El CONICET descubrió 40 nuevas especies en el océano profundo

La expedición a bordo del buque R/V Falkor (too), realizada junto al Schmidt Ocean Institute, se extendió por 21 días y alcanzó casi 18 millones de visualizaciones en YouTube y Twitch. Científicos argentinos exploraron por primera vez en directo el cañón submarino de Mar del Plata a 3.900 metros de profundidad.

Un “sifonóforo” registrado a 1.250 metros de profundidad: se trata de un animal carnívoro que produce bioluminiscencia en medio de la oscuridad del océano. Créditos: ROV SuBastian / Schmidt Ocean Inst
19 AGO 2025 - 11:49 | Actualizado 19 AGO 2025 - 11:54

Durante tres semanas, la ciencia argentina vivió un momento histórico que conmovió a millones de personas dentro y fuera del país. En una campaña liderada por investigadores del CONICET, se lograron identificar 40 nuevas especies marinas y documentar una biodiversidad inesperada en los corales de aguas frías del cañón submarino de Mar del Plata.

La expedición, denominada “Underwater Oases of Mar Del Plata Canyon: Talud Continental IV”, se desarrolló a bordo del buque de investigación R/V Falkor (too), provisto por el Schmidt Ocean Institute, y utilizó por primera vez en aguas argentinas el vehículo operado remotamente (ROV) SuBastian, capaz de transmitir en ultra alta definición las imágenes del fondo marino.

Las inmersiones, realizadas entre el 23 de julio y el 11 de agosto, fueron retransmitidas en vivo a través de YouTube y Twitch, alcanzando cifras inéditas: casi 18 millones de visualizaciones en 21 días, con un promedio de medio millón de espectadores por inmersión. Familias, docentes y estudiantes siguieron la misión desde escuelas, casas y espacios públicos, convirtiendo a la ciencia en un fenómeno masivo.

Esta expedición ha sido una experiencia única en la vida y me siento honrado de compartirla con colegas con los que he trabajado durante una década”, expresó Daniel Lauretta, investigador del CONICET y del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, quien estuvo a cargo de la campaña. “La calidad de las imágenes captadas por el ROV SuBastian fue excepcional y nos permitió comprender mejor la complejidad de este hábitat y su extraordinaria biodiversidad”.

Los científicos documentaron arrecifes de coral a más de 1.000 metros de profundidad, un campo de corales blandos a 1.500 metros y una gran variedad de organismos de aguas profundas: pulpos telescopio, sifonóforos bioluminiscentes, pepinos de mar, langostas patagónicas y estrellas de mar. De este relevamiento surgirán descripciones formales de más de 40 especies inéditas para la ciencia, entre corales, anémonas, equinodermos y crustáceos.

Martín Brogger, investigador del CONICET en el Instituto de Biología de Organismos Marinos de Puerto Madryn, destacó el impacto social de la misión: “Ver cómo personas de todas las edades se han conectado con las profundidades marinas fue increíble. Muchos jóvenes nos dijeron que ahora sueñan con ser biólogos marinos”.

Para Lauretta, el trabajo recién comienza: “Ahora nos esperan meses o incluso años de análisis en el laboratorio, desde el estudio de taxonomía hasta la revisión de 200 horas de filmación”. Y subrayó la importancia estratégica de estas campañas: “Cerca de la mitad de nuestro país está sumergido en el Atlántico. Conocerlo es fundamental para tomar decisiones sobre su protección y uso sustentable”.

La expedición integró a más de 30 científicos argentinos, principalmente del CONICET, junto a especialistas de universidades nacionales y centros de investigación. El resultado no solo representa un salto científico y tecnológico, sino también un hito cultural: por primera vez, la sociedad argentina siguió en vivo y en tiempo real el descubrimiento de nuevas formas de vida en su propio mar profundo.

Un “sifonóforo” registrado a 1.250 metros de profundidad: se trata de un animal carnívoro que produce bioluminiscencia en medio de la oscuridad del océano. Créditos: ROV SuBastian / Schmidt Ocean Inst
19 AGO 2025 - 11:49

Durante tres semanas, la ciencia argentina vivió un momento histórico que conmovió a millones de personas dentro y fuera del país. En una campaña liderada por investigadores del CONICET, se lograron identificar 40 nuevas especies marinas y documentar una biodiversidad inesperada en los corales de aguas frías del cañón submarino de Mar del Plata.

La expedición, denominada “Underwater Oases of Mar Del Plata Canyon: Talud Continental IV”, se desarrolló a bordo del buque de investigación R/V Falkor (too), provisto por el Schmidt Ocean Institute, y utilizó por primera vez en aguas argentinas el vehículo operado remotamente (ROV) SuBastian, capaz de transmitir en ultra alta definición las imágenes del fondo marino.

Las inmersiones, realizadas entre el 23 de julio y el 11 de agosto, fueron retransmitidas en vivo a través de YouTube y Twitch, alcanzando cifras inéditas: casi 18 millones de visualizaciones en 21 días, con un promedio de medio millón de espectadores por inmersión. Familias, docentes y estudiantes siguieron la misión desde escuelas, casas y espacios públicos, convirtiendo a la ciencia en un fenómeno masivo.

Esta expedición ha sido una experiencia única en la vida y me siento honrado de compartirla con colegas con los que he trabajado durante una década”, expresó Daniel Lauretta, investigador del CONICET y del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, quien estuvo a cargo de la campaña. “La calidad de las imágenes captadas por el ROV SuBastian fue excepcional y nos permitió comprender mejor la complejidad de este hábitat y su extraordinaria biodiversidad”.

Los científicos documentaron arrecifes de coral a más de 1.000 metros de profundidad, un campo de corales blandos a 1.500 metros y una gran variedad de organismos de aguas profundas: pulpos telescopio, sifonóforos bioluminiscentes, pepinos de mar, langostas patagónicas y estrellas de mar. De este relevamiento surgirán descripciones formales de más de 40 especies inéditas para la ciencia, entre corales, anémonas, equinodermos y crustáceos.

Martín Brogger, investigador del CONICET en el Instituto de Biología de Organismos Marinos de Puerto Madryn, destacó el impacto social de la misión: “Ver cómo personas de todas las edades se han conectado con las profundidades marinas fue increíble. Muchos jóvenes nos dijeron que ahora sueñan con ser biólogos marinos”.

Para Lauretta, el trabajo recién comienza: “Ahora nos esperan meses o incluso años de análisis en el laboratorio, desde el estudio de taxonomía hasta la revisión de 200 horas de filmación”. Y subrayó la importancia estratégica de estas campañas: “Cerca de la mitad de nuestro país está sumergido en el Atlántico. Conocerlo es fundamental para tomar decisiones sobre su protección y uso sustentable”.

La expedición integró a más de 30 científicos argentinos, principalmente del CONICET, junto a especialistas de universidades nacionales y centros de investigación. El resultado no solo representa un salto científico y tecnológico, sino también un hito cultural: por primera vez, la sociedad argentina siguió en vivo y en tiempo real el descubrimiento de nuevas formas de vida en su propio mar profundo.