Angie Alvarado saltó a la vida pública cuando tiempo atrás dio a conocer su delicada situación de salud en sus redes. Estuvo días postrada en una cama, ya que estaba desnutrida y con neumonía. “Un día escuché un auto que frenó y mi hijo dijo: mamá es la profe Lore. Ella es mi ángel ahora”, relató Angie a Jornada en ese momento. Hoy la joven madre ya fue dada de alta, pero la incertidumbre de hallar un hogar para ella y sus niños sigue latente.
Este jueves, Angie dialogó con María Laura Barcia por Jornada Radio y relató lo que sintió durante ese periodo de fragilidad física, sobre como Laura la salvó y los desafíos que le esperan junto a sus tres pequeños hijos.
Hoy Angie está con Lorena en su casa, y yo estoy acá con ellas
Ya me dieron el alta. Todavía tengo un proceso largo con los médicos, así que acá vamos.
¿Tenes ganas de salir adelante?
Sí, sí, todas las ganas. Más que nada por mis hijos, porque ellos necesitan un bienestar el día de mañana.
¿Cuándo te dieron de alta Angie? ¿Qué te dijeron los médicos?
El alta me la dieron el día martes. Primero me habían dicho que tenía como para 10 días más, debido a los medicamentos que me pasaban por la vida. La idea del médico era que salga únicamente con dos medicaciones y yo el día de hoy estoy con cinco medicaciones y acá estoy ahora tratando de volver a comenzar.
¿Estás teniendo algún tipo de contención psicológica?
No, por el momento no, acá nada más estoy con Lorena. La acompaño a buscar a mis hijos a la escuela y eso, porque quedan un montón de cosas pendientes que tengo que hacer.
¿A la casa donde vivías no podés volver? ¿Necesitas otra casa en otras condiciones?
Claro, no, no puedo volver. El tema del alquiler es urgente, o sea, yo necesito también mi espacio. Lorena también necesita su espacio con su familia, su privacidad. Yo me siento como un peso, tampoco quiero estar molestándola a ella y a su familia, que ya demasiado hicieron por mí, por mis hijos. Yo necesito un lugar donde quedarme con mis hijos, al menos hasta que yo pueda tener algo mío propio.
¿Qué fue lo que desencadenó tu internación?
Yo terminé internada porque yo primero creí que era una gripe y la dejé pasar, la dejé pasar y me quedé, me quedé. Por miedo no pude ir al hospital, me quisieron llevar, dije que no. Y después, en un momento que ya no daba más, no me podía parar de la cama, no me podía sostener, mis hijos de ocho años me pedían que me levantara.
¿No te diste cuenta de lo que estaba pasando?
No, me estaba dejando. Y después llegó Lorena con Facundo, y me sacaron de esa cama, la cual estuve dos semanas tirada, me sentía inservible, no podía hacer nada, parecía un trasto, no tenía fuerza para nada.
Primero, seguimos apelando a la solidaridad de la gente. Si hay un espacio para ella, porque como decía Angie, necesita su lugar y su vivienda para estar con los suyos.
¿Angie, tenés ganas de empezar otra vez, de laburar y recuperar la rutina con tus hijos?
Todo lo que sea, todo lo que sea necesario para que mis hijos estén bien. Para mí es todo. Esto que pasamos, no se lo desea a nadie. Estar lejos de mis hijos veintiún días, fue la peor parte.
¿Sentiste el apoyo de la gente, de la sociedad?
Mucha gente que no conozco se acercó a verme una hora y me visita, o sea, mucha gente ayudó, pero la gente, el pueblo, a eso me refiero.
Lorena, ¿qué repercusión ha tenido esta historia de Angie?
Angie nos dice que ha colaborado la sociedad, que ha colaborado la gente, hay otras cosas que se necesitan de manera más urgente, e insisto en esto, que es una vivienda, un techo digno para ella.
¿En eso no hubo repercusión todavía?
No, nosotros cuando a Angie le dan el alta, que nos agarra por sorpresa, ellos del Servicio de Protección de los Derechos del Niño fueron, la buscaron, hicimos un acuerdo para poder hacer una red de contención con familiares, que eso también me pareció muy interesante,y en ese mismo momento llamó un señor diciendo que ya teníamos un alquiler donde ella podía ir, así que nosotros salimos de ahí felices porque la idea era que ella ya se podía mudar. Pero la realidad es que ese alquiler nunca existió, no lo pudimos tener porque a la tarde nos avisaron que no estaba disponible,de hecho, hasta ahora estamos esperando porque supuestamente hay un subsidio de alquiler al cual ellas se lo prometieron, y nada, todavía no tenemos respuesta.Ella tiene un estado depresivo en el cual cualquier cosa le afecta emocionalmente, están sus hijos acá,y lo cual también es un tema porque también los niños necesitan un lugar.
Esperamos que las promesas no queden en el aire porque acá tendría que haber alguien que venga a firmar un contrato de alquiler o que nos diga por cuánto tiempo
Al finalizar la nota Angie se mostró esperanzada y dejó su número de teléfono a la espera de una mano que la termine de sacar de ese pozo que la sigue angustiando a ella y a sus tres pequeños hijos.
Para ayudar a Angie y sus hijos llamar o dejar su mensaje al 284-83-69-58.
