que el presidente Milei, su ministro “Toto” Caputo y la runfla de comunicadores oficialistas de sobre en mano vienen sosteniendo sobre el presunto “salvataje” del gran país del norte a la Argentina, es una patraña insostenible. Nadie “salva” a un país en donde TMAP (“todo marcha de acuerdo al plan”, la otra gran mentira libertaria), y apenas se trata de un salvavidas de plomo hasta las elecciones.
El New York Times lo cuenta con lujo de detalles: “Importantes fondos de cobertura, incluidos los dirigidos por amigos de Bessent, se beneficiarán financieramente de una ayuda económica para Argentina. Los fondos de empresas de inversión como BlackRock, Fidelity y Pimco están fuertemente invertidos en Argentina, al igual que inversores como Stanley Druckenmiller y Robert Citrone, que trabajaron con Bessent cuando era inversor de George Soros”.
Por si no se entiende: “San Bessent”, como lo llaman ahora en el Gobierno argentino, sólo pretende salvar la ropa de sus amigos inversores, no tenderle una mano sincera a un líder de cartón que se cree “rockstar”.
El propio Bessent, en una entrevista en la cadena de derecha Fox -una especie de TN yanki-, confesó las verdaderas intenciones: “No es un rescate en absoluto. Es comprar barato y vender caro”, respondió ante la pregunta de la entrevistadora, que quería entender por qué Estados Unidos se involucraba con Milei.
Ante la consulta de los beneficios que podría obtener Estados Unidos, Bessent no dudó en afirmar que “el peso argentino está infravalorado” y que sacarán “mucho provecho de ello”. Puso como ejemplo la guerra comercial y económica con China, al señalar que el presidente Milei “está comprometido a sacar a China de Argentina”.
Por si fuera poco, habló de las riquezas argentinas en tierras raras y uranio. Ni siquiera disimulan.
Plan “Llegar al 26”
El pequeño alivio que le dio a Milei el anuncio del gobierno de Trump no fue suficiente para ordenar el desastre político y electoral que le dejó el narcoescándalo protagonizado por José Luis Espert y su amigo “Fred” Machado.
“El Profe”, como lo llama cariñosamente el Presidente al ahora caído en desgracia, seguirá estando en las boletas de LLA en la Provincia de Buenos Aires porque la Justicia Electoral desestimó la posibilidad de reimprimirlas a un costo de $ 14.000 millones -como pretendía el Gobierno-, que finalmente encabezarán Diego Santilli y la exvedette Karen Reichardt (o Karina Celia Vázquez, tal como dice en su DNI), que sin embargo no podrá votarse a sí misma porque tiene domicilio en CABA.
El desaguisado libertario no hace más que aumentar las expectativas de Fuerza Patria, que se consolida como el polo opuesto a la LLA. El reaparecido Mauricio Macri, de nuevo habitué del “Club de la Milanesa” en Olivos con el Presidente, el mismo que hace pocos meses lo orinaba a través de los medios y ahora lo recibe con fruición, fue el que salió a abonar la idea de una “elección binaria”. Según interpreta el calabrés, el país enfrentará una disyuntiva clara entre la alianza La Libertad Avanza-PRO y el "kirchnerismo" (un mote usado con laúnica intención de bajarle el precio al peronismo), al que calificó como una “hegemonía tóxica”.
La fuerte declaración de principios de Macri sonó, además, un tiro por elevación para Provincias Unidas, el espacio en donde abrevan algunos propios, como el chubutense Nacho Torres.
El gobernador de Chubut fue uno de los que llegó hasta Jujuy para participar de una nueva cumbre de Provincias Unidas. Había habido una en Puerto Madryn una semana antes y habrá una de cierre de campaña la semana entrante. “Yo me imagino a un laburante de Jujuy, de Córdoba o de Chubut levantarse temprano, prender la tele y ver que el máximo representante de todos los argentinos está paveando arriba de un escenario tocando la guitarra y cantando pavadas, mientras la gente la pasa mal. Eso no es disrupción ni marketing, es una falta de respeto”, dijo Torres sobre el escenario, ante la atenta mirada de sus pares, que también se mostraron molestos por las declaraciones de Macri y el “recital” presidencial.
“No naturalicemos lo bizarro, no naturalicemos la corrupción”, agregó el chubutense. “El kirchnerismo está agazapado y quiere volver. Y no lo hace por una Argentina mejor, sino porque son carroñeros movilizados solo por el poder”, disparó.
Las palabras de Torres también se entendieron como un mensaje para adentro de Chubut. El gobernador se viene esforzando por romper esa polarización entre Milei y el peronismo que tantos problemas les viene causado a otros líderes provinciales que se negaron a caer en las garras de una alianza con los libertarios.
El resultado del 26 de octubre pondrá a cada uno en su lugar.