La temporada de ballenas en Puerto Madryn se disfruta a pleno. Desde lo visual los madryensnes detectaban una presencia masiva de ejemplares muy cerca de la costa pero que se replicaba a lo largo de todo el frente que permitía avizorar una cantidad significativa de ejemplares respecto a años anteriores.
Según los datos revelados por el Laboratorio de Mamíferos Marinos del CESMAR-CONICET, hay 2.110 ejemplares de Ballena Franca Austral. El desglose marca la presencia de 77 grupo de cópula, 381 individuos solitarios, 826 madres y 826 crías que hacen un total de 2.110 ejemplares divisados en el avistaje aéreo que permite llevar adelante el censo.
Mariano Coscarella, investigador del CENPAT, recordó que “el censo se realiza desde el año 1999 de forma casi ininterrumpida” agregando que “desde hace varios años las empresas de avistaje son las que proveen el financiamiento para realizarlo”.
El primer vuelo se permitió volar hasta la desembocadura del río Chubut y luego costeando el borde de la península Valdés, la parte interna de los golfos y por la costa del Golfo San Matías hasta Puerto Lobos.
“La noticia más importante es que nos encontramos con un récord histórico de animales donde podemos destacar 826 crías” precisó el investigador, quien destacó que “esto es lo máximo que hemos contado en estos 26 años de trabajo ininterrumpido. Lo máximo que teníamos registrado hasta ahora se había dado en el año 2018 con 711 crías”.
Con los datos surgidos en el primer vuelo, Coscarella dijo “podemos estar confiados que este año es un año inusualmente abundante en cuanto a la cantidad de ballenas que están en los golfos. Bueno, es algo que la gente puede ver”.
La continuidad del programa en los años permite tener datos que comparados aportan datos muy relevantes para el trabajo científico. Esto lo planteó el investigador al recordar que “cuando comenzamos eh allá por el año 1999 -2000 contábamos 150 crías y 500 ballenas en total y se ha mantenido el crecimiento de manera más suave, este sobre todo entre los años 2012 y 2018 y luego se estancó. Desde el año pasado que estamos notando un pequeño incremento en la cantidad de crías”.
No obstante ello, habrá que aguardar la finalización de los vuelos durante la temporada para poder recalcular la tasa de incremento en lo vinculado a la producción de crías. Con relación a qué se hará con los datos recabados, Coscarella adelantó que ellos permiten “monitorear cómo está siendo el ingreso y el número de los animales de forma instantánea en la región. La segunda es información que a las empresas prestadoras de de avistaje les interesa porque quieren saber con cuántos animales están trabajando, dónde están distribuidos. Tercero para que la provincia tenga información sobre ver cómo evoluciona el recurso y cuarto tiene interés científico en el sentido que nosotros podemos desarrollar modelos de ocupación, modelos de hábitat y modelos predictivos para ver cómo está evolucionando la población del Atlántico Sudoccidental porque lo que vemos acá no solamente está restringido a Península Valdés, sino que forma parte de un stock que se llama más grande que abarca todo el Atlántico Sudoccidental”.
El censo se realiza desde la desembocadura del Río Chubut hasta el sur del Golfo San Matías y permitió establecer que “desde el 2000 tenemos tres lugares de gran acumulación de ballenas, principalmente la zona del Doradillo, la zona de Puerto Pirámides y la zona de Colombo en el Golfo San José. Eso es histórico”.
La temporada de ballenas en Puerto Madryn se disfruta a pleno. Desde lo visual los madryensnes detectaban una presencia masiva de ejemplares muy cerca de la costa pero que se replicaba a lo largo de todo el frente que permitía avizorar una cantidad significativa de ejemplares respecto a años anteriores.
Según los datos revelados por el Laboratorio de Mamíferos Marinos del CESMAR-CONICET, hay 2.110 ejemplares de Ballena Franca Austral. El desglose marca la presencia de 77 grupo de cópula, 381 individuos solitarios, 826 madres y 826 crías que hacen un total de 2.110 ejemplares divisados en el avistaje aéreo que permite llevar adelante el censo.
Mariano Coscarella, investigador del CENPAT, recordó que “el censo se realiza desde el año 1999 de forma casi ininterrumpida” agregando que “desde hace varios años las empresas de avistaje son las que proveen el financiamiento para realizarlo”.
El primer vuelo se permitió volar hasta la desembocadura del río Chubut y luego costeando el borde de la península Valdés, la parte interna de los golfos y por la costa del Golfo San Matías hasta Puerto Lobos.
“La noticia más importante es que nos encontramos con un récord histórico de animales donde podemos destacar 826 crías” precisó el investigador, quien destacó que “esto es lo máximo que hemos contado en estos 26 años de trabajo ininterrumpido. Lo máximo que teníamos registrado hasta ahora se había dado en el año 2018 con 711 crías”.
Con los datos surgidos en el primer vuelo, Coscarella dijo “podemos estar confiados que este año es un año inusualmente abundante en cuanto a la cantidad de ballenas que están en los golfos. Bueno, es algo que la gente puede ver”.
La continuidad del programa en los años permite tener datos que comparados aportan datos muy relevantes para el trabajo científico. Esto lo planteó el investigador al recordar que “cuando comenzamos eh allá por el año 1999 -2000 contábamos 150 crías y 500 ballenas en total y se ha mantenido el crecimiento de manera más suave, este sobre todo entre los años 2012 y 2018 y luego se estancó. Desde el año pasado que estamos notando un pequeño incremento en la cantidad de crías”.
No obstante ello, habrá que aguardar la finalización de los vuelos durante la temporada para poder recalcular la tasa de incremento en lo vinculado a la producción de crías. Con relación a qué se hará con los datos recabados, Coscarella adelantó que ellos permiten “monitorear cómo está siendo el ingreso y el número de los animales de forma instantánea en la región. La segunda es información que a las empresas prestadoras de de avistaje les interesa porque quieren saber con cuántos animales están trabajando, dónde están distribuidos. Tercero para que la provincia tenga información sobre ver cómo evoluciona el recurso y cuarto tiene interés científico en el sentido que nosotros podemos desarrollar modelos de ocupación, modelos de hábitat y modelos predictivos para ver cómo está evolucionando la población del Atlántico Sudoccidental porque lo que vemos acá no solamente está restringido a Península Valdés, sino que forma parte de un stock que se llama más grande que abarca todo el Atlántico Sudoccidental”.
El censo se realiza desde la desembocadura del Río Chubut hasta el sur del Golfo San Matías y permitió establecer que “desde el 2000 tenemos tres lugares de gran acumulación de ballenas, principalmente la zona del Doradillo, la zona de Puerto Pirámides y la zona de Colombo en el Golfo San José. Eso es histórico”.