Angie Alvarado saltó a la vida pública cuando tiempo atrás dio a conocer su delicada situación de salud en sus redes. Estuvo días postrada en una cama, ya que estaba desnutrida y con neumonía. “Un día escuché un auto que frenó y mi hijo dijo: mamá es la profe Lore. Ella es mi ángel ahora”, relató Angie a Jornada en ese momento. Hoy la joven madre ya fue dada de alta, pero la incertidumbre de hallar un hogar para ella y sus niños sigue latente.
Este jueves, Angie dialogó con María Laura Barcia por Jornada Radio y relató lo que sintió durante ese periodo de fragilidad física, sobre como Laura la salvó y los desafíos que le esperan junto a sus tres pequeños hijos.
Hoy Angie está con Lorena en su casa, y yo estoy acá con ellas
Ya me dieron el alta. Todavía tengo un proceso largo con los médicos, así que acá vamos.
¿Tenes ganas de salir adelante?
Sí, sí, todas las ganas. Más que nada por mis hijos, porque ellos necesitan un bienestar el día de mañana.
¿Cuándo te dieron de alta Angie? ¿Qué te dijeron los médicos?
El alta me la dieron el día martes. Primero me habían dicho que tenía como para 10 días más, debido a los medicamentos que me pasaban por la vida. La idea del médico era que salga únicamente con dos medicaciones y yo el día de hoy estoy con cinco medicaciones y acá estoy ahora tratando de volver a comenzar.
¿Estás teniendo algún tipo de contención psicológica?
No, por el momento no, acá nada más estoy con Lorena. La acompaño a buscar a mis hijos a la escuela y eso, porque quedan un montón de cosas pendientes que tengo que hacer.
¿A la casa donde vivías no podés volver? ¿Necesitas otra casa en otras condiciones?
Claro, no, no puedo volver. El tema del alquiler es urgente, o sea, yo necesito también mi espacio. Lorena también necesita su espacio con su familia, su privacidad. Yo me siento como un peso, tampoco quiero estar molestándola a ella y a su familia, que ya demasiado hicieron por mí, por mis hijos. Yo necesito un lugar donde quedarme con mis hijos, al menos hasta que yo pueda tener algo mío propio.
¿Qué fue lo que desencadenó tu internación?
Yo terminé internada porque yo primero creí que era una gripe y la dejé pasar, la dejé pasar y me quedé, me quedé. Por miedo no pude ir al hospital, me quisieron llevar, dije que no. Y después, en un momento que ya no daba más, no me podía parar de la cama, no me podía sostener, mis hijos de ocho años me pedían que me levantara.
¿No te diste cuenta de lo que estaba pasando?
No, me estaba dejando. Y después llegó Lorena con Facundo, y me sacaron de esa cama, la cual estuve dos semanas tirada, me sentía inservible, no podía hacer nada, parecía un trasto, no tenía fuerza para nada.
Primero, seguimos apelando a la solidaridad de la gente. Si hay un espacio para ella, porque como decía Angie, necesita su lugar y su vivienda para estar con los suyos.
¿Angie, tenés ganas de empezar otra vez, de laburar y recuperar la rutina con tus hijos?
Todo lo que sea, todo lo que sea necesario para que mis hijos estén bien. Para mí es todo. Esto que pasamos, no se lo desea a nadie. Estar lejos de mis hijos veintiún días, fue la peor parte.
¿Sentiste el apoyo de la gente, de la sociedad?
Mucha gente que no conozco se acercó a verme una hora y me visita, o sea, mucha gente ayudó, pero la gente, el pueblo, a eso me refiero.
Lorena, ¿qué repercusión ha tenido esta historia de Angie?
Angie nos dice que ha colaborado la sociedad, que ha colaborado la gente, hay otras cosas que se necesitan de manera más urgente, e insisto en esto, que es una vivienda, un techo digno para ella.
¿En eso no hubo repercusión todavía?
No, nosotros cuando a Angie le dan el alta, que nos agarra por sorpresa, ellos del Servicio de Protección de los Derechos del Niño fueron, la buscaron, hicimos un acuerdo para poder hacer una red de contención con familiares, que eso también me pareció muy interesante,y en ese mismo momento llamó un señor diciendo que ya teníamos un alquiler donde ella podía ir, así que nosotros salimos de ahí felices porque la idea era que ella ya se podía mudar. Pero la realidad es que ese alquiler nunca existió, no lo pudimos tener porque a la tarde nos avisaron que no estaba disponible,de hecho, hasta ahora estamos esperando porque supuestamente hay un subsidio de alquiler al cual ellas se lo prometieron, y nada, todavía no tenemos respuesta.Ella tiene un estado depresivo en el cual cualquier cosa le afecta emocionalmente, están sus hijos acá,y lo cual también es un tema porque también los niños necesitan un lugar.
Esperamos que las promesas no queden en el aire porque acá tendría que haber alguien que venga a firmar un contrato de alquiler o que nos diga por cuánto tiempo
Al finalizar la nota Angie se mostró esperanzada y dejó su número de teléfono a la espera de una mano que la termine de sacar de ese pozo que la sigue angustiando a ella y a sus tres pequeños hijos.
Para ayudar a Angie y sus hijos llamar o dejar su mensaje al 284-83-69-58